Imprimir Republish

CIENTOMETRÍA

Datos de ganadores del Premio Nobel nutren estudios sobre tendencias y avances en la ciencia

Son trabajos que buscan los patrones de productividad que caracterizan a las investigaciones y a las trayectorias de alto impacto

Marília Marz

La trayectoria de más de 120 años del Premio Nobel, que reconoce las contribuciones extraordinarias en los campos de la Física, la Química, la Medicina o la Fisiología –además de la Literatura, la Economía y en aras de la Paz–, se ha convertido en una gran fuente de información para el análisis de la producción y de las carreras científicas. Los datos vinculados al rendimiento y el perfil de los galardonados se utilizan desde hace tiempo como parámetros para evaluar el comportamiento de los científicos que trabajan en las fronteras del conocimiento y extraer tendencias que permitan entender cómo funciona y avanza la ciencia. La novedad reside en que, con la ayuda de herramientas informáticas y el acceso a grandes volúmenes de datos, estos resultados son cada vez más sofisticados.

En 2019, un grupo de científicos de la computación de las universidades de Indiana, en Bloomington, y Northwestern, en Evanston, ambas de Estados Unidos, desarrollaron un ejemplo bastante productivo: montaron una base de datos con los registros de publicaciones de casi todos los laureados en las tres categorías científicas, donde se encuentran listados más de 93.000 artículos vinculados a 545 investigadores premiados. La información sobre la producción de los científicos disponible en la plataforma Microsoft Academic Graph se cotejó con los datos extraídos de los currículums personales, de los sitios web de las universidades y de la biblioteca virtual Wikipedia. Los algoritmos obtenidos sirvieron para eliminar los registros ambiguos o repetidos.

El uso de la base de datos ya ha dado lugar a diversos artículos científicos. Un estudio publicado por el grupo en la revista Nature Reviews – Physics, por ejemplo, examinó las peculiaridades atribuidas a los ganadores del Nobel y constató que algunas de ellas todavía son válidas, mientras que otras no. El análisis confirmó que los premiados suelen producir contribuciones importantes al principio de sus carreras y bastante antes que la media de sus colegas. Pero desestimó la noción de que los vencedores del premio son genios solitarios: en realidad, cada vez son más los que forman parte de colaboraciones que involucran a grandes equipos. Los laureados publican artículos con equipos de investigación más amplios (4,04 miembros), en promedio, que los no premiados (3,25 miembros), lo que evidencia que están comprometidos con un modo altamente cooperativo de hacer ciencia.

Un análisis realizado por la revista Physics Today en la base de datos de Indiana y Northwestern reveló que los cambios en las prácticas de publicación y citas han sido incorporados por los ganadores del Nobel en los últimos 20 años: los laureados más recientes han publicado más artículos que los ganadores del siglo pasado y sus papers citaron más trabajos en sus listas de referencias. Según el italiano Santo Fortunato, director del Instituto de Ciencia de Redes de la Universidad de Indiana y uno de los responsables de la creación del banco de datos, el tiempo transcurrido entre un descubrimiento y su reconocimiento con un premio Nobel científico ha ido creciendo y llegó a un promedio que supera los 30 años. Pero la recompensa puede ser rápida cuando los hallazgos tienen un gran impacto, tal como fue el caso de la detección de las ondas gravitacionales, en 2016, que mereció el Premio Nobel de Física de 2017. “No me cabe duda de que las vacunas contra el covid-19 pronto serán reconocidas con un Nobel”, dijo Fortunato a la revista Nature.

La idea de que los datos del Nobel pueden ayudar a la comprensión del funcionamiento de la ciencia no es nueva. En la década de 1970, la socióloga Harriet Zuckerman, investigadora de la Universidad Columbia, se hizo conocida por sus estudios sobre el rol de los líderes científicos para el avance del conocimiento en Estados Unidos, utilizando datos sobre los ganadores del Nobel. Su libro intitulado Scientific elite: Nobel laureates in the United States analizó la trayectoria científica de los premiados entre 1907 y 1972, demostrando que la construcción de una cultura académica sólida resultó decisiva para que el país adquiera protagonismo científico y tecnológico. Pero el desarrollo de las herramientas computacionales potenció el atractivo del Nobel. Científicos buscan identificar en el rol de los premiados, los patrones de productividad que caracterizan a las trayectorias de alto impacto, los rasgos característicos de la creatividad e incluso los factores relacionados con la génesis de los descubrimientos.

