En el combate contra la fiebre del Zika, muchos grupos de investigación escogieron como blanco a la proteína NS5, producida por el virus y principal responsable de su propia replicación, una vez que infecta a las células. Un grupo liderado por el físico Glaucius Oliva, del Instituto de Física de São Carlos en la Universidad de São Paulo (IFSC-USP) y coordinador del Centro de Investigación e Innovación en Biodiversidad y Fármacos (CIBFar), logró producir cristales de dicha proteína y dilucidar la estructura tridimensional de la molécula con gran precisión en cuanto a los miles de átomos que la componen (Nature Communications, 27 de marzo). Con esa estructura a mano, los científicos esperan que surja una carrera para hallar una forma de impedir su funcionamiento y, acaso formular un medicamento que pueda utilizarse posteriormente a la picadura del mosquito o ni bien aparecen los síntomas, de manera tal que pueda prevenirse la enfermedad o al menos acelerar la recuperación y mitigar los daños. “Buscamos el desarrollo de fármacos por medio del modelado de moléculas que interactúan con receptores específicos”, comenta Oliva. El CIBFar es uno de los Centros de Investigación, Innovación y Difusión (Cepid) financiados por la FAPESP.
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