Investigadores y empresas brasileñas están utilizando fibras textiles que contienen partículas nanométricas para desarrollar telas con propiedades especiales. El uso de hilos que incorporan nanopartículas de plata, cobre y zinc, con el poder de eliminar hongos y bacterias, por ejemplo, están siendo utilizados en la fabricación de telas que evitan el mal olor. Las nanopartículas de materiales inorgánicos pueden añadirse por separado o en combinación con las telas y conferirles diferentes características. En los últimos años, la empresa Nanox, con sede en São Carlos, interior de São Paulo, y filial en Estados Unidos, colabora con los telares en la producción de hilos con diferentes propiedades físicas y químicas. Además de las fibras que evitan el mal olor en la ropa, hay otras que contienen esferas microscópicas (microesferas) forradas con películas nanoestructuradas de óxido de zinc, aluminio o titanio, que reflejan los rayos infrarrojos y ultravioletas. En una prueba de exposición al sol, la tela hecha con material nanoestructurado mantuvo una temperatura de hasta 6,5°C inferior a la de otra tela que no tenía nanocomponentes. “Las telas que existen para proteger contra los efectos del sol, bloquean o reducen el paso de los rayos ultravioletas. Las microesferas que desarrollamos también reflejan el infrarrojo”, le explicó a Agência FAPESP el químico Daniel Minozzi, cofundador y director de Operaciones de Nanox. La empresa recibió el apoyo de FAPESP a través del Programa de Investigación Innovativa en Pequeñas Empresas (Pipe) y también desarrolló una tecnología que permite capturar en las micropartículas, repelentes e insecticidas. “Ya tenemos algunos proyectos en fase final de ejecución con las industrias textiles, de telas con estas propiedades”, comentó Minozzi.
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