El domingo 11 de diciembre, aproximadamente a las 14:40 (hora de Brasilia), la cápsula Orión acuatizó sobre el océano Pacífico cerca de la isla de Guadalupe, en México, tras un vuelo de casi 25 días orbitando la Luna. El regreso de Orión fue la etapa final de Artemis I, la primera de una serie de misiones de la Nasa, la agencia espacial estadounidense, que se propone llevar nuevamente astronautas a la superficie del satélite natural de la Tierra. La cápsula, tripulada solamente por maniquíes, ingresó a la atmósfera del planeta a una velocidad de 40.000 kilómetros por hora (km/h) y fue frenada por un conjunto de paracaídas hasta posarse sobre la superficie del océano a unos 30 km/h. El reingreso en la atmósfera sirvió para probar el escudo térmico de la nave, que soportó temperaturas de unos 2.800 grados Celsius. Los datos recabados en el vuelo son esenciales para orientar las misiones futuras. La Nasa tiene previsto lanzar la Artemis II en 2024, que llevará astronautas a orbitar la Luna y, posteriormente, después de 2025, la Artemis III, que se posará sobre la superficie lunar.
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