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Tapa

Bajo la sombra de los británicos

El eclipse visto en Ceará también se observó en el marco de expediciones científicas de Brasil y de Estados Unidos

Los principales miembros de las expediciones que fueron a Ceará (desde el 3° de la izquierda): el estadounidense Wise, el brasileño Morize y los británicos Davidson y Crommelin

Colección del Observatorio Nacional

Dos expediciones menos conocidas acompañaron al equipo británico en sus observaciones del eclipse de Sol en Sobral, el 29 de mayo de 1919. Una de ellas estaba conformada por brasileños, entre los cuales se encontraban Lélio Gama, Domingos Fernandes da Costa, Allyrio Hugueney de Mattos y Teófilo Lee. El equipo, encabezado por el astrónomo Henrique Charles Morize, director del Observatorio Nacional (ON) de Río de Janeiro, desembarcó en Sobral el 9 de mayo de ese año. El objetivo era realizar observaciones espectroscópicas de la corona solar mediante la producción placas fotográficas similares a las producidas por el equipo de Greenwich. “Más que eso”, explica Carlos Veiga, de la Coordinación de Astronomía y Astrofísica del ON, “Morize pretendía demostrarles a los investigadores extranjeros la calidad científica de los brasileños, así como de la institución de la cual era director”.

Los astrónomos brasileños instalaron sus equipos en una plaza frente a la iglesia de Patrocínio, distante del lugar reservado a los británicos. En la actualidad, esa plaza alberga al Museo del Eclipse, inaugurado el 29 de mayo de 1999 con motivo de las celebraciones de los 80 años de la observación del fenómeno en dicha ciudad de Ceará. Desde el año 2014, debido a problemas en sus instalaciones, el museo está cerrado. Su reapertura está prevista para principios de mayo, en vísperas de las conmemoraciones del centenario del eclipse. La institución reúne réplicas de los planetas y satélites naturales del Sistema Solar, como así también fotos del evento de 1919 y videos con contenido científico y astronómico.

Los brasileños tomaron varias placas sucesivamente desde cámaras acopladas a los telescopios, registrando el Sol y la posición de las estrellas que lo circundaban. Investigadores del ON rescataron y restauraron algunas de dichas placas en 2015. Las mismas, que miden 24 centímetros (cm) por 18, y 9 cm por 12, están cubiertas por una emulsión con sales de plata sensibles a la luz. Se las halló en cajas de la biblioteca del ON. Después de la restauración, se las digitalizó y se las publicó en internet (bit.ly/2D2hxlW).

“Desafortunadamente, no se ha llegado a ninguna conclusión a partir de las imágenes producidas por los brasileños”, dice Veiga. La astronomía era un campo incipiente en Brasil en aquella época. “No se lograron las condiciones como para extraer ninguna información relevante de las placas producidas, de modo tal que la participación brasileña terminó restringiéndose al apoyo logístico del equipo inglés y a algunos mapeos climáticos”, comenta el investigador.

El otro equipo que acompañó el eclipse en Sobral estaba conformado por los científicos Daniel Maynard Wise y Andrew Thomson, del Departamento de Magnetismo Terrestre del Instituto Carnegie en Washington, Estados Unidos. Estudiaron los efectos del eclipse en el campo magnético de la Tierra y la electricidad atmosférica.

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