La plataforma de currículos Lattes abona estudios sobre las tendencias de la ciencia en Brasil

El año pasado, un estudio publicado en la revista PLOS ONE, evaluó un conjunto de artículos publicados por los ganadores del Nobel para tratar de entender cómo se erigió la contribución de cada uno de ellos. Sus autores, los científicos de datos Yakub Sebastian, de la Universidad Charles Darwin de Australia, y Chaomei Chen, de la Universidad Drexel, de Estados Unidos, arribaron a la conclusión de que esos artículos compartían una característica a la que definieron como “trasposición de fronteras”, a través de la cual sus autores consiguieron conectar diversos grupos y temas de investigación que naturalmente no se articularían. El dúo está testeando métricas para identificar dicha característica.

Es cierto que las respuestas no surgirán a partir de meros indicadores bibliométricos. Un estudio publicado en 2020 por el químico polaco Marek Kosmulski, de la Universidad Tecnológica de Varsovia, demostró que no es nada trivial distinguir a los futuros ganadores del Nobel en las listas de investigadores muy productivos divulgadas a menudo por las bases de datos internacionales. Kosmulski analizó los datos de 97 ganadores de premios Nobel de Química, Economía, Medicina y Física entre 2010 y 2019 y notó que solo 17 de ellos figuran en la lista de los 6.000 más citados de la Web of Science. La empresa de análisis de datos científicos Clarivate Analytics sostiene que puede predecirse quién va obtener el premio basándose en sus datos de producción científica. Para ello ha creado una lista que ha denominado citation laureates, de la cual han salido 64 ganadores del Nobel desde 2002 a la fecha. El año pasado acertó los nombres de los cinco premiados. La empresa no dio a conocer los pormenores de su metodología: sostiene que el punto de partida es la evaluación de los artículos que acumulan más de 2.000 citas y luego sus técnicos realizan una serie de análisis cualitativos.

El economista Ho Fai Chan, de la Universidad de Tecnología de Queensland, en Australia, se especializó en los estudios que toman como parámetro a los ganadores del Nobel. Los artículos que ha publicado en la revista Scientometrics muestran, por ejemplo, que los Premios Nobel reducen el ritmo de sus colaboraciones científicas después de haber ganado el premio, pero se mantienen leales a quienes eran sus colaboradores más frecuentes antes de obtener el reconocimiento. El trabajo más reciente de Chan, publicado este año, es un análisis de los 387 ganadores de las tres categorías científicas entre 1901 y 2000 cuya conclusión indica que recibir el Premio Nobel a una edad temprana está relacionado con una mayor expectativa de vida. “Las mejoras en el estatus y la posición social que otorga el premio pueden dar lugar a una vida más larga y sana”, le dijo Chan a la revista Chemistry World. El físico Rasmus Bjørk, de la Universidad Técnica de Dinamarca, publicó en 2019 un estudio sobre las edades de los ganadores del Nobel y coincide con el análisis de Chan. “Ninguna universidad del mundo despediría a un laureado, que generalmente obtiene sustanciales fondos de investigación por el resto de su carrera”, dijo Bjørk.

Jacques Marcovitch, rector de la Universidad de São Paulo (USP) entre 1997 y 2001, puntualiza que la definición de las métricas de evaluación en física, química y medicina debe tener en cuenta las especificidades de cada área, ya que existen diferencias significativas en el desempeño de los investigadores  o en el tamaño de los equipos. “Entre la física teórica y la experimental, por ejemplo, la edad de los laureados con el Nobel suele variar bastante. Un innovador experimental tiende a obtener su gran avance más tardíamente en su vida, porque sus hallazgos dependen de la acumulación de conocimiento, mientras que los físicos teóricos suelen lograrlo más pronto, ya que aplican principios abstractos para crear nuevos conocimientos”, dice el investigador, quien coordina un proyecto financiado por la FAPESP centrado en el desarrollo de métricas para evaluar el impacto científico, económico y cultural de las universidades públicas.

También se están estudiando otras bases de datos sobre la producción científica. En Brasil, la plataforma Lattes, que contiene más de 4 millones de currículums académicos, se ha convertido en una fuente de información para una cantidad creciente de investigadores que buscan datos sobre la ciencia brasileña para estudiar sus fenómenos y tendencias, merced al desarrollo de una herramienta que ayuda a extraer y ordenar los datos de los currículums. “Las herramientas computacionales son imprescindibles para los estudios cientométricos, en particular para recopilar datos en las fuentes de internet y utilizarlos para diversas finalidades”, dice Fábio Mascarenhas e Silva, del Departamento de Ciencia de la Información de la Universidad Federal de Pernambuco (UFPE), quien ha elaborado una serie de estudios utilizando los datos de la plataforma Lattes (lea en Pesquisa FAPESP, edición nº 233). Recientemente, el investigador publicó un artículo sobre el rendimiento de los artículos de los Premios Nobel. Y comentó que discutía con estudiantes de posgrado las formas de reconocer el mérito de los investigadores, hoy en día a menudo sujetas a los indicadores de productividad e impacto académico, cuando la charla derivó en el premio. “Cuando debatimos sobre lo que ocurre cuando un científico gana el Nobel analizamos los factores que pueden contribuir a que un investigador sea más citado”, recuerda Mascarenhas.

