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Trayectorias

Enfoque y determinación

Doctora en Bioquímica por la USP abre una oficina de servicios de asesoría en propiedad intelectual

Leonor Magalhães Galvão: la experiencia de laboratorio ayuda a entender mejor a los científicos

Magellan IPLeonor Magalhães Galvão: la experiencia de laboratorio ayuda a entender mejor a los científicosMagellan IP

Al asistir a una charla de un bioquímico sobre patentes durante el segundo año de su carrera de grado, Leonor Magalhães Galvão, por ese entonces una estudiante de 19 años, resolvió que le gustaría dedicarse a ese tema profesionalmente. “Llamé a casa y le dije a mi madre que había descubierto qué quería hacer por el resto de mi vida”, recuerda Leonor. “En ese seminario, llamado ‘Patent Law for Academics’, yo esperaba a un abogado, pero apareció un bioquímico que explicó lo básico sobre patentes y la importancia de tener una formación técnica para actuar en el área”, comenta Magalhães Galvão. La disertación fue en el Imperial College of Science, Technology and Medicine, de la Universidad de Londres, en Inglaterra, donde ella, portuguesa de Lisboa, cursó su carrera de grado en Bioquímica entre 1996 y 2000.

Aun pensando en patentes, ella probó el gusto de los laboratorios en proyectos de iniciación a la investigación científica, pero eso no hizo más que reforzar su decisión. “En el laboratorio todo es muy lento, las cosas tardan para concretarse: eso de quedarme observando una molécula durante cuatro años no es para mí”, dice. “En el área de patentes, no se ven los experimentos que salieron mal, sólo nos llegan los que sale bien, y podemos contribuir de manera sumamente positiva para que la ciencia desarrollada durante tantos años salga finalmente al mercado”. Aun cuando ya se había decidido, creyó que valía la pena doctorarse. “En Europa, el hecho de contar con el doctorado ayuda mucho, pues las oficinas de patentes buscan profesionales con esa titulación, especialmente en el área de ciencias de la vida.”

En 2000, solicitó ante la Fundación para la Ciencia y la Tecnología de Portugal una beca para hacer su doctorado en la misma institución inglesa. Sin embargo, en 2001, conoció a su futuro marido en un viaje a Brasil, y entonces resolvió cambiar su doctorado.  El gobierno portugués lo aceptó y Leonor ingresó en el Instituto  de Química de la Universidad de São Paulo (IQ-USP) para hacer su doctorado bajo la dirección del profesor Shaker Chuck Farah.

En esa época, la secuenciación de los genomas de diversos organismos cobraba impulso en Brasil. Sus estudios sobre la bacteria Xanthomonas axonopodis citri, por ejemplo, se utilizaron en el Proyecto Genoma Estructural, que tuvo inicio en 2001, y cuyo objetivo consistió en analizar las funciones de las proteínas descubiertas en los genomas de las bacterias Xylella fastidiosa y Xanthomonas spp,  por ejemplo. Simultáneamente, ella estudiaba sobre la legislación de patentes por cuenta propia, y rindió el examen de acreditación en el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (INPI). Posteriormente, actuó como consultora en algunas oficinas de patentes. En 2005, antes de defender su tesis ‒en 2007‒, desistió de la beca y empezó a trabajar en São Paulo, en la oficina de propiedad intelectual Monsen Leonardos.

En febrero de 2015, a los 37 años y ya con tres hijos, Magalhães Galvão se juntó a otros tres socios y fundó Magellan IP, una oficina que presta servicios de asesoría en procesamiento administrativo y consultoría en todas las áreas de propiedad intelectual. Leonor actúa en el área de patentes, con especial enfoque en biotecnología, y representa a clientes nacionales e internacionales interesados en explotar su propiedad intelectual en Brasil y en el exterior. “La vivencia del laboratorio me ayuda actualmente a entender a los científicos y a recomendarles qué es necesario para que una patente proteja una determinada invención de la mejor manera posible”, comenta. Aparte del trabajo en la oficina de patentes, ella participa desde 2005 en la coordinación de la Comisión de Estudios de Biotecnología de la Asociación Brasileña de la Propiedad Intelectual, que congrega a oficinas y empresas interesadas en el tema.

El gran reto para ella ahora es ser empresaria y afrontar la gestión de la empresa, que incluye la nómina salarial de los 17 colaboradores, el marketing y el sector financiero. Magalhães Galvão cree que el desafío de Brasil consiste en entender que propiedad intelectual significa inversión. “Esto ha mejorado mucho en las universidades y en las empresas brasileñas, pero todavía se hace necesario educar a la gente para que entienda el valor y las demandas de una patente”. Ella cree que la propagación de conferencias como aquélla a la que asistió cuando tenía 19 años en Inglaterra es de suma importancia para alcanzar ese objetivo. El primer paso  se dio en la FAPESP en octubre, cuando Leonor fue una de las disertantes en el seminario intitulado “El valor de sus ideas: cómo proteger su propiedad intelectual en Brasil y en Estados Unidos”.

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