Los machos de libélulas con alas coloridas atraen a más hembras y también a los machos rivales hacia su territorio, dando origen a una feroz competencia por el apareamiento. Los entomólogos Rhainer Ferreira y Paloma Pena-Firme, de la Universidad Federal de São Carlos (UFSCar), observaron a ciento veinte libélulas –a cada una durante aproximadamente unos quince minutos– en una reserva ecológica del estado de Minas Gerais y en una finca del interior del estado de São Paulo. Y notaron que los machos con alas coloridas se establecían en un territorio cercano a las fuentes de agua y, acto seguido, comenzaban a cortejar a las hembras, exhibiendo sus alas en vuelo. Los que ostentaban colores más vivos, independientemente de su tamaño, atraían la atención de una mayor cantidad de hembras y también de machos rivales, que llegaban antes que ellas para disputarles el territorio (Scientific Reports, 31 de agosto)
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