En la Amazonia Legal, las grandes propiedades son responsables por buena parte de la deforestación. Ésta es la conclusión un grupo internacional encabezado por Javier Godar, del Instituto Ambiental de Estocolmo, en Suecia, que reunió datos de censos agropecuarios y de monitoreo remoto para detectar dónde se concretó el desmonte en la Amazonia entre 2004 y 2011, cuando los índices de las talas forestales disminuyeron (PNAS, 28 de octubre). En el estudio se analizó una escala detallada: los 13.303 sectores censitarios de la región, que cubre 771 municipios. Los sectores en donde predominan propiedades de más de 500 hectáreas representaron la mayor parte (el 55,6%) de la deforestación en el mencionado período. En las áreas caracterizadas por la existencia de pequeñas propiedades, dicho porcentaje cae al 16,3%. Como el índice de desmonte volvió a crecer entre 2012 y 2013, los investigadores advierten que es importante entender ese perfil para orientar estrategias de combate contra la eliminación de la selva, que perjudica su capacidad de almacenar carbono atmosférico y de contribuir en el ciclo del agua. Es posible, según se sugiere en el estudio, que los grandes productores hayan aprendido a burlar las inspecciones abriendo claros menores. Una solución para afrontar el problema puede ser una política de incentivos positivos, tal como ya se practica en el marco de serie de iniciativas, entre ellas el Programa Municipios Verdes del Estado de Pará. Este tipo de programas también puede ayudar a los pequeños productores a practicar un desarrollo rural más sostenible.
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