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ARQUEOLOGÍA

Puntas de flechas de 4.000 años indican intercambios culturales entre el Reino Unido y Francia

Entre los objetos hallados en un sitio arqueológico situado en el País de Gales, la mitad fueron elaborados mediante la aplicación de una técnica y de material de las Islas Británicas, y la otra mitad con un método y rocas del continente

Las puntas de flechas de las dos filas superiores están hechas con la técnica francesa y las de las dos filas inferiores con el método británico. La del medio es híbrida

Bruce Bradley / Universidad de Exeter

En 54 años de carrera, el arqueólogo estadounidense Bruce Bradley, actualmente profesor emérito de la Universidad de Exeter, estima haber producido 100 réplicas de objetos antiguos para exposiciones en museos del Reino Unido y miles para otros fines. Su trabajo consiste en recrear objetos elaborados hace miles de años por los antepasados humanos. Mediante el empleo de técnicas y herramientas similares a las del pasado, fabrica copias de las piezas originales a partir de materiales tales como cuernos de animales, puntas de metal y piedras talladas.

Uno de los mayores retos que afrontó Bradley se le presentó en 2017, tras una invitación que le hiciera el Museo de Cardiff. La idea era recrear un conjunto de delgadas puntas de flechas bifaciales halladas en una caverna funeraria de la Edad del Bronce. Las piezas fueron fabricadas por un pueblo que habitó en el yacimiento arqueológico de Breach Farm, en el sur del País de Gales, hace aproximadamente cuatro milenios, entre 1950 a. C. y 1750 a. C. La zona comenzó a excavarse en 1938 y desde entonces, ha sido estudiada por los arqueólogos.

En el artículo de portada de la edición de julio de la revista científica Ethnoarchaeology, Bradley, un colaborador de Estados Unidos y dos colegas de Brasil, describen el trabajo de elaboración de las réplicas de 13 puntas de piedra tallada de este sitio galés y relatan un descubrimiento peculiar. La mitad de las puntas habrían sido confeccionadas siguiendo una técnica y con un tipo de roca originarios del sector meridional de las islas británicas: el sílex negro. La otra mitad habrían sido producidas por otro método y material, ambos procedentes del noroeste de Francia, un tipo de arenisca siliciclástica a la que, en inglés, la llaman greensand chert.

“Tan solo una de las puntas no encajaba en ese modelo”, comenta el arqueólogo colombiano naturalizado brasileño João Carlos Moreno, autor principal del estudio y actual docente en la Universidad Federal de Rio Grande (FURG). Al momento del trabajo en el yacimiento galés, Moreno realizaba una pasantía en la Universidad de Exeter como parte de su doctorado en el Museo Nacional de la Universidad Federal de Río de Janeiro y fue invitado a formar parte del equipo que estudió las puntas. Pese a estar elaborada con sílex procedente del Reino Unido, la punta número 10 fue confeccionada mediante una técnica típica de los talladores de Armórica, una antigua región que hoy en día abarca el noroeste francés.

Alexandre Affonso

Este proyectil híbrido, elaborado con material británico y método armoricano, refuerza la evidencia de que hubo un proceso de intercambio cultural entre ambas márgenes del canal de la Mancha, que separa las islas británicas de la Europa continental. Individuos expertos en el tallado de puntas de piedra cruzaron el mar, probablemente llevando consigo piedras típicas de su región. “La gente suele pensar que los grupos humanos de la prehistoria vivían un tanto aislados, pero eso no es cierto”, comenta la arqueóloga Mercedes Okumura, de la Universidad de São Paulo (USP), otra de los autores del trabajo. “El solo hecho de que exista esta discrepancia entre la tecnología y la materia prima utilizada en esa punta de Breach Farm demuestra que en esa región se produjo algún tipo de intercambio”.

La apariencia de los dos tipos de puntas es muy similar. De formato triangular, son casi tan delgadas como una hoja de papel. Su altura promedio es de 3,6 centímetros. No se las utilizaba para luchar ni para cazar, sino con fines de ornamentación funeraria. Más allá del empleo de un material distinto, se perciben algunas mínimas diferencias. Las caras de las piezas fabricadas siguiendo la técnica armoricana son más rectas y aserradas que las elaboradas con el método británico, cuyos bordes, a veces, son ligeramente redondeados. Los análisis efectuados utilizando la técnica de fluorescencia por rayos X, que permite diferenciar los elementos constituyentes de una roca, sugieren que el origen del greensand chert estaría en el noroeste de Francia y el del sílex negro en las propias islas británicas.

