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BUENAS PRÁCTICAS

Cómo inflar currículums e influir en la gente

La lista de los investigadores más citados del mundo elimina 550 nombres sospechosos de haber magnificado los índices de impacto de sus artículos

John Swope /Getty ImagesLa empresa Clarivate Analytics, que gestiona la base de datos Web of Science (WoS), dio a conocer en noviembre su lista anual de investigadores altamente citados, una nómina que incluye a 6.938 científicos cuya producción más reciente ha tenido un impacto e influencia extraordinarios en sus campos del conocimiento. La novedad en la publicación de este año ha sido la exclusión de una cifra récord de autores sospechosos de haber incurrido en algún tipo de irregularidad para inflar su desempeño: en total, 550 nombres han sido descalificados y eliminados de la lista final. En 2021 ya habían sido descartados algo más de 300.

La lista de autores de Clarivate se ha convertido en una especie de club exclusivo de la ciencia de alto impacto. Está compuesta por el 1 % de los artículos que han recibido el mayor número de citas en 21 campos del conocimiento, publicados durante los últimos 10 años. A lo largo del tiempo, la empresa ha ido desarrollando una serie de filtros para evitar que los investigadores manipulen su rendimiento académico con el objetivo de figurar en la lista. En 2019 se excluyeron, por ejemplo, nombres de científicos cuyos artículos altamente citados, o al menos la mayoría, habían sido producidos por grandes redes de investigación: hay muchos casos de papers que llegan a tener más de mil autores (léase en Pesquisa FAPESP, edición nº 289). La justificación de esto es que la aportación individual de cada uno puede ser muy pequeña y no estaría reflejando una influencia genuina en su comunidad. Asimismo, ya eran descartados los académicos con índices exagerados de autocita, un recurso en el que el autor menciona sus trabajos previos en las referencias bibliográficas de un nuevo artículo, y también aquellos que afrontaban procesos disciplinarios por mala conducta en sus instituciones y países.

Ahora en 2022, Clarivate ha incorporado otro filtro y atribuye a este la exclusión récord. La empresa se asoció con el sitio web Retraction Watch, que dispone de una base de datos con registros de miles de artículos científicos retractados. El análisis de esos papers anulados por errores o mala conducta permitió escrutar en forma exhaustiva la legitimidad de la producción científica de los potenciales candidatos a ingresar en la lista. La existencia de algún artículo retractado por plagio, fraude o falsificación, aunque el mismo no figurara entre los más citados del autor, fue suficiente para descalificar a muchos aspirantes. Los nombres de los excluidos no se revelaron.

Según David Pendlebury, jefe de análisis de investigación del Institute for Scientific Information (ISI) de Clarivate, es posible que dentro de unos años hasta un 10 % de los artículos altamente citados quede descalificado debido a desviaciones éticas o comportamientos dudosos. “Nuestro proceso de selección se ha vuelto más riguroso que nunca, en un esfuerzo para lidiar con los niveles crecientes de mala conducta en la comunidad académica”, dijo Pendlebury en un comunicado de prensa.

La decisión de la empresa de adoptar criterios cada vez más estrictos apunta a evitar situaciones embarazosas como la generada por el escándalo que protagonizó Bharat Aggarwal, del MD Cancer Center en Houston, Estados Unidos. En 2015, aparecía entre los más citados en otra lista, de Thomson Reuters, empresa predecesora de Clarivate, y fue calificado como una de las “mentes científicas más influyentes del mundo” en el campo de la toxicología. Sin embargo, ese mismo año, la revista Biochemical Pharmacology le anuló simultáneamente siete artículos por manipulación de imágenes; en conjunto, los artículos retractados habían acumulado más de 500 citas. Tras afrontar una investigación, dejó la institución de investigación oncológica.

Con todo, el caso más sonado fue el que protagonizó el biofísico Kuo-Chen Chou, director de la organización Gordon Life Science Institute, en Boston (EE. UU.), y exdirector de la revista científica Journal of Theoretical Biology (JTB), publicada por la editorial Elsevier. Entre 2014 y 2018, fue parte de la lista de los más citados. En 2019 fue destituido de su cargo de editor cuando JTB descubrió había pedido a los autores de cientos de artículos científicos sometidos a su evaluación que citaran una extensa lista de artículos firmados por él y mencionaran un algoritmo que había desarrollado. Antes de 2003, Chou acumulaba 168 artículos publicados en su currículum, la mayoría en el campo de la biología computacional, que habían recibido unas 2.000 citas. En tanto, para 2020 ya sumaba más de 58.000 citas en 602 artículos. Según la investigación que llevó a cabo JTB, a veces revisaba artículos bajo un pseudónimo o elegía revisores de su propia institución. En algunos casos, añadió su nombre como coautor de artículos que estaba editando, ya en la etapa final del proceso de revisión por pares.

Clarivate rastrea otros posibles indicios de mala conducta, como los investigadores que publican una cantidad de artículos inusual. “Cualquier individuo que publique dos o tres artículos por semana distorsiona nuestra comprensión de los estándares normativos de autoría y crédito”, dijo Gali Halevi, directora del ISI, en una entrevista concedida al sitio web Retraction Watch. Según ella, el ingenio para eludir las normas ha adquirido ribetes sofisticados y se ve estimulado por las retribuciones que reciben los científicos cuando consiguen entrar en la lista. “Prestigio, ofertas laborales y ascensos, así como los premios en dinero son bastante comunes. Y también existe una presión institucional para que los investigadores ingresen y se mantengan en la nómina. Por desgracia, esto da lugar a que un pequeño número de individuos recurra a ardides para lograr su inclusión”.

Como ejemplo de este tipo de presiones, Halevi menciona los criterios adoptados por el Academic Ranking of World Universities (Arwu), una reputada clasificación internacional de universidades elaborada desde 2008 por la Universidad Xiao Jing Tong, de China. Ella señala que la presencia de investigadores altamente citados en los cuadros de una universidad puede influir hasta en un 20 % en el puntaje final de la institución en el Arwu. La inclusión en la lista suele redituar invitaciones a los científicos para ser admitidos como profesores asociados en universidades extranjeras sin necesidad de desvincularse de sus instituciones de origen: el objetivo es mejorar los índices de la institución contratante en el ranking chino. En Clarivate se ha pasado a tratar a estos autores como “investigadores invitados” y no se los tiene en cuenta a la hora de determinar los indicadores de las instituciones donde tienen un segundo empleo.

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