Quien no haya visto las imágenes recientes de los ríos secos en la Amazonia, dejando delfines amazónicos muertos y a los pueblos ribereños con escasez de agua y pesca, vive en otro planeta. La preocupación por los efectos del cambio climático en esta región agita a los expertos en clima y ecología, ya que pueden ser aún mayores de lo que se estima. “Una de las preocupaciones reside en que los modelos climáticos estén subestimando la sensibilidad del equilibrio entre la selva y el clima. Si así fuera, la Amazonia podría hallarse en peligro inminente de trasponer los límites climáticos o de deforestación que afectarían a la selva causando una pérdida a gran escala”, escribieron el químico británico Dominick Spracklen, de la Universidad de Leeds, en el Reino Unido, y el meteorólogo Caio Coelho, del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe) de Brasil, en sus comentarios sobre un artículo publicado en la revista Science Advances por investigadores del Instituto Potsdam para la Investigación sobre el Impacto del Cambio Climático, de Alemania. El modelo climático dinámico incluye interacciones entre la selva, la atmósfera y el clima, y señala las consecuencias de la reducción de la evapotranspiración por la extracción de los árboles y el ingreso de humedad atmosférica ocasionado por los cambios en la temperatura. La mortalidad repentina de los árboles cuando el suelo pierde humedad también aparece en el modelo. En conjunto, estas interacciones pueden provocar efectos drásticos y abruptos, más graves de lo que han predicho otros modelos al considerar el porcentaje de deforestación o calentamiento suficiente como para que la selva alcance un punto sin retorno (Science Advances, 4 de octubre).
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