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prueba cosmética

Una fábrica de piel artificial

Sistema automatizado de cultivo celular elabora, en 14 días, un modelo de piel para el testeo de cosméticos

Fraunhofer IGB Sistema automatizado de cultivo celular elabora, en 14 días, un modelo de piel para el testeo de cosméticosFraunhofer IGB

La producción de piel artificial para uso en pruebas de cosméticos se acerca cada vez más a una escala industrial. El Fraunhofer IGB, un instituto con sede en Stuttgart (Alemania) dedicado a la ciencia aplicada, ideó un sistema automatizado que produce 12 mil fragmentos de piel a partir de una muestra de tejido humano. El proceso de cultivo de las células ‒basado en un modelo que emplea técnicas libres de patentes, sin restricciones para su uso comercial‒ demora 14 días. “A partir de la prohibición de las pruebas en animales en varios sitios del mundo, la demanda por este tipo de material aumentará bastante”, dice Florian Groeber, del departamento de ingeniería de células y tejidos del instituto, uno de los investigadores involucrados en la iniciativa. El primer prototipo de esa “fábrica de tejidos”, cuyo proyecto comenzó en 2007, fue presentado al público en 2011. Ahora, el sistema se encuentra listo para su venta a empresas que necesitan realizar test asiduamente para certificar que sus productos de belleza no provocan alergias o irritación en la piel humana. Cada muestra de piel producida cuesta unos 50 euros. El Fraunhofer IGB no reveló el precio de venta de un sistema automatizado para producir piel artificial. “Estamos abiertos a conversaciones con las empresas interesadas y negociar su valor de acuerdo con el tamaño del pedido”, afirma Groeber. En un futuro próximo, los científicos alemanes estiman que también podrán modificar el sistema para la producción de otros tipos de tejidos humanos y piel con la suficiente calidad como para utilizarla en injertos.

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