La agencia neozelandesa de investigación en ciencias de la Tierra, GNS Science, responsable de la vigilancia de la actividad sísmica y volcánica en la región, se declaró culpable de haber fallado en informarles acerca del riesgo volcánico a los pilotos de helicópteros que aterrizaban en White Island (Isla Blanca), también conocida como Whakaari, entre febrero y diciembre de 2019. El 9 de diciembre de ese año, la erupción del volcán Whakaari mató a 22 personas y dejó heridas a otras 25. En las semanas previas, los boletines de alerta volcánica apuntaban indicios de una erupción inminente. El GNS reconoció que tendría que haber mantenido un intercambio de información más consistente con los pilotos de los helicópteros que transportaban empleados de la agencia. En noviembre de 2020, el presidente de la Agencia Nacional de Regulación Sanitaria y Laboral de Nueva Zelanda, la WorkSafe New Zealand, que presentó la acusación, alegó que la erupción fue inesperada, pero no imprevisible y, por lo tanto, los encargados del transporte de personas a la isla deberían velar por su seguridad. Es la primera vez que una agencia científica viola la Ley de Salud y Seguridad Laboral, promulgada en 2015. Este delito implica el pago de una multa máxima equivalente a unos 4.500.000 reales (Nature, 5 de junio).
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