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CITRICULTURA

Un premio a la audacia

El conocimiento generado mediante la secuenciación de la Xylella fastidiosa redujo el factor de incidencia de la bacteria en los naranjales de São Paulo

La Xylella, transmitida por la cigarrita (arriba), impide el transporte de agua y nutrientes por la planta...

Fundecitrus La Xylella, transmitida por la cigarrita, impide el transporte de agua y nutrientes por la planta…Fundecitrus

A mediados de la década de 1990, la producción de plantines de naranjo en São Paulo se realizaba a cielo abierto, lo cual dejaba a las plantas expuestas al ataque de insectos, vectores de microorganismos nocivos, entre los cuales se encuentra la Xylella fastidiosa, la bacteria causante de la clorosis variegada de los cítricos (CVC), que en Brasil se conoce como amarelinho, a causa de las manchas que deja en las hojas y en los frutos. En aquella época, la plaga afectó al 34% de las plantaciones de naranjos del estado, causando daños por valor de unos 100 millones de dólares (que actualmente equivaldrían a 327 millones de reales) anuales a la citricultura paulista. Merced al esfuerzo de investigación que se realizó durante las décadas posteriores, se pudo avanzar en el conocimiento de la estructura biológica de la bacteria y en el desarrollo de un modelo de manejo de la enfermedad, que actualmente se basa en el plantío de ejemplares cultivados en viveros protegidos, en la poda o el descarte de las plantas contaminadas y en el control de los vectores. Como resultado de ello, el porcentaje de naranjos atacados por la bacteria en São Paulo y en la zona de Triángulo Minero se redujo de un 42,58% en 2008 a un 3,02 en 2016.

“El avance en el control de la CVC no habría sido posible sin la secuenciación del genoma de la Xylella y el estudio de los mecanismos que le permiten a la bacteria desencadenar la enfermedad”, dijo el agrónomo Antonio Juliano Ayres, gerente general del Fondo de Defensa de la Citricultura (Fundecitrus), en el marco de un seminario sobre los impactos de la secuenciación de la bacteria en el control de la plaga, que se llevó a cabo el 13 de julio en la FAPESP.

Los datos generados a partir de la secuenciación de la bacteria, según Ayres, resultaron de importancia para poder avanzar en el conocimiento de la epidemiología de la enfermedad. A partir de entonces, experimentos efectuados en el interior del estado revelaron que, tanto la Xylella como la cigarrita, el vector responsable de su difusión, se propagaban con mayor intensidad en las regiones más cálidas, donde había escasez de agua. Eso desencadenó un cambio en el sistema de plantío de los naranjos, mediante el uso de plántulas cultivadas en viveros protegidos y el aumento del riego en las plantaciones. Esa medida, aliada al uso de insecticidas contra los vectores y a la eliminación de las plantas más infectadas o a la poda de las menos afectadas, derivó en la supresión de la contaminación de los viveros por la bacteria y en un descenso en la incidencia del problema en los naranjales paulistas.

La bacteria obstruye los vasos (xilema) de la planta por donde circulan el agua y los nutrientes desde la raíz hasta la copa, generando frutos duros, pequeños y oscuros, que maduran más rápido y se tornan inadecuados para su comercialización. La secuenciación de la bacteria fue el punto de partida para las investigaciones de mejora genética en pos de variedades más resistentes al fitopatógeno y a insecticidas contra la cigarrita, según refiere el biólogo molecular Jesus Aparecido Ferro, de la Facultad de Ciencias Agrarias y Veterinarias de la Universidade Estadual Paulista (FCAV-Unesp), en Jaboticabal. Según él, hoy existen varios estudios en ese sentido, pero ninguno dio como resultado una estrategia efectiva para el control de la bacteria mediante la ingeniería genética. “La principal estrategia para el control de la Xylella sigue siendo el manejo de la enfermedad”, dice Ferro, quien participó activamente en los proyectos Genoma de la FAPESP.

...generando frutos duros, pequeños y oscuros

Fundecitrus …generando frutos duros, pequeños y oscurosFundecitrus

Un proyecto ambicioso
El proyecto del genoma de la Xylella, cuya presentación realizó la FAPESP, el 14 de octubre de 1997, con el apoyo del Fundecitrus, involucró a una red de 60 laboratorios y más de 190 investigadores de varias instituciones del estado y de diferentes disciplinas, integrados virtualmente por medio de la Red de Organización para la Secuenciación y Análisis de Nucleótidos (Red Onsa, según su sigla en inglés). El trabajo, que concluyó en noviembre de 1999, consistió en la secuenciación de los 2,7 millones de pares de bases del cromosoma de la Xylella y en la identificación de los genes presentes en el genoma de la bacteria que le permitían desencadenar la clorosis variegada de los cítricos. Según la opinión del director científico de la FAPESP, Carlos Henrique de Brito Cruz, quien participó del evento, el principal objetivo de la secuenciación del genoma de la Xylella fue la calificación que les granjeó a los científicos brasileños.

El mapeo del genoma de la bacteria abrió otros horizontes para la investigación genética en Brasil. A partir de entonces, pudieron hacerse otras secuenciaciones, como es el caso del proyecto Genoma Caña, que comenzó en julio de 1999, y cuyo objetivo fue secuenciar determinados segmentos del ADN de la caña de azúcar e identificar genes con características interesantes desde lo económico. Casi simultáneamente, surgieron también, el Genoma Cáncer, en colaboración con el Instituto Ludwig de Investigación sobre el Cáncer, y el proyecto de secuenciación del código genético de la bacteria Xanthomonas axonopodis pv. Citri, causante del chancro de los cítricos.

El desarrollo de un modelo de manejo de la CVC contribuyó también al avance en la elaboración de estrategias de control del greening ‒también conocido como huanglongbing‒, una enfermedad que afecta la maduración de los frutos. Cuando apareció el greening en los naranjales de São Paulo, los citricultores percibieron que para controlarlo, deberían adoptar medidas diferentes a las que utilizaban para combatir la clorosis. “El manejo del greening tendría que hacerse a escala regional, puesto que el número de vectores de la bacteria causante de la dolencia es mucho mayor que la de la CVC y la colonización por la bacteria es mucho más rápida”, dijo el ingeniero agrónomo Armando Bergamin Filho, de la Escuela Superior de Agricultura Luiz de Queiroz, de la Universidad de São Paulo (Esalq-USP). Según él, aún hay mucho por hacer para que el greening, al igual que la clorosis, sea algo del pasado en la citricultura paulista.

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