En junio, el Consejo Ambiental de la Unión Europea (UE) aprobó la Ley de Restauración de la Naturaleza, la primera de este tipo en Europa. El documento exige a los Estados miembros de la UE que arbitren e implementen medidas para la restauración conjunta de al menos un 30 % para 2030 y un 90 % para 2050 de los bosques, suelos, costas, lagos y océanos. También prevé acciones tendientes a revertir el declive de las poblaciones de polinizadores, incrementar la población de aves forestales, garantizar que no se pierdan áreas verdes en las ciudades y plantar al menos 3.000 millones de árboles de aquí a 2030 en el bloque compuesto por 27 países. La normativa, que surge a partir de los compromisos ambientales internacionales asumidos por la UE y de la constatación de que el 80 % de los hábitats europeos se encuentran en mal estado de conservación, apunta a mitigar los cambios climáticos y los efectos de las catástrofes naturales. Hace casi un año, un acuerdo similar entre el Parlamento Europeo y el Consejo no había obtenido la aprobación en su votación final (Consejo Ambiental de la Unión Europea, 17 de junio).
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