No hay habitantes humanos en Ilha dos Alcatrazes, la mayor de las islas de un archipiélago situado 35 kilómetros al sur de São Sebastião, en el litoral paulista. Pero allí viven unas 1.300 especies de plantas y animales, entre ellas miles de aves marinas allí se posan (como los alcatraces). De ahí el nombre dado por el pueblo Tupinambá al archipiélago: Wyrá r-etá-ma, o lugar de las aves, que ahora denomina a una bromeliácea descrita recientemente, Tillandsia uiraretama, endémica de estas islas, que cubre las paredes de granito com sus flores de color lila. La especie más emparentada se encuentra en el continente y posee flores más pequeñas y blancas.
Imagen enviada por el botánico Gabriel Sabino, estudiante doctoral en la Universidad de Campinas (Unicamp)
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