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INSTITUCIÓN

De Trieste a São Paulo

Un centro internacional creado en un instituto de la Unesp impulsa la investigación y organiza cursos y eventos sobre física teórica

Unesp_40_2JG6347_1LÉO RAMOSEl auditorio del Instituto de Física Teórica (IFT) de la Universidade Estadual Paulista (Unesp) se ha transformado en los últimos cuatro años en un espacio donde se desarrollan importantes debates sobre temas de física avanzada. Para 2016, hay 25 eventos programados entre cursos, seminarios y workshops. Ya para las próximas semanas, dos cursos internacionales contarán con la participación de científicos de países tales como Estados Unidos, la India, Italia, República Checa, Suecia, Francia y Argentina, que brindarán capacitación a más de una centena de estudiantes de maestría y doctorado de Brasil y del exterior. Durante el primero de ellos, que se realizará entre los días 23 y 31 de mayo, abordará la Teoría de Cuerdas, un modelo que concibe las interacciones atómicas por medio de entidades hipotéticas, las cuerdas, que serían el origen de las partículas. El segundo, del 27 de junio al 9 de julio, estará centrado en la materia oscura, la sustancia aún desconocida e invisible que compone al menos un 23% del Universo y que, aparentemente, no absorbe ni emite luz.

Algunos de los workshops en agenda versarán sobre temas tales como modelado matemático de sistemas urbanos, física, matemática y emprendimientos. Estas actividades están organizadas por el Centro Internacional de Física Teórica/ Instituto Sudamericano para la Investigación Básica (ICTP/ SAIFR, por sus siglas en inglés), una iniciativa lanzada en 2010 por el Centro Internacional de Física Teórica Abdus Salam (ICTP), en Trieste, Italia, por la Unesp y por la FAPESP. “Nuestro programa está definido por un comité científico integrado por investigadores de alto nivel de Brasil y del exterior que se reúnen cada mes de febrero”, dice el físico estadounidense naturalizado brasileño Nathan Berkovits, docente del IFT de la Unesp y director del ICTP/ SAIFR.

Se trata del primer centro que repite en otro país la experiencia del ICTP de Trieste, creado en la década de 1960 por el físico paquistaní Abdus Salam (1926-1996), ganador del Nobel de Física en 1979, para la producción de ciencia de categoría mundial y la capacitación de científicos de países en desarrollo. Más allá de la organización de eventos que convocan a disertantes y estudiantes del país y de todo el continente, el centro paulista se propone hacer investigación en física teórica en las fronteras del conocimiento. Para ello está reforzando el plantel del IFT, integrado por 18 profesores, con una decena de pasantes de posgrado, mayoritariamente extranjeros, además de investigadores visitantes. Se reclutaron cinco científicos extranjeros bajo un régimen diferente al habitual en las universidades brasileñas. La selección estuvo a cargo de un comité internacional, que evalúa a los postulantes procedentes de distintos lugares del mundo analizando sus currículos y realizando entrevistas. Aquéllos que son seleccionados, son admitidos durante un período de prueba, que generalmente se extiende por dos años. Si la experiencia resulta exitosa, se abre un concurso docente en el área de cada investigador y, si éste lo desea, puede participar del mismo.

El colombiano Eduardo Pontón, de 45 años, fue el primero en transitar ese recorrido y se convirtió en docente del IFT e investigador permanente del ICTP/ SAIFR. Pontón posee el título de Doctor en Física otorgado por la Universidad de Maryland y fue docente, entre 2004 y 2012, en la Universidad Columbia, en Estados Unidos. Es experto en física de partículas, específicamente en aquélla asociada a la operatoria del Gran Colisionador de Hadrones (LHC). Hay otros cuatro investigadores trabajando en el ICTP paulista, aún con régimen temporal. Uno de ellos es el italiano Fabio Iocco, de 36 años, experto en física de astropartículas, quien en los últimos años realizó aportes al estudio de la materia oscura. En la actualidad, Iocco es beneficiario del programa Jóvenes Investigadores en Centros Emergentes de la FAPESP, y de una donación que efectuó al centro la Fundación Simons, de Nueva York. Iocco fue electo por un comité integrado por científicos vinculados a instituciones de Estados Unidos y de Alemania, tales como la Universidad de Princeton y el Instituto Max Planck de Astrofísica, y arribó a São Paulo en 2014. Desde entonces se dedica a diversas actividades. El año pasado, fue el primer autor de un artículo que se publicó en la revista Nature Physics, que demostró la existencia de la denominada materia oscura entre el Sol y el centro de la Vía Láctea. Él y sus colaboradores constataron, con precisión inédita, que la velocidad real de rotación de las estrellas alrededor del centro de la galaxia es mayor que la velocidad que se preveía, teniendo en cuenta la fuerza de gravedad ejercida por la masa visible de las estrellas. Esa diferencia se atribuye a la presencia de la materia oscura.

