En 2017, China produjo 456.960 artículos, libros y resúmenes de conferencias en ciencia e ingeniería registrados en la base Scopus, correspondiente al 18,9% de la producción mundial. Los datos de la National Science Foundation, publicados el 30 de mayo, muestran que China superó a Estados Unidos, que ese año publicó 423.529 de estos artículos. Entre 2007 y 2017, la producción china mostró un crecimiento anual del 8,43%, muy superior al estadounidense (0,83%). En esta investigación, la India presentó una tasa de crecimiento anual de una producción académica aún mayor (11,1%) y ocupó el tercer lugar, con 121.960 artículos, libros y resúmenes publicados en 2017. Entre los mayores productores de ciencia del mundo, Brasil ocupó la posición 12, con 57.900 artículos publicados en 2017 y una tasa de crecimiento anual del 6,8%. El país con la tasa de crecimiento más alta fue Irán, con un aumento de la producción del 15,3% anual en los 10 años analizados y 45.627 documentos publicados en 2017. China no sólo ha demostrado estar expandiéndose rápidamente, sino también siendo cada vez más proteccionista. En junio, el gobierno de China dictaminó que los estudios realizados con genes, células, órganos o información de su población deberían tener al menos un participante chino entre los investigadores. Vigentes desde el 1 de julio, las nuevas normas determinan que las organizaciones extranjeras que utilizan materiales biológicos, deben obedecer las leyes chinas, trabajar en cooperación con institutos chinos y compartir datos y patentes. Aquellos que no sigan las determinaciones podrán ser multados (The Scientist,17 de junio).
