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Matemática

Distinción internacional

Investigadoras del Instituto de Matemática Pura y Aplicada de Brasil obtienen reconocimiento en el exterior por sus trabajos y pueden inspirar a las chicas que sueñan con una carrera en las ciencias exactas

Una imagen del fractal de Mandelbrot generada por computadora

Laguna Design/ Getty Images

En el mes de septiembre, la brasileña Carolina Araujo, de 44 años, y la italiana Luna Lomonaco, de 34, investigadoras del Instituto de Matemática Pura y Aplicada (Impa) de Brasil, ganaron sendos premios internacionales de prestigio. Este reconocimiento puede constituir un buen incentivo para que las chicas profundicen en ese universo tan masculino. “Se trata de un problema cultural muy serio, no solo acá en el país sino en todo el mundo. La escasez de modelos hace necesaria una concientización en el entorno familiar y laboral”, dice el matemático Marcelo Viana, director general de la institución.

Carolina Araujo obtuvo el premio que lleva el nombre del matemático indio Srinivasa Ramanujan (1887-1920), reconocido por su labor en la denominada teoría de números, que estudia la estructura de los números enteros a partir de los números primos. Hoy en día, las aplicaciones de esta área todavía son muy diversas, desde software de computaras hasta la química de los polímeros.

Araujo es la primera brasileña y la segunda mujer que gana el Ramanujan desde que se instituyó el premio en 2004. La investigadora explica que su área de trabajo es la confluencia entre el álgebra y la geometría, un ámbito en el cual los objetos pueden definirse no solo por medio de ecuaciones matemáticas, sino también por sus propiedades geométricas. La geometría algebraica estudia los objetos definidos por ecuaciones. Los polinomios son las funciones más básicas del álgebra, que incluyen solamente sumas y productos de potencias de las variables.

Difusión IMPA Carolina Araujo y…Difusión IMPA

Como ejemplo de aplicación de la geometría algebraica, la investigadora hace referencia a la biología molecular, en la cual ciertas cadenas de reacciones químicas pueden definirse mediante ecuaciones polinómicas. El estudio de la geometría del conjunto de soluciones de esas ecuaciones permite obtener informaciones cualitativas sobre las reacciones químicas. “En la geometría birracional tratamos de entender por qué dos objetos, posiblemente definidos por ecuaciones muy diferentes, presentan esencialmente la misma forma e idénticas propiedades geométricas”, explica.

La fascinación de esta carioca por el tema viene desde su carrera de grado en matemática, que cursó en la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro (PUC-RJ), donde fue dirigida por Ricardo Sá Earp en un proyecto de iniciación a la investigación científica. Ella culminó su doctorado en 2004, en la Universidad de Princeton (EE. UU.), e inmediatamente después recaló en el Impa. Su trabajo ha sido reconocido con premios tales como el Liftoff Fellow, del Instituto de Matemática Clay, en Estados Unidos (2004), y el premio L’Oréal para Mujeres en la Ciencia (2008).

La investigación de Araujo es en el campo de la matemática pura, pero ella explica que los objetos que estudia se aplican en áreas tales como la criptografía, el procesamiento de datos informáticos e incluso en la definición del espacio-tiempo en la teoría de cuerdas, un modelo físico-matemático que alude a un universo formado por objetos unidimensionales –similares a cuerdas– y hasta 11 dimensiones. “Estos sistemas polinómicos están muy presentes en la ciencia, como en el caso de la comprensión de las reacciones químicas”, explica. Este año, la ceremonia de entrega del premio, que incluye una conferencia de la ganadora, se realizará en forma virtual.

Difusión IMPA Luna Lomonaco: las únicas mujeres entre los científicos del instituto; a la izquierda, una imagen del fractal de Mandelbrot generada por computadoraDifusión IMPA

También en el mes de septiembre, la italiana Luna Lomonaco –que trabaja en el Impa desde enero de este año– fue la primera mujer laureada con el Premio Reconocimiento de Umalca (Unión Matemática de América Latina y el Caribe). Ella estudia una de las formas geométricas a las que se considera como las más hermosas –los fractales–, que forman un conjunto de figuras geométricas que se replican dentro de sí mismas hasta el infinito. Lomonaco obtuvo resultados importantes al respecto de lo que se denomina Conjunto de Mandelbrot, en el cual una serie de ramificaciones se expande a partir de una imagen central.

En esas ramificaciones hay fractales que imitan exactamente la figura central y otros que difieren. Uno de los interrogantes principales que la investigadora pudo responder es lo que determina la ocurrencia de réplicas  fieles o alteraciones del formato. Viana explica que los fractales están presentes, por ejemplo, en la historia del cine. “Los primeros usos de los gráficos por computadora en películas, en los años 1980 y 1990, fueron con fractales. Algunos simulaban un fondo de montañas que no eran tales, sino fractales. Los paisajes estaban hechos con ellos”. Los sistemas dinámicos que producen conjuntos fractales también se utilizan para estudios de cambios climáticos, trayectorias de meteoritos e investigaciones sobre el cáncer.

Lomonaco y Araujo son las dos únicas mujeres en un instituto que cuenta con un total de 47 investigadores. Para la italiana, ser científica incluye algunos supuestos que no se ajustan a lo que la sociedad espera de una mujer, como ser la competitividad, una cierta dosis de arrogancia, egoísmo y ambición. “Si criamos a una chica de manera diferente, no es extraño que ellas elijan carreras distintas a las de los chicos”. Y recuerda el relato de una colega que quería comprarle un regalo a su nieta y fue a buscar un equipo de química para niños a una juguetería. Como no pudo encontrarlo le preguntó a la vendedora, quien le respondió: “Estás en la sección equivocada, ese juguete se encuentra en el sector de regalos para niños”.

Lomonaco nació en Milán y estudió matemática en la Universidad de Padua. Luego cursó parte de sus estudios en la Universidad de Barcelona, en España, donde realizó una maestría y después se fue a la Universidad de Roskilde, en Dinamarca, para el doctorado. Arribó a Brasil en 2014 y se convirtió en docente de la Universidad de São Paulo. En 2019, fue la primera mujer ganadora del Premio de la Sociedad Brasileña de Matemática.

Ella relata que en su área, la presión masculina es intensa en todo el mundo. Cuando estudiaba en la Universidad de Padua, en cierta ocasión solicitó rehacer un examen en el cual la habían calificado con un 5, algo que en Italia está permitido. El oír su petición, el docente se golpeó la cabeza en la mesa varias veces, advirtiéndole que le sería imposible obtener una nota mejor.

Araujo, quien es vicepresidenta del Comité de Mujeres en Matemática de la Unión Internacional de Matemática, coincide con su colega. Según ella, la participación de las mujeres en las becas de productividad en matemática del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq) es menor a un 15 %.

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