El investigador italiano también organiza eventos y supervisa a estudiantes. Actualmente, se encuentra abocado a la preparación del Seminario Internacional sobre Materia Oscura, que congregará a unos 100 alumnos en el IFT, durante el mes de junio. “Se trata de un curso de interés didáctico para presentar los tópicos más avanzados sobre el tema a estudiantes de maestría y doctorado. Con el variado background de estudiantes provenientes de toda América del Sur, resulta fundamental la elección de docentes que, además de ser profundos conocedores del tema, sepan traducir ese conocimiento a los alumnos, conservando el nivel de excelencia que el ICTP-SAIFR desea generar”, dice.

Al igual que Iocco, el uruguayo Rafael Porto, de 38 años, también asumió un cargo temporalmente en el ICTP en 2014, proveniente de la Universidad de Princeton, con financiación de la FAPESP y de la Fundación Simons. La apuesta más reciente es el portugués Pedro Vieira, profesor visitante del Perimeter Institute, de Canadá, quien se hizo acreedor, en 2015, de la Medalla de Gribov, concedida por la Sociedad Europea de Física, por su investigación en física teórica. El cuadro lo completa el italiano Riccardo Sturani, beneficiario del programa Jóvenes Investigadores de la FAPESP desde 2013, quien dejará el IFT en el segundo semestre para ir a trabajar en el Instituto de Física de la Universidad Federal de Río Grande do Norte (lea en Pesquisa FAPESP, edición nº 242). Este último se encuentra vinculado al Observatorio de Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales (Ligo, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, que fue pionero en el registro del paso de ondas gravitacionales por la Tierra (lea en Pesquisa FAPESP, edición nº 241).

El programa de maestría y doctorado del IFT-Unesp obtuvo la nota máxima (7) en las dos últimas evaluaciones de la Coordinación de Perfeccionamiento del Personal de Nivel Superior (Capes), siendo 6 la nota anterior en esa evaluación. Ese desempeño se atribuye al crecimiento de la articulación con universidades de otros países. El posgrado del IFT, creado en 1970, suma alrededor de 300 másteres y 200 doctores egresados y, actualmente, cuenta con 60 alumnos. “Ya llegamos a tener 28 docentes, un contingente suficiente como para garantizar la diversidad en áreas de investigación en nuestro posgrado, pero muchos se jubilaron y aún no ha habido reemplazo. Hoy somos tan sólo 18”, dice Rogério Rosenfeld, docente y actual director del IFT. El instituto no dispone de carreras de grado.

Unesp_26_2JG6295_1LÉO RAMOSEs cierto que los jóvenes investigadores están implantando nuevas líneas de investigación, en consonancia con lo que se realiza en los mejores institutos del exterior, lo cual confirma la fuerte y tradicional articulación internacional del IFT. El instituto fue creado en 1951 por un grupo cuyo líder era el ingeniero civil José Hugo Leal Ferreira, con el apoyo de militares tales como el general Henrique Teixeira Lott, quien sería candidato a presidente de la República en 1960. “El país transitaba la posguerra y había un gran interés en la investigación en física, acaso por motivos erróneos”, dice Rosenfeld, refiriéndose a la recurrencia de la investigación nuclear. “Varias instituciones ligadas a la investigación científica también se crearon en esa época, entre ellas el CNPq, la Capes y el Centro Brasileño de Investigaciones Físicas, el CBPF”, afirma. El alto costo de crear un instituto de investigación en física experimental condujo al grupo a proponer un centro orientado a la física teórica.

El modelo que se adoptó fue el del Instituto de Física Max Planck, de Göttingen, en Alemania, que por entonces era dirigido por Werner Heisenberg, Premio Nobel de Física en 1932, quien fue uno de los padres de la teoría cuántica y uno de los responsables del programa nuclear de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra. “José Hugo Leal Ferreira llegó a invitar a Heisenberg para que sea su director”, recuerda el físico Pedro Carlos de Oliveira, quien en 2001 defendió una tesis doctoral en la Universidad de São Paulo (USP) sobre la historia del IFT. Luego de meses de tratativas, Heisenberg rechazó la invitación y sugirió los nombres de los físicos Carl Friedrich von Weizsäcker, Wilhelm Macke y Reinhard Oehme, que vinieron a Brasil. Weizsäcker fue el primer director del instituto.

Al final de la década de 1950, el instituto inauguró su etapa japonesa. En 1958, arribaron a São Paulo los profesores Mituo Taketani, de la Universidad de Rikkyo, y Yasuhisa Katayama, de la Universidad de Tokio. Esta colaboración hizo posibles trabajos tales como el modelo de partículas al que se conoce con el nombre de Modelo São Paulo. En 1962, Paulo Leal Ferreira, uno de los hijos de José Hugo, el fundador, fue designado director científico, el primer brasileño en asumir el cargo. El IFT, dedicado a la investigación y a la formación de científicos, consolidó a lo largo del tiempo la colaboración con universidades de otros países, entre los que figuran Dinamarca, Chile, Argentina, Italia, Francia, Estados Unidos, España e Inglaterra.