Si bien repitió los pasos empleados por los antiguos artesanos del sitio arqueológico galés, el experimentado Bradley no consiguió elaborar réplicas perfectas de las puntas originales. Las copias fueron ligeramente más gruesas, más pesadas y su acabado fue menos preciso. “Este trabajo demostró que mis esfuerzos no lograron emular la habilidad de los talladores antiguos”, comentó el arqueólogo británico en una entrevista concedida a Pesquisa FAPESP.

Según el estudio, las puntas de flechas del yacimiento galés fueron hechas con la ayuda de herramientas de cobre, que se utilizaban para desgastar las rocas. Al utilizarlos para el tallado de la piedra, los utensilios elaborados con ese metal se corroen menos que los fabricados con cuernos o con bronce. En la técnica de origen armoricano, los artesanos comenzaban su tarea extrayendo una delgada astilla de la roca denominada greensand chert. A partir de ese fragmento, empleaban técnicas de presión para desgastar poco a poco el material con ayuda de una herramienta de cobre, esculpiendo el formato de una punta de flecha.

En el segundo método, al que se considera británico y menos depurado, la punta de flecha se tallaba directamente en un fragmento de sílex utilizando un movimiento de percusión, consistente en arrancar astillas del material golpeando directamente sobre las caras de la piedra. Luego, se realizaba un pulido más detallado mediante la técnica de presión.

Bruce Bradley / Universidad de Exeter Herramientas de cobre empleadas para elaborar las réplicas de las puntas de piedraBruce Bradley / Universidad de Exeter

Los arqueólogos poseen evidencias de que tanto las rocas de greensand chert como las de sílex eran sometidas en la Edad del Bronce a algún tipo de tratamiento térmico para hacerlas más maleables, una característica que facilitaría su tallado y la elaboración de las puntas. No se sabe cómo los habrían hecho los pueblos de aquella época, si colocaban las piedras en una hoguera al aire libre o las enterraban y “cocían” en un brasero que las cubría. En el laboratorio, Bradley optó por introducir las muestras de roca utilizadas para elaborar las réplicas en un horno eléctrico, a una temperatura de 210 grados Celsius (ºC) durante cuatro horas.

“Este nuevo estudio demuestra lo hábiles que eran los talladores de la Edad del Bronce”, dice, en una entrevista con Pesquisa FAPESP, el arqueólogo francés Clément Nicolas, experto en la Edad del Bronce europea e investigador del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de Francia, quien ya ha publicado otros trabajos referentes a las puntas de Breach Farm. Sin embargo, pone en duda la afirmación de los autores del trabajo de que las puntas de flechas de Breach Farm fabricadas con greensand chert hayan sido talladas con rocas del noroeste de Francia. “La identificación de la firma geoquímica de las rocas sedimentarias es una labor sumamente compleja, sobre todo cuando se trabaja con una gran área que abarca el sur de Gran Bretaña y el norte de Francia, que presentan una geología bastante similar”, reflexiona el francés.

Nicolas también argumenta que las dos técnicas identificadas en el estudio podrían representar distintos niveles de habilidad en el manejo de una misma cadena de operaciones, y no dos métodos distintos de fabricar puntas de flechas con origen en pueblos y lugares diferentes. Desde esta otra perspectiva, podría proponerse que los artesanos más hábiles de Breach Farm producían puntas de flechas utilizando únicamente la técnica de la presión, mientras que los de menor nivel en cuanto a su habilidad, recurrían primero a la percusión y luego, a la presión. El investigador también sostiene que, aunque el calentamiento de las piedras facilite su tallado, otros experimentos indican que este procedimiento no sería necesario para fabricar puntas tan delgadas como las del yacimiento galés. Los nuevos estudios de estas puntas podrían proporcionar respuesta a las cuestiones pendientes.

Artículo científico
MORENO, J. C. et al. Two technological traditions of bifacial points from the Breach Farm site, Wales: An interdisciplinary analysis of lithic technology integrating experimental replication, X-ray fluorescence, and geometric morphometry. Ethnoarchaeology. 5 jul. 2022.

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