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Física

Higgs, un bosón de buena conducta

Representación computacional de chorros de partículas generados a partir del decaimiento del bosón de Higgs

Atlas/Cern

Desde el descubrimiento del bