Nadie mejor que los emprendedores Emerson Hyppolito y Mervyn Lowe Neto para refrendar el dicho popular: “una imagen vale más que mil palabras”. Ambos son socios en P3D, una empresa de base tecnológica especializada en el desarrollo de programas educativos para la enseñanza de ciencias, biología, química y geografía. P3D fue fundada hace 11 años en la incubadora de empresas del Centro de Innovación, Emprendedorismo y Tecnología (Cietec), de la Ciudad Universitaria, en São Paulo, y facturó 30 millones de reales en 2012 con su negocio, consistente en la creación de modelos tridimensionales e interactivos que muestran partes del cuerpo humano, organismos animales y vegetales, diversas moléculas, cuerpos celestes y panorámicas de la Tierra, entre otros, para su uso en aulas. La biblioteca de objetos virtuales ya rebasó los mil modelos, que son utilizados por alumnos de la enseñanza básica y media en más de mil escuelas en Brasil y otras 4 mil en el exterior. “Estamos presentes en más de 20 países y nuestro software ha sido traducido a 13 idiomas, entre ellos, inglés, alemán, árabe, coreano y chino”, dice Lowe, un economista descendiente de chinos que no oculta su satisfacción por los negocios firmados en el país donde nacieron sus abuelos. Hace algo más de un año, él participó en una feria educativa en Shénzhen, China, y regresó de allí con un pedido de 460 licencias. Fue la estrella de uno de los más prometedores mercados del planeta. Los programas de la empresa, dueña de varios premios internacionales en educación y tecnología, también se utilizan en escuelas de Suiza, España, Alemania y Estados Unidos, entre otros países.
P3D forma parte del prometedor grupo de desarrolladores nacionales de software que buscan insertarse en el mercado internacional para diversificar sus negocios y crecer. La empresa, con sede en São Paulo y oficinas en Barcelona, España, y Shanghái, en China, recibió ayuda de la Asociación para la Promoción de la Excelencia del Software Brasileño (Softex) para trasponer las fronteras nacionales y ofrecerle sus productos al mundo. En conjunto con la Agencia Brasileña de Promoción de las Exportaciones e Inversiones (Apex-Brasil), Softex coordina desde 2005 el Proyecto Sectorial de Promoción de las Exportaciones del Sector del Software y Servicios de Tecnología de la Información (TI). Sus objetivos son claros: generar nuevas oportunidades de negocios en el mercado internacional para las compañías brasileñas, elevar el volumen de las exportaciones, aumentar la exposición y fortalecer la imagen de la industria brasileña de TI. Todo eso, tendiente a convertir al país en un centro de excelencia mundial en uno de los sectores más dinámicos de la economía. Más de 200 empresas forman parte del Proyecto Sectorial, distribuidas en 15 áreas de actuación en las cuales Brasil ostenta reconocida competencia, tales como agronegocios, aviación, petróleo, educación, cuero y calzados, automatización industrial y telecomunicaciones.
Datos provistos por el Observatorio Softex, el núcleo de estudios e investigaciones de la entidad, revelan que los esfuerzos realizados durante los últimos años han dado resultado. “Desde 2004 hasta ahora, los montos de las exportaciones de software y servicios de tecnología de la información aumentaron alrededor de 7 veces. Se ha realizado un enorme esfuerzo para ubicar a Brasil en el radar de las empresas compradoras”, afirma Glaucia Critter Chiliatto, gerente ejecutiva internacional de Softex. En 2012, las ventas al exterior de software y servicios de TI sumaron 1.900 millones de dólares frente a 260 millones de la misma moneda en 2004. Los servicios de TI, aclara Chiliatto, incluyen el desarrollo de software bajo demanda y el servicio de consultoría, soporte, mantenimiento y capacitación.
La Asociación Brasileña de las Empresas de Software (Abes), que anualmente publica el estudio Mercado brasileiro de software e serviços, realiza un balance similar, trazando un panorama del sector y delineando las tendencias para el futuro. En su documento más reciente, dado a conocer en agosto de 2013, la Abes señalaba que la facturación de la industria brasileña de software y servicios alcanzó un monto de 27.200 millones de dólares en 2012, incluyendo exportaciones por 2.200 millones de dólares, una cifra ligeramente diferente a la presentada por la Softex debido a diferencias metodológicas entre ambos estudios. Con tales resultados, Brasil ha alcanzado el séptimo puesto en el ranking mundial de los mayores fabricantes de software, considerando solamente el mercado interno y excluyendo las exportaciones, superando a países tales como Canadá, Australia, India y Corea del Sur. El estudio de la Abes, elaborado en colaboración con la consultora International Data Corporation (IDC), también informa que el mercado mundial de software y servicios en aquél año alcanzó un valor de 1,02 billones de dólares.
“Las cifras de las exportaciones brasileñas de software y servicios vienen en evolución y se espera que mantengan esta tendencia. Sin embargo, dentro del escenario global de TI, el nivel aún es bajo, aunque hay mucho espacio para el crecimiento”, sostiene Jorge Sukarie, presidente de Abes. La entidad no elabora un ranking de los mayores países exportadores de software y servicios, pero es un hecho que Brasil se encuentra muy lejos de los líderes globales. Las exportaciones de software y servicios de TI de la India, uno de los gigantes del mercado, sumaron 75 mil millones de dólares durante el ejercicio fiscal 2012‒2013, que finalizó en julio del año pasado.
Según el ejecutivo de Abes, deben sortearse varios desafíos para que el país incremente su presencia en el mercado global del software. “La competitividad es la clave del negocio. Se precisa conocer el mercado al que se apunta, sus características, sus leyes regulatorias y la matriz tributaria. Las certificaciones basadas en modelos internacionales, tales como CMMI [la sigla inglesa por Capability Maturity Model Integration, el estándar de calidad de software más respetado del mundo], también pueden ayudar bastante, y no debemos olvidarnos de la innovación. Sin ella, no lograremos presentar productos atractivos que generen interés para el mercado internacional”, afirma Sukarie, destacando que en esa cuestión, Brasil no ha logrado eficiencia. “Aunque hay algunos casos de empresarios que desarrollaron software exitosos que rápidamente llegaron al mercado internacional, mayoritariamente, esos casos son la excepción y no una realidad”.
La estrategia adoptada por CI&T para ganar clientes fuera de Brasil consistió en invertir en una cartera de productos innovadores y singulares. La empresa, creada en 1995 por un grupo de estudiantes recién graduados de la Universidad de Campinas (Unicamp) se desempeña en el área de consultoría y desarrollo de software y posee una estructura global de prestación de servicios que incluye cuatro sucursales en Brasil (Campinas, Río de Janeiro, Belo Horizonte y São Paulo), cinco en Estados Unidos (Nueva York, Atlanta, Filadelfia, Nueva Jersey y Los Ángeles), una en Europa (Londres) y dos en Asia (Tokio, en Japón, y Ningbo, en China). La oferta de productos y servicios de la empresa abarca consultoría y desarrollo de aplicaciones, incluyendo social, mobile, cloud y analytics. Durante el año pasado, invirtió 3 millones de reales en investigación y desarrollo, marcadamente en iniciativas ligadas a smart computing y cloud computing.
El mayor mercado internacional de la compañía es Estados Unidos, seguido por Japón y Europa. En 2013, el 30% de la facturación, que sumó 200 millones de reales, fue generado por la venta de software a clientes de otros países. La empresa cuenta con 1.600 empleados. “El mercado internacional siempre formó parte de la estrategia de crecimiento de CI&T. Nuestra visión es pragmática: las empresas que no sean internacionalmente competitivas desaparecerán o quedarán sujetas a nichos del mercado. Para CI&T, exportar representa una ventana hacia el futuro, una oportunidad para conocer y aprender con la competencia real de la industria, donde la innovación y la singularidad resultan cruciales. A largo plazo, la alternativa es tornarse globalmente competitivo, o quedarse fuera del mercado”, dice Leonardo Mattiazzi, vicepresidente de innovación de CI&T.
El gran desafío de la competencia fuera del país, según opina el ejecutivo de CI&T, radica en conseguir diferenciarse en un mercado extremadamente competitivo, disputado por empresas de todos los portes y geografías, por un lado presionado por los precios y, por el otro, por la capacidad de innovar. “Pese a las dificultades y a no ser una empresa conocida fuera de Brasil, nuestra trayectoria internacional está marcada por el éxito. Entre las multinacionales, como Johnson & Johnson, por ejemplo, CI&T está considerada un referente de excelencia e invariablemente logra proyectos de mayor complejidad”. Uno de los pilares del éxito internacional de la empresa son las certificaciones, entre ellas, el CMMI nivel 5, el más elevado de todos, que obtuvo en 2007 luego de invertir 1 millón de dólares en capacitación del personal y adecuación de procesos. Ese mismo año, CI&T fue seleccionada por la revista Fortune como una de las 10 empresas rising stars, que son aquellas compañías que están en ascenso dentro del mercado mundial de outsourcing, una actividad en el área de TI que produce soluciones de software para otras empresas. Otro reconocimiento importante llegó en 2012, cuando fue elegida como una de las empresas más innovadoras del país por la revista Época Negócios.
Otro fabricante nacional que ha cosechado buenos resultados en el exterior es la empresa Daccord Music Software, del estado de Pernambuco, especializada en el desarrollo de tecnologías para el aprendizaje musical. Con clientes en 114 países, comercializa aplicativos educativos, tales como libros digitales, cursos y juegos musicales. Uno de sus productos con mayor éxito es el iChords, un software que reproduce archivos de audio como el MP3 y muestra en una guitarra o un teclado virtual los acordes que se están escuchando. En los últimos años, las ventas a clientes internacionales representaron alrededor del 15% de la facturación. Las cifras de 2013 aún no se han calculado, pero se estima que los ingresos llegarán a 1.600.000 reales, el doble que el año anterior. A partir de 2015, las exportaciones de software tendrán una incidencia aún mayor en el resultado operativo de Daccord. “El crecimiento de esa cuota [la venta a clientes extranjeros] se estima en un 30% para 2015, cuando lanzaremos la plataforma Libro Educativo Digital en el exterior”, afirma Américo Amorim, uno de los socios de la empresa. Esa plataforma ya está siendo utilizada por algunas de las mayores editoriales brasileñas para la producción y distribución de libros digitales interactivos para computadoras y tablets de alumnos y docentes.
Tan sólo dos años después de su creación, en 2001, Daccord comenzó a exportar sus productos. La empresa surgió de la inspiración del licenciado en ciencias de la computación Giordano Cabral, quien quería inventar un método para la enseñanza de la música en forma divertida y sencilla, utilizando la computadora. El primer software desarrollado, el Violão Player, constituyó la tesina de maestría de Cabral, desarrollada en el Centro de Informática de la Universidad Federal de Pernambuco (UFPE). Tras pasar algunos años en RecifeBeat, la incubadora de empresas de la institución, se trasladó a Porto Digital, uno de los principales polos tecnológicos del país. En 2010, la compañía, que ya ha obtenido varios premios, entre ellos el Finep de Innovación y el Santander Banespa de Emprendedorismo, cobró nuevo impulso al obtener recursos del fondo de capital semilla Criatec, creado por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) con la misión de incentivar a empresas innovadoras emergentes. “El Criatec entró en Daccord para ayudarnos a invertir en marketing, ventas y perfeccionar todavía más nuestra dirección corporativa. Ha sido un colaborador para nuestro éxito y constituye una experiencia excelente para los creativos y el equipo de la empresa en general”, dice Cabral, para quien la principal dificultad durante el proceso de internacionalización fue y sigue siendo la identificación y la gestión de buenos canales de venta para sus productos.
Para el fabricante carioca Módulo Security Solutions, los mayores retos para conquistar un puesto en el mercado global del software fueron la competencia con compañías globales, la adaptación del producto a los mercados locales y la legislación de algunos países, entre ellos Estados Unidos, cuyos gobiernos tienen prohibida la compra de programas extranjeros. La empresa, montada en 1985 por un grupo de jóvenes estudiantes de la carrera de informática de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), se especializa en soluciones para el gobierno, riesgos y compliance o concordancias, que son el conjunto de directrices para el cumplimiento de normas legales, las políticas y directrices establecidas para el negocio y para las actividades de una organización. Se desempeña en el área de software, consultoría y educación, y su principal producto de exportación, el Módulo Risk Manager, se comercializa para clientes de alrededor de 30 países, entre ellos, Argentina, Estados Unidos, Inglaterra, India y Canadá. “Microsoft, la Universidad Estatal de Pensilvania, Sumitomo Bank y Procter & Gamble son algunos de nuestros clientes. El Módulo Risk Manager automatiza los procesos de gestión de gobierno, riesgos y concordancias en TI y en el ámbito corporativo, y gobierno en TI, permitiendo identificar y evaluar los riesgos en las más diversas organizaciones”, explica Rodrigo Palo, gerente de marketing de la empresa. El software fue elegido durante dos años consecutivos (2011 y 2012) como la mejor opción de compra por la revista estadounidense SC Magazine, especializada en tecnología informática, y obtuvo en 2013, por tercer año consecutivo, la nota máxima de cinco estrellas entre los más de 20 productos evaluados por la publicación.
“Módulo Security Solutions es una empresa brasileña que se internacionalizó. Ese tipo de reconocimiento de una revista de renombre en el segmento de TI nos produce la satisfacción de estar realizando un buen trabajo y por situar a Brasil en la vidriera de los exportadores de soluciones tecnológicas”, resalta Sergio Thompson Flores, CEO de la empresa. Con más de 400 empleados y oficinas propias en Estados Unidos, Canadá, India e Inglaterra, Módulo facturó más de 85 millones de reales en 2013, un incremento del 20% con respecto al año anterior. “La perspectiva para 2014 apunta a brindar continuidad a nuestra estrategia de crecimiento, desarrollando más soluciones y funcionalidades del software Risk manager. También vamos a seguir invirtiendo en la ampliación de nuestra participación internacional, principalmente, mediante el establecimiento de asociaciones y conquistando nuevos mercados para el software”, subraya Rodrigo Palo, gerente de la empresa carioca.
En Río de Janeiro también está PhDsoft, una empresa que se prepara para reingresar en el mercado global de proveedores de aplicaciones y tecnologías para el sector petrolero. El producto principal de la empresa, que fundó hace 14 años el ex profesor de la UFRJ Duperron Marangon, es el software C4D, un simulador capaz de prever fallas estructurales en buques, plataformas de petróleo, puentes y otras grandes construcciones. La meta de esa tecnología consiste en la prevención de accidentes y la reducción de costos. El C4D estima condiciones futuras de las estructuras críticas, evitando accidentes, más allá de extender su vida útil, que resulta en una reducción significativa de los costos de inspección y mantenimiento.
Grandes compañías del sector petrolero que operan en Brasil, tales como Petrobras, Shell, Transpetro y Subsea7, ya son clientes de PhDsoft, que planifica para septiembre de este año la inauguración de una oficina en Houston, Texas. “Constituirá nuestra base para explotar el mercado estadounidense”, dice Marangon. Además, el ex profesor negocia con una agencia gubernamental de la provincia de Nueva Escocia, en Canadá, para iniciar la venta de sus productos para ese país. “La internacionalización siempre fue uno de nuestros objetivos. La expansión de nuestras ventas hacia el exterior, significará una modificación en el rango de nuestro negocio”, dice Marangon.
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