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Necrológicas

El legado de João Steiner

El astrofísico de la USP estudió los agujeros negros y acordó colaboraciones con los principales telescopios internacionales

Léo Ramos ChavesEl trabajo como investigador y gestor de la ciencia que dejó João Evangelista Steiner debería servir de espejo y base para que las generaciones actuales y futuras de astrofísicos brasileños sigan cumpliendo su papel fundamental: dirigir su mirada entrenada al cielo y, con la visión ampliada por un telescopio, extraer conocimientos de allí donde la mayoría de la gente ve algunos puntos de luz en medio de la oscuridad. Como científico, en el campo de las ideas, el profesor titular del Instituto de Astronomía, Geofísica y Ciencias Atmosféricas de la Universidad de São Paulo (IAG-USP) –que falleció inesperadamente el 10 de septiembre, a la edad de 70 años– se especializó en astronomía de rayos X y en el estudio de los núcleos activos de las galaxias. Hoy en día, la astrofísica sabe que en el centro de la mayoría de las galaxias, como en el caso de la Vía Láctea, hay un gigantesco agujero negro, con una masa equivalente a millones o miles de millones de soles, del cual no escapa ninguna materia, y ni siquiera la luz.

El investigador, que se dedicó a esa área de estudios, fue muy influyente. Se graduó en física en la USP e hizo su maestría y su doctorado en astronomía en el IAG, donde era docente desde 1977. Publicó más de 110 artículos en revistas científicas revisadas por pares (peer review), sin contar sus contribuciones en libros, los trabajos presentados en congresos y la supervisión de 29 alumnos de posgrado, entre estudiantes de maestría y doctorado. A finales de la década de 2000, perfeccionó un método estadístico adoptado en otras áreas de la ciencia (el análisis de los componentes principales) para analizar la inmensa cantidad de datos generados por la espectroscopía de campo integral, una técnica de observación astronómica, por ejemplo.

“De esa manera, él descubrió agujeros negros en lugares donde nadie había encontrado nada”, dice el astrofísico Augusto Damineli del IAG, quien fue amigo y compañero de trabajo de Steiner durante 50 años (se graduaron a la par, junto a Laerte Sodré, quien actualmente también es docente en el mismo instituto). “Ejerció muchos cargos administrativos, pero nunca dejó de investigar”. Entre otros puestos, fue director del Laboratorio Nacional de Astrofísica (LNA) entre 1997 y 1999, secretario del Ministerio de Ciencia y Tecnología (MCT) entre 1997 y 2002, y director del Instituto de Estudios Avanzados (IEA) de la USP entre 2003 y 2007. También coordinó la implementación del Sistema Paulista de Parques Tecnológicos.

Aportes científicos aparte, quizás el mayor legado de este catarinense –del estado de Santa Catarina− de origen germánico, de hablar tranquilo pero firme, fue su desempeño como gestor de equipos y administrador público. Steiner siempre bregó por la modernización de la infraestructura de estudios astronómicos en Brasil. “Luego de una pasantía de posdoctorado en Estados Unidos [entre 1979 y 1982], donde también pasó un tiempo como parte del equipo de profesionales del Center for Astrophysics – Harvard & Smithsonian, Steiner regresó a Brasil con un profundo sentido de necesidad y urgencia por mejorar la infraestructura de la investigación astronómica. Desde entonces trabajó incansablemente en pos de ese objetivo. “Podemos decir, sin lugar a dudas, que el acceso que nuestra comunidad tiene hoy en día a los telescopios de mediano y gran tamaño es un resultado directo de sus grandes esfuerzos en ese sentido”, dice la astrofísica Claudia Mendes de Oliveira del IAG, miembro de la Coordinación Adjunta de la Dirección Científica de la FAPESP y amiga de Steiner.

GMTO Corporation/ M3 Engineering Representación artística del GMT, el supertelescopio em construcción en Chile, en el cual participa la FAPESPGMTO Corporation/ M3 Engineering

Mediante acuerdos internacionales, que contaron con la participación directa, cuando no con el liderazgo formal de Steiner, en la actualidad, los astrofísicos brasileños tienen garantizado el tiempo de observación en al menos dos telescopios situados en el exterior. En el Observatorio Gemini, compuesto por dos telescopios ópticos gemelos de 8,1 metros (m), uno ubicado en Chile y el otro en Hawái, el país dispone del 6,5% del tiempo total de uso de ambos equipos. Desde 2005, aproximadamente el 30% del uso del Soar, un telescopio de 4,1 m situado en Chile, está reservado a la astronomía brasileña. “En sus comienzos, en la década de 1970, la astronomía nacional disponía básicamente de los pequeños instrumentos de observación situados en el territorio brasileño”, recuerda Wagner Corradi, actual director del LNA.

El LNA, ubicado en la ciudad de Itajubá, en Minas Gerais, coordina la participación del país en el Gemini y en el Soar, y opera el observatorio principal en suelo nacional, el de Pico dos Dias (OPD). Este observatorio, inaugurado en 1980, cuenta con tres telescopios modestos, el más grande con un espejo de 1,6 m de diámetro. Los acuerdos internacionales fueron impulsados por las limitaciones, principalmente de orden natural, impuestas por la geografía nacional: las condiciones meteorológicas del país no son las ideales para el montaje de grandes observatorios, que tienden a instalarse en zonas desérticas, lejos de los centros urbanos, donde el número de noches con cielos despejados es mucho mayor, un escenario más prometedor para registrar el firmamento. “Los convenios internacionales, que han contado con el inestimable esfuerzo del profesor Steiner para lograr los acuerdos, han posibilitado saltos de calidad en la astronomía nacional”, dice Corradi.