El debate acabó inspirando el proyecto de maestría que la bibliotecaria Jailiny Stanford defendió en 2017, bajo la dirección de Mascarenhas. En el trabajo, Stanford analizó los índices de citas de los artículos de los ganadores en las disciplinas de Física y Química entre 2005 y 2015, registrados en las bases de datos Web of Science y Scopus, y comprobó que el impacto era diferente en esos dos campos del conocimiento. “Tras la obtención del premio, los laureados en Física tienen un pico notable de citas, pero ello no influye demasiado en el rendimiento de sus artículos de mayor prestigio, que ya eran muy ponderados previamente”, dice Mascarenhas. “En cambio, entre los ganadores del premio de Química, el cambio no es tan perceptible, porque los picos preceden al galardón”. La dinámica de cada disciplina, dice el investigador, influye en el reconocimiento incluso de los científicos de alto perfil.

Científicos brasileños nominados al premio Nobel

Aunque la utilización de datos sobre el Premio Nobel pueda ser ventajosa, existen limitaciones a su uso como parámetro de análisis de la ciencia. El premio instituido por el sueco Alfred Nobel (1833-1896), inventor de la dinamita, es conocido por algunos sesgos en sus criterios, tales como el número exagerado de científicos de los países desarrollados (y escandinavos en particular) invitados a proponer candidatos y escoger a los ganadores. La selección de los laureados, que implica una articulación entre los electores, no se produce en un terreno neutral. Pero esto no supone una desventaja para los estudios sobre la historia de la ciencia. El médico José Eymard Homem Pittella, profesor jubilado de la Facultad de Medicina de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG), publicó en 2018 un artículo en la revista História, Ciências, Saúde – Manguinhos sobre el grado de internacionalización de la ciencia brasileña entre 1901 y 1966, cuya fuente principal es el Nomination Archive, una base de datos que contiene la identificación y la distribución de los proponentes, los nominados y los laureados en las categorías de Medicina, Física, Química, Literatura y Paz del Nobel. El registro fue abierto por la Academia Real Sueca de Ciencias en 1974, aunque los datos de las cinco décadas más recientes permanecen bloqueados.

En su artículo, Pittella revela que durante los primeros 66 años del Nobel, la escasa inserción internacional de la ciencia nacional resultó decisiva para definir las posibilidades del país: hasta ahora ningún brasileño ha ganado el Nobel. Se cursaron varias invitaciones a científicos brasileños para que propusieran nombres postulantes al premio en las áreas de Medicina o Fisiología, Física, Paz y Literatura. En el período estudiado, la persona que recibió más nominaciones de brasileños en una categoría científica fue el fisiólogo estadounidense Walter Bradford Cannon, quien nunca obtuvo el premio. En Medicina o Fisiología, Carlos Chagas (1878-1934) fue nominado en dos oportunidades, en 1913 y en 1921. “Carlos Chagas fue un científico brillante. Descubrió una enfermedad, su agente etiológico y su forma de transmisión. Pero solamente fue nominado por científicos brasileños y no consiguió extender ese apoyo”, dice Pittella.

El médico Antonio Cardoso Fontes (1879-1943) fue nominado en 1934. Cuatro años después, también recibió una nominación el infectólogo Adolfo Lutz (1855-1940). Por su parte, el médico Manoel Dias Abreu (1891-1962), inventor de la abreugrafía o fotofluorografía, consiguió cuatro nominaciones en 1946, año en el cual, en un hecho inédito, cinco investigadores de la Universidad de Brasil fueron invitados a proponer nominaciones. Todos eligieron a Abreu, excepto el médico Agenor Guimarães Porto, quien prefirió al argentino Bernardo Houssay, ganador del Nobel en 1947. En tanto, en la categoría de Física, Cesar Lattes fue propuesto cinco veces entre 1949 y 1954, al recibir las nominaciones de siete investigadores, todos ellos extranjeros. El único de ellos con quien el brasileño no había trabajado previamente fue Leopold Ruzick, quien había ganado el Nobel de Química en 1939 y nominó a Lattes en tres oportunidades.

Republicar