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Trayectorias

Reconocimiento en innovación

Una administradora de negocios crea una startup para resolver los problemas de los productores rurales y gana premios que amplían su conocimiento

Mariana Vasconcelos: entre los 35 jóvenes más innovadores de América Latina

Archivo personal

En un momento en que muchos jóvenes todavía están buscando su primer trabajo, Mariana Vasconcelos, de 27 años, nacida en Itajubá (Minas Gerais), ha cruzado el continente para hacer negocios. En 2014, el año en que se graduó en administración de empresas en la Universidade de Itajubá (Unifei), ella creó, junto a dos socios, Agrosmart, una startup de agricultura digital. La compañía, que ya obtuvo ayuda del Fondo de Innovación de São Paulo SPVentures, se encuentra abocada a una nueva ronda de financiación, tiene 210 mil hectáreas de tierra monitoreadas en Brasil y opera en nueve países. Y Vasconcelos acaba de ser seleccionada para unirse a la lista de 35 jóvenes más innovadores de Latinoamérica elaborada por el MIT Technology Review.

Agrosmart trabaja con el monitoreo de cultivos a través de pluviómetros digitales, pronóstico del tiempo, datos obtenidos con sensores instalados en el campo y fotos satelitales de las regiones monitoreadas. El objetivo es resolver algunos problemas de los productores rurales. “Hemos desarrollado sensores para medir el suelo, el clima y las condiciones de las plantas. Son más de 10 variables ambientales”, dice. “Los datos pasan por análisis y se les trasmiten a los agricultores para que comprendan, por ejemplo, las causas del estrés en una planta”, dice. Con la información disponible, los agricultores pueden tomar decisiones precisas, tal como la necesidad exacta de agua que necesita una planta en particular.

Según Vasconcelos, quien antes de trabajar para los agronegocios trabajó durante un año en el área de ventas de Bosch, Alemania, la tasa de éxito de algunos modelos agronómicos, como la detección de la roya del café, varía entre el 75% y el 95%. Otra diferencia importante, explica, es el hecho de que el sistema no necesita de internet en el campo. “Cuando los agricultores dicen que la propiedad tiene internet, significa que tienen una antena rural. Y que la señal solo funciona en la casa central, no en el campo donde tendríamos que hacer mediciones. Es por eso que mis socios construyeron una red paralela de trasmisión de datos a los sensores que no depende de internet. Eso marcó la diferencia en el negocio.”

Hace cuatro años, cuando todo comenzó, Agrosmart ganó el programa Start-Up Brasil del gobierno federal para acelerar negocios de tecnología, y Vasconcelos recibió una beca del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq). Un año después, la startup salió ganadora en Call to Innovation, que ofreció otra beca como premio. Luego, Vasconcelos participó en un programa de tecnología de alto impacto en la Singularity University en Silicon Valley, también en Estados Unidos.

Aunque es profesionalmente exitosa, ella todavía quiere aprender. Actualmente cursa un MBA en agronegocios en la Facultad de Agricultura Luiz de Queiroz de la Universidad de São Paulo (Esalq-USP).

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