En febrero de este año, cuando se hizo cargo del LNA, Corradi recibió una llamada telefónica de Steiner. Además de las felicitaciones por el cargo, el astrofísico de la USP reiteró su voluntad de seguir trabajando juntos para mejorar la instrumentación de Soar, uno de los proyectos más entrañables de Steiner. “Le hubiera bastado con enviarme un correo electrónico, pero él se encargó de llamarme”, recuerda el director del LNA.

De origen germánico, Steiner nació y murió en el municipio catarinense de São Martinho. Hasta los 10 años de edad, solamente hablaba alemán

En 2010, Steiner fue el principal defensor y articulador de la participación del estado de São Paulo, a través de la financiación de la FAPESP, en el consorcio internacional que lleva a cabo el proyecto del Giant Magellan Telescope (GMT). Se trata de un telescopio de 24,5 m, que se está construyendo en Chile con un costo total estimado de 1.000 millones de dólares. Se espera que el GMT se inaugure a finales de esta década. El GMT inaugurará una nueva era en las observaciones del Universo, permitiendo, por ejemplo, el estudio en detalle de la atmósfera de los exoplanetas (lea en Pesquisa FAPESP, edición nº 231). Merced a un acuerdo firmado en diciembre de 2014, los investigadores de São Paulo tendrán derecho al 4% del tiempo de observación del supertelescopio. La Fundación se comprometió a invertir 40 millones de dólares en el GMT, de los cuales ya se ha pagado el 80%. Steiner era el representante de la FAPESP en el comité de fundadores del GMT.

“Fue un científico brillante y contribuyó de manera extraordinaria al diseño del sistema de investigación científica en Brasil, tanto en el Inpe [Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales] como en la USP y especialmente a nivel nacional, como secretario de las unidades de investigación del MCTIC, donde implementó varias organizaciones sociales y ayudó a definir las misiones de nuestros institutos. En la FAPESP también fue decisivo, coordinando algunos de los mayores proyectos de la Fundación”, declaró Carlos Américo Pacheco, presidente del directorio del Consejo Técnico-Administrativo de la Fundación (CTA), a Agência FAPESP. “El profesor Steiner fue un ícono de la ciencia nacional, que brindó su aporte en innumerables esferas de actividad. Ese es el legado efectivo de su apasionada labor en aras de la ciencia”, sostuvo Luiz Eugênio Mello, director científico de la FAPESP.

ESA Ilustración de un agujero negro, uno de los cuerpos celestes más estudiados por SteinerESA

La educación y la divulgación científica, y de la astronomía en particular, fueron algunas de las actividades a las que se dedicó con ahínco. Sus cursos en video, Astronomia: Uma visão geral I y II [Astronomía: Un panorama general I y II], dirigidos a un público no especializado, contabilizan aproximadamente 1 millón de visualizaciones. Los programas eran las clases, filmadas, que Steiner impartía ante los estudiantes de primer año de la licenciatura en astrofísica del IAG. También tenía una columna semanal en la radio USP, intitulada Entender estrelas. Estas iniciativas despertaron vocaciones para la carrera de la astrofísica. “Cuando estaba en la escuela y decidí que quería estudiar astronomía, mi profesor fue quien me confirmó ese interés, con los videos en YouTube que hacen que una clase de astronomía sea accesible a cualquier persona con interés que disponga de acceso a internet. Luego, en la universidad, conocí a Steiner personalmente en sus clases. Su fascinación por el universo era tan contagiosa que en la primera asignatura que cursé en el IAG, ya estaba pidiendo hacer la iniciación a la investigación científica con él”, dice, en declaraciones al sitio web del IAG, la alumna de maestría Catarina Aydar, quien era dirigida por el astrofísico.

El astrofísico nació en el seno de una familia de agricultores de origen alemán, y aprendió portugués recién a la edad de 10 años. Hasta ese entonces, solamente hablaba alemán, el idioma que por entonces era habitual en São Martinho, su ciudad natal en el estado de Santa Catarina. “Mis bisabuelos vinieron del valle del Rin, en Alemania, y se afincaron en el valle de Capivari, en Santa Catarina. La familia de mi padre era originaria de la localidad de Koblenz, donde el río Mosela desemboca en el Rin. Mi madre pertenece a la familia Boeing y vino de Bocholt. Ella era descendiente de dos hermanos que desertaron del servicio militar alemán. Uno de ellos, William, se estableció en Seattle y fundó una compañía que más tarde comenzó a fabricar aviones: Boeing. El otro, Werner, vino para Santa Catarina. Lo malo de esta historia es que nací en el lado pobre de la familia”, recordó bromeando en una entrevista concedida en 2013 a Pesquisa FAPESP.

Con la irrupción de la pandemia del covid-19 en Brasil y la suspensión de las actividades presenciales en la USP, Steiner optó  por aislarse en el hogar familiar en São Martinho. Llevaba cinco meses en Santa Catarina cuando en la mañana del 10 de septiembre se sintió mal mientras hacía una caminata junto a su hijo mayor, Renato, y sufrió un infarto. “Para los indígenas brasileños, cuando una persona muere se convierte en una estrella. João es ahora una estrella de primera magnitud”, compara Augusto Damineli.

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