
UCDLa coloración inusual se debe a los minerales presentes en el suelo, liberados por el deshielo del permafrostUCD
El color del agua de decenas de ríos de zonas remotas de Alaska, que solía ser azul cristalino, se ha vuelto de un anaranjado turbio. Un equipo de investigadores estadounidenses del Servicio Nacional de Parques (SNP), del Servicio Geológico y de la Universidad de California en Davis (UCD) ha localizado 75 ríos que discurren por reservas federales a los que solo puede accederse por helicóptero, en donde está ocurriendo este fenómeno, que podría deberse a los minerales presentes en el permafrost, la capa congelada del suelo, que han quedado al descubierto por el deshielo. “Hay lugares donde el agua de los ríos parece zumo de naranja con leche”, dijo Jon O’Donnell, del SNP, en un comunicado de la UCD. Para Brett Poulin, de la UCD, la coloración recordaba el agua de drenaje ácido de las minas, aunque no hay minas cerca de estos ríos. Algunas muestras de agua presentaban un pH ácido y alto contenido de hierro, zinc, níquel, cobre y cadmio. La acidificación puede hacer que el agua se vuelva corrosiva, reduciendo la pesca e impidiendo la migración de los peces hacia las zonas de desove (Nature Communications: Earth and Environment; newsletter de la UCD, 20 de mayo).
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