En la década de 1980, padeció una severa crisis económica, cuando la Financiadora de Estudios y Proyectos (Finep), del gobierno federal, redujo las transferencias de dinero y determinó que sus recursos no podrían utilizarse para el pago de sueldos. La solución propuesta para ese atolladero sería la vinculación del instituto con alguna universidad. Se mantuvieron conversaciones con la USP y con la Universidad de Campinas (Unicamp), pero el avance se produjo con la Unesp, que tenía escaso historial en física. La producción científica del IFT era mayor y tenía más impacto que la de todos los departamentos de física de todas las unidades de la Unesp.

La antigua sede del Instituto de Física Teórica, en la calle Pamplona, en São Paulo: investigación, formación de recursos humanos y colaboraciones internacionales

Eduardo Cesar La antigua sede del Instituto de Física Teórica, en la calle Pamplona, en São Paulo: investigación, formación de recursos humanos y colaboraciones internacionalesEduardo Cesar

Paulatinamente, el IFT se fue incorporando a la estructura de la Unesp. “Somos una unidad complementaria, ligada a la rectoría, que siempre nos brinda bastante apoyo”, dice Rosenfeld. Un investigador del IFT destacado en un frente más experimental que teórico, el físico Sérgio Novaes, fue quien lideró la creación del Núcleo de Computación Científica de la universidad, que hoy realiza procesamiento de datos para más de 300 investigadores de la Unesp. “Ese trabajo es un resultado indirecto de nuestra participación en el LHC”, dice Novaes, quien coordina la articulación paulista de una red internacional de computadoras que filtran y organizan los resultados de las colisiones atómicas generadas en los aceleradores de partículas. A través del proyecto temático Centro de Investigación y Análisis de São Paulo (Sprace, por sus sigla en inglés), físicos brasileños participan desde 2003 en el análisis de las propiedades de millones de partículas que nacen y mueren al toparse a altísima velocidad en el acelerador Tevatron del Fermilab, en Estados Unidos, que fue desactivado en 2011, y en los túneles del LHC, en la frontera franco-suiza.

Novaes ingresó en la Unesp al final de la década de 1970 y se dedicó a los campos de la física teórica hasta el año 2000, cuando optó por un área experimental. Su participación en el LHC ‒pasa dos temporadas por año en Francia‒ lo transformó en uno de los científicos más productivos de la Unesp. Ocupa el tercer puesto de una lista que elabora el ranking Webometrics, donde figuran los 100 investigadores brasileños más citados, según el Google Scholar Citations (GSC). Sus artículos han obtenido 47.500 citas. “Para que un experimento de esa envergadura funcione, se necesita una masa crítica considerable, con la participación conjunta de un gran número de científicos. Pero la producción es periódica. Mientras se construía el equipamiento, no publicamos durante un largo tiempo. Cuando empezaron a surgir los datos, la producción se incrementó”, dice.

El IFT funcionó hasta 2009 en una antigua casona situada en la calle Pamplona, en la capital paulista, que todavía pertenece a la fundación que mantenía al instituto. Uno de los hitos de su integración con la Unesp fue el traslado de su sede al campus que edificó la universidad frente a la estación de ómnibus y ferroviaria de Barra Funda, en São Paulo, que también incluye al Instituto de Artes y a la Agencia Unesp de Innovación. El pasado mes de marzo, los vecinos IFT y el Instituto de Artes promovieron su primer evento conjunto. Bajo el título de Encuentro de Universos, contó con la disertación de físicos y artistas plásticos sobre temas tales como “Einstein y Picasso: Espacio, tiempo y belleza” y  “El Bosón de Higgs desde una perspectiva artística”.

Este es el tercer reportaje de una serie sobre los 40 años de la Universidade Estadual Paulista, la Unesp

Proyectos
1.
ICTP – Instituto Sudamericano para la Investigación Fundamental: Un centro regional para la física teórica (nº 2011/11973-4); Modalidad Proyecto Temático; Investigador responsable Nathan Jacob Berkovits (IFT-Unesp); Inversión R$ 4.293.588,79
2. Centro de Investigación y Análisis de São Paulo (nº 2013/01907-0); Modalidad Proyecto Temático; Investigador responsable Sérgio Ferraz Novaes (IFT-Unesp); Inversión R$ 4.645.660,87 (para todo el período de duración del proyecto).
3. Abordaje de una teoría de campos efectiva en cosmología (nº 2014/25212-3); Modalidad Programa Jóvenes Investigadores en Centros Emergentes; Investigador responsable Rafael Alejandro Porto Pereira (IFT-Unesp); Inversión R$ 192.939,21 (para todo el período de duración del proyecto).
4. La materia oscura en la Vía Láctea: Una era de precisión (nº 2014/22985-1); Modalidad Programa Jóvenes Investigadores en Centros Emergentes; Investigador responsable Fabio Iocco (IFT-Unesp); Inversión R$ 183.616,51 (para todo el período de duración del proyecto).
5. Investigación en ondas gravitacionales (nº 2013/04538-5); Modalidad Programa Jóvenes Investigadores en Centros Emergentes; Investigador responsable Riccardo Sturani (IFT-Unesp); Inversión R$ 256.541

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