Como resultado de la articulación entre organizaciones científicas, diputados y senadores de diferentes espectros políticos, el 5 de noviembre de 2019 el periódico O Globo publicó el artículo intitulado “La base del progreso”. En dicho texto, firmado por Rodrigo Maia (Demócratas-Río de Janeiro), presidente de la Cámara de Diputados, y otros 21 líderes partidarios, se sostiene que las inversiones en ciencia, tecnología y educación son cruciales para asegurar el desarrollo económico y deben verse como una solución para la crisis que atraviesa Brasil.
Para avalar este argumento, en el artículo se recuerda que antes de 1990, el Producto Interno Bruto (PIB) brasileño era superior al chino, cuya economía actualmente compite con la estadounidense. Para los autores del texto, esta nueva realidad fue posible debido a la inversión del país asiático en ciencia y tecnología (C&T). Hoy en día China invierte 10 veces más recursos que los que Brasil destina al área. En el artículo se critican también los intentos del gobierno federal de recortar los gastos en C&T y en educación a causa de la crisis económica. Más específicamente, el recorte en el presupuesto de la Coordinación de Perfeccionamiento del Personal de Nivel Superior (Capes) –vinculada al Ministerio de Educación (MEC) y que le brinda soporte a las carreras de posgrado en el país, en donde se produce el 95% de la investigación científica brasileña– y del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq), agencia subordinada al Ministerio de Ciencia, Tecnología, Innovación y Comunicaciones (MCTIC), responsable de la financiación de proyectos de investigación científica y de la concesión de becas de investigación. Los diputados firmantes del artículo refutan la propuesta de fusión de ambas organizaciones haciendo hincapié en que las mismas tienen funciones complementarias y esenciales para el avance de la investigación científica nacional. Esta es una medida defendida por el gobierno federal, amparándose en que la mentada unificación podría economizar recursos.
En el artículo, los diputados también ponen énfasis en los riesgos que implica la transferencia de la Financiadora de Estudios y Proyectos (Finep) al Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES). “El desguace del sistema de I&D [Investigación & Desarrollo] ignora las trayectorias apuntadas por la economía global”, se pondera en el texto, al opinar que el informe del Foro Económico Mundial divulgado en el mes de octubre hace hincapié en la importancia de que los gobiernos inviertan en investigación científica y educación.
La directora de innovación de la Confederación Nacional de la Industria (CNI), Gianna Sagazio, explica que el artículo fue redactado a partir de la reunión que se realizó en Brasilia en el mes de noviembre, como parte de las actividades de la Movilización Empresarial por la Innovación (MEI). Esta iniciativa, que se desarrolla desde hace 11 años, agrupa a alrededor de 300 de los principales líderes empresarios del país y funciona como un foro de diálogo entre el sector empresarial, el gobierno, la academia y la sociedad civil. En el encuentro estuvieron presentes el presidente de la Cámara de Diputados, el presidente del Senado, Davi Alcolumbre (Demócratas-Amapá), además de unos 100 diputados, 30 senadores y 250 líderes empresariales.
“Somos la novena economía del mundo y, al mismo tiempo, ocupamos puestos bajos en los rankings de innovación”, dice Sagazio, quien también está a cargo de la coordinación ejecutiva de la MEI. “El país se encuentra relegado en los rankings internacionales de innovación, algo que acaba influenciando negativamente la competitividad empresarial, además de menoscabar la generación de empleos”, enfatiza. En ese sentido, la directora de la CNI alude al informe Global Innovation Index, que ubica a Brasil en el puesto 66º de una lista de 129 países. “En los últimos nueve años, el país cayó 19 puestos”. Mientras tanto, subraya, países con mayor desarrollo, tales como China, Alemania y Suiza, escogieron la innovación como principal eje de desarrollo, cuando en Brasil, a las inversiones en investigación aún se las considera gastos. “Las empresas no innovan por sí solas. Para desarrollar un ambiente propicio se necesita generar un ecosistema y por esa razón buscamos ampliar el diálogo con los poderes Legislativo y Ejecutivo”, dice.
En su opinión, el encuentro en Brasilia se produjo por iniciativa del suprapartidario Frente Parlamentario Mixto de Ciencia, Tecnología, Investigación e Innovación, que se creó en julio y está integrado por 42 senadores y 165 diputados federales, y que pone de relieve la importancia de las inversiones en investigación científica, desarrollo e innovación. “En la tercera reunión del frente, el senador Izalci Lucas [Partido de la Socialdemocracia Brasileña-Distrito Federal], presidente de la organización, solicitó un encuentro con la MEI”, comenta. Las reuniones de la MEI se realizan normalmente en São Paulo, sin embargo, en esa ocasión, el encuentro se llevó a cabo en la sede de la CNI, en Brasilia. “En el evento abogamos por la creación de una política de Estado de innovación con un enfoque a largo plazo”, informa.
Como precedente al encuentro de la MEI con el Frente Parlamentario, Luiz Davidovich, del Instituto de Física de la Universidad Federal de Río de Janeiro (IF-UFRJ) y presidente de la Academia Brasileña de Ciencias (ABC), relata que distintas entidades científicas organizaron reuniones con diputados para tratar la importancia de las inversiones en ciencia. “En esos encuentros, recordé la manera en que en 2018 el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, envió al Congreso estadounidense un presupuesto que preveía recortes sustanciales en C&T”, dice. En contraposición a la propuesta del Ejecutivo, los parlamentarios no solo vetaron el recorte, sino que sumaron otros 20 mil millones de dólares al presupuesto destinado a C&T. “En esos encuentros tratamos de demostrar que, a veces, es necesario contrariar las directrices que emanan del Ejecutivo”, sostiene.
En la misma sintonía, la biomédica Helena Bonciani Nader, de la Escuela Paulista de Medicina de la Universidad Federal de São Paulo (EPM-Unifesp) y presidenta honoraria de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia (SBPC), recuerda que el proyecto de institucionalización del sistema nacional de C,T&I tardó casi seis décadas en afianzarse y hoy corre el riesgo de ser desmantelado. “Sin ciencia, ningún país es económicamente viable. El promedio de inversiones en ciencia de las naciones de la OCDE [Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico] es de un 2,2% del PIB, mientras que Brasil el valor equivalente es del 1,1% del PIB”, dice Nader, recordando que esos datos fueron presentados a diputados y senadores en más de una decena de reuniones realizadas entre organizaciones científicas y parlamentarios a lo largo de este año. Según la científica, se espera que el artículo que salió publicado en O Globo sensibilice al resto de los líderes políticos acerca de la importancia de destinar más recursos al área en la elaboración del presupuesto de 2020.
Republicar