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Ambiente

El hemisferio Norte sufre una ola de calor

Rafina, cerca de Atenas, en Grecia: la situación empeorará en las próximas décadas

Angelos Tzortzinis/ AFP/ Getty Images

El 3 de agosto, la temperatura llegó a 45,9 grados Celsius (oC) en Alcácer do Sal, cerca de Setúbal, en Portugal, aproximándose al récord de 47,4oC, registrado en 2003 en el país. Hasta principios de agosto, la ola de calor en Europa había causado tres muertes en España y sequías e incendios de Suecia a Grecia, donde murieron decenas de personas. El récord de temperatura máxima en Europa fueron los 48oC registrados en julio de 1977 en Atenas. En Japón, en julio de este año, alrededor de 22 mil personas fueron hospitalizadas con síntomas de infarto durante la ola de calor que se abatió sobre el país, donde las temperaturas pasaron los 41oC. El 4 de agosto, la revista médica británica Lancet consideró que el cambio climático, al que se atribuyen las recientes olas de calor, constituye “una verdadera emergencia de salud planetaria”. En una actitud simbólica, el Royal College of General Practitioners, la mayor asociación médica del Reino Unido, con 52 mil miembros, anunció que cesará sus inversiones en compañías que producen combustibles fósiles, cuyo consumo es una de las principales causas de las alteraciones en el clima del planeta (British Medical Journal, 27 de julio). En caso de que no se tomen medidas tendientes a reducir la emisión de gases de efecto invernadero, que contribuyen con el cambio climático, las muertes causadas por las intensas olas de calor pueden intensificarse durante las próximas décadas en al menos 20 países, entre ellos, Brasil, de acuerdo con la proyección de un grupo internacional de científicos, del cual participaron investigadores de la Universidad de São Paulo (PLOS Medicine, 31 de julio). En el peor de los escenarios, el total de muertes relacionadas con las olas de calor podría aumentar en el período 2031-2080 casi nueve veces respecto al período 1971-2020 en ciudades costeras de la región nordeste de Brasil y de cinco a seis veces en las costas de las regiones sudeste y sur del país.

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