TTCTGAGGTAACTTCCT. La ausencia de esta secuencia de 17 pares de bases ‒ las unidades químicas que componen el ADN‒ en un segmento del genoma de las serpientes provocó que estos reptiles perdieran progresivamente sus patas (Cell, edición del 20 de octubre). Ésta es la conclusión a la que se arribó en el marco de un estudio coordinado por científicos del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, en California, que contó con la participación del biólogo molecular brasileño Uirá Souto Melo. La secuencia forma parte de una zona regulatoria que controla el funcionamiento del gen Sonic hedgehog (Shh), responsable de la producción de una proteína importante para el crecimiento de los miembros. Esta región, denominada ZRS, se encuentra bien conservada en el genoma de los vertebrados, pero presenta algunas deleciones en el ADN de las serpientes. En el caso de los ofidios modernos, que no tienen patas, ese tramo de 17 pares de bases se encuentra ausente. Mediante el empleo de la técnica CRISPR-Cas9, una herramienta de la biología molecular que permite editar segmentos específicos de un gen, los investigadores insertaron y desactivaron dicha secuencia en ratones transgénicos. Cuando introdujeron en los roedores la secuencia proveniente de vertebrados con miembros, tales como el ser humano, el caballo o la gallina, los roedores desarrollaban patas. Si el origen del segmento injertado provenía de dos de las especies de serpientes estudiadas, los ratones no los desarrollaban. “Notamos que esa secuencia resulta suficiente para controlar el desarrollo de las patas”, explica Souto Melo, quien hizo parte de su doctorado el año pasado en la institución estadounidense y actualmente trabaja en el Centro de Investigación del Genoma Humano y Células Madre (CEGH-CEL), de la Universidad de São Paulo (USP).
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