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Neurociencia

El virus del Zika y lo astrocitos

Copias del virus del Zika (en verde) en el interior de un astrocito

Karina Karmirian y Pítia Ledur/ IDOR/ UFRJ

El virus del Zika, aislado en África en 1947, tiene predilección por las células del cerebro. Sin embargo, esa relación solo comenzó a investigarse durante la epidemia de 2015 y 2016, cuando se confirmó que ese virus puede provocar el nacimiento de bebés con cerebro reducido (microcefalia) y daños cerebrales. En un principio, se verificó que el Zika atacaba principalmente a las células inmaduras y versátiles que dan origen a las neuronas y otras células cerebrales. Recientemente, se observó que el blanco preferencial son los astrocitos, células que coordinan el desarrollo y la defensa del sistema nervioso central. Ahora, un grupo coordinado por el neurocientífico Stevens Rehen, de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y del Instituto D’Or de Pesquisa e Ensino (Idor), describió cómo ocurren los daños en los astrocitos. El virus del Zika se apodera de las usinas energéticas (mitocondrias) de las células y las hace producir energía extra para la multiplicación viral. Esa sobrecarga afecta a las mitocondrias y eleva la producción de radicales libres, que causan lesiones en los componentes de la célula. En el núcleo, los radicales libres dañan al ADN. Tanto la sobrecarga de las mitocondrias como las lesiones en el ADN conducen a la muerte celular. Los datos sugieren incluso que el virus del Zika provoca la inflamación de los astrocitos (Scientific Reports, 27 de enero). “Eso nos lleva a pensar en las posibles consecuencias para los bebés infectados durante la gestación, aunque no hayan nacido con microcefalia”, dice Rehen.

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