Arthur VerganiVeintiséis artículos científicos del ingeniero eléctrico Antonio Orlandi, docente de la Universidad de L’Aquila, Italia, fueron retractados por la revista IEEE Transactions on Electromagnetic Compatibility. El Instituto de Ingenieros Electricistas y Electrónicos (IEEE), que es responsable de dicha revista, anunció que había “irregularidades en el proceso de revisión por pares” en esos trabajos de Orlandi y en otros tres papers de la revista. Hasta hace poco, el italiano era el editor en jefe de la publicación. El IEEE no dio detalles de los problemas encontrados en los manuscritos ni acusó directamente a Orlandi de ejecutar procedimientos fraudulentos bajo su responsabilidad. Solo informó que se identificaron violaciones sistemáticas de las políticas de la institución con respecto a la revisión de papers. Las mismas fueron practicadas por tres editores, quienes finalmente fueron expulsados de la organización. Sus nombres no se dieron a conocer. En una declaración, Michael Forster, director ejecutivo de IEEE, dijo que el IEEE creó un comité con el objetivo revaluar todos sus procesos, sistemas y políticas de revisión por pares. Las conclusiones y recomendaciones del comité se darán a conocer tan pronto como termine su trabajo, dijo Forster.
No es la primera vez que la imagen IEEE, una organización profesional con sede en Estados Unidos que está presente en 160 países, y que publica más de un centenar de revistas científicas, se ve afectada por un escándalo de esta índole. De acuerdo con una base de datos de retractaciones de artículos organizada por el sitio web Retraction Watch, el IEEE ya ha cancelado más de 7300 resúmenes de presentaciones de ponencias realizadas por los investigadores, publicados en actas de congresos organizados por la institución, cifra que equivale al 40% de todas las retractaciones ya registradas. En el caso de una conferencia sobre negocios y gobierno online, celebrada en 2011, fueron retractados 1.200 resúmenes. En ese momento, IEEE no suministró detalles de los problemas detectados en los trabajos, pero estableció un comité de expertos para redoblar su atención con respecto a la calidad de los resúmenes presentados en los más de 1.700 eventos que patrocina cada año.
El científico de la computación Lior Patcher, del Instituto de Tecnología de California (Caltech) en Pasadena, explicó a la revista Science que varias áreas de conocimiento aplicado prefieren divulgar sus hallazgos expresamente en conferencias en lugar de someterlos al proceso de revisión de revistas científicas tradicionales, que insume más tiempo. “Esto hace posible una distribución rápida de las ideas, pero los errores se escapan con mayor facilidad”, dijo.
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