La grandiosidad de esta escena se hace presente en los varios salones de la Caverna del Diablo, en Vale do Ribeira, en São Paulo. Éste que se ve aquí se llama Salón de la Catedral y recibe a los turistas que lo recorren por escaleras y pasarelas. El arquitecto Marcos Silvério logró aunar su profesión con la práctica de la espeleología. Realizó una maestría en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de São Paulo (FAU-USP), bajo la dirección de Anália Amorim, y estudia el uso público de las cavernas. “Estudiamos las grutas para proponer la mejor manera de promover correctamente la seguridad de los visitantes y la conservación del ambiente con un mínimo de intervención”, dice Silvério.
Foto enviada por Marcos Silvério, de la FAU-USP
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