Léo RamosLa capacidad de enrollar la lengua formando un tubo constituye uno de los ejemplos clásicos, en los libros escolares de genética, de una característica determinada genéticamente. Pero como casi todo en la biología, no es así de sencillo. La explicación de por qué dos individuos genéticamente idénticos presentan diferencias en cuanto a esa característica es en sí misma una clase interesante de genética básica.
Esta característica está determinada por un gen, abreviado como T, de manera tal que los portadores de la forma homocigota dominante (TT) enrollan la lengua y los recesivos (tt), no. Algo interesante ocurre con quienes poseen ambas formas del gen, los heterocigotos (Tt): algunos pueden hacerlo y otros no. Dicho con mayor exactitud, al menos en el sur y sudeste de Brasil y en Europa, donde se realizaron los estudios, la forma dominante del gen es más común que la recesiva (un 60%), y alrededor del 75% de los heterocigotos logra formar el canuto. Estos números se obtuvieron en varios estudios realizados en familias y pares de gemelos, tanto idénticos (univitelinos), como fraternos [mellizos]. El especialista en genética humana Paulo Otto participó en esos trabajos, durante los años 1990. Los resultados son un hermoso ejemplo del concepto de penetrancia incompleta, donde un gen no determina completamente una característica. Esto puede suceder debido a particularidades genéticas, ambientales o por la interacción entre ambos factores.
Paulo Otto
Universidad de São Paulo (USP)
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