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GEOLOGÍA

Testigos de una catástrofe

Sedimentos recolectados en Jureia, en la costa del estado de São Paulo, registran un cambio climático radical acaecido hace 8.200 años

En los meandros de Jureia: investigadores viajaban 2 horas en barco por pequeños ríos hasta el punto de recolección de muestras

Alethea Sallun/ Instituto GeológicoEn los meandros de Jureia: investigadores viajaban 2 horas en barco por pequeños ríos hasta el punto de recolección de muestrasAlethea Sallun/ Instituto Geológico

El análisis de una columna de lodo con unos pocos centímetros de diámetro y casi seis metros de profundidad, recogida por geólogos en el bosque atlántico donde está emplazada la Estación Ecológica Jureia Itatins, en el litoral sur de São Paulo, reveló la primera evidencia hallada en la costa brasileña del cambio climático global más radical y repentino que sufrió la Tierra en los últimos 10 mil años, el evento denominado 8.2 ka.

Según la coordinadora del estudio, la geóloga Alethea Sallun, del Instituto Geológico de São Paulo, es muy raro hallar señales de un evento relativamente breve como el 8.2 ka, que duró menos de 400 años –un pestañeo en la historia geológica de 4.500 millones de años del planeta. “Tuvimos mucha suerte al obtener un registro en los sedimentos”, dice.

El evento 8.2 ka ocurrió debido al aumento de las temperaturas globales al finalizar la última era glacial, hace 11 mil años, cuando los glaciares que cubrían América del Norte se transformaron en inmensos lagos. Hace unos 8.200 años (pueden haber sido algunos siglos antes o después), el glaciar que contenía a dos de esos lagos se rompió, descargando un gigantesco volumen de agua dulce en el Atlántico Norte. En un breve período, tal vez menor a 10 años, el abrupto cambio en la salinidad del océano interrumpió temporalmente la corriente del Golfo, que transporta el calor de los trópicos hacia Europa, congelando el continente y forzando migraciones humanas en masa.

Los registros geológicos sugieren que la influencia del evento se diseminó rápidamente por el globo, provocando sequías en África, avance de glaciares en Nueva Zelanda y en los Andes. Las corrientes marinas alteradas habrían intensificado los monzones de verano en Sudamérica. En 2009, investigadores identificaron en estalagmitas de cavernas brasileñas evidencias del incremento pluvial en aquella época. Además, según sugieren las simulaciones, la costa de Brasil habría sufrido una brusca elevación del nivel del mar en alrededor de un metro.

Ana Paula CamposEn realidad, existen registros de que el nivel del mar en la costa brasileña se elevó y descendió al menos seis veces en los últimos 10 mil años, llegando hasta 5 metros sobre el nivel actual hace unos 5 mil años. “Hay muchas contradicciones sobre la variación del nivel del mar en los últimos 10 mil años”, explica el oceanógrafo Michel Mahiques, de la Universidad de São Paulo (USP), quien no participó en el estudio.

A decir verdad, lo que Sallun y sus colaboradores fueron a buscar en sus expediciones selva adentro en la Estación Ecológica Jureia Itatins, en 2007, eran evidencias de esos eventos marinos. Uno de los coordinadores del proyecto, el geólogo Kenitiro Suguio, profesor titular jubilado del Instituto de Geociencias de la USP, había trazado un mapeo pionero de la historia geológica reciente de los litorales paulista y del sur fluminense en los años 1970, en colaboración con el geólogo francés Louis Martin.

En el litoral sur de São Paulo, ese dúo descubrió que en la planicie fluvial a pocos kilómetros de la costa y tan sólo dos metros por encima del actual nivel del mar, entre la sierra del Itatins y el cerro de Jureia, bajo la selva, había capas de lodo depositadas durante miles de años, cuando ahí existían lagunas de agua salobre.

La columna de sedimentos de las antiguas lagunas no aportó evidencias concluyentes de las variaciones en el nivel del mar que buscaban los investigadores. En lugar de eso, ellos hallaron trazas de algo diferente y más antiguo. “Aquello me tomó por sorpresa”, recuerda Suguio.

Un registro conveniente
Al establecer las edades del lodo mediante el método de datación por radiocarbono, los geólogos descubrieron que la columna recogida presentaba un historial continuo de la deposición de sedimentos durante los últimos 9.400 años. Empero, mientras el primer metro de la columna registra información sobre 7.600 años de esa historia, con pequeñas deposiciones (del orden de un milímetro por año), el resto preserva los detalles de una cantidad enorme de sedimentos depositada durante los 2 mil años anteriores.

El mayor índice de deposición ocurrió entre 8.385 y 8.375 años atrás, cuando un metro de lodo se asentó allí. Sallun explica que no hay datos suficientes para establecer exactamente lo que sucedió, pero probablemente una gran cantidad de lluvia, aliada al ascenso del nivel del mar, mantuvo un ambiente inundado durante el tiempo suficiente para que la sedimentación ocurriese y se preservara.

Un equipo con 16 investigadores del Instituto Geológico, de la USP, de la Universidad Guarulhos y de la Universidad Estadual de Washington, en Estados Unidos, colaboró para analizar los elementos químicos hallados en la columna de sedimentos, lo cual fue publicado en enero de 2012 en la revista Quaternary Research. Los resultados indican que un cambio ambiental y geográfico muy brusco sobrevino en Jureia entre 8.500 y 7.800 años atrás. Durante ese período, el origen de la fuente de sedimentos cambió, mientras la influencia marina y la productividad de las plantas y animales crecieron, para luego retornar a lo normal.

Suguio es más cauteloso que sus colegas más jóvenes al asociar los cambios en Jureia con el evento 8.2 ka. “Puede haber sido un evento local, sin relación con lo que ocurrió en el hemisferio Norte”, sostiene, aunque considera que “es demasiada coincidencia para ser sólo eso”.

Es posible que algo similar al evento 8.2 ka ocurra nuevamente, en caso que el calentamiento global provoque el deshielo de Groenlandia, tal como lo recuerda el ex vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore en el documental Una verdad incómoda, de 2006. En opinión de Sallun, su estudio colabora para comprender mejor cómo un evento así afectaría a la costa brasileña.

Proyecto
Estación Ecológica Jureia-Itatins (SP): fluctuaciones de los niveles marinos debajo del actual en el Holoceno (nº 06/04467-7); Modalidad Línea Regular de Apoyo al Proyecto de Investigación; Coordinador Kenitiro Suguio – IGc/ USP; Inversión R$ 206.024,65 (FAPESP).

Artículo científico
SALLUN, A.E.M. et al. Geochemical evidence of the 8.2 ka event and other Holocene environmental changes recorded in paleolagoon sediments, southeastern Brazil. Quaternary Research. v. 77, p. 31-43. 2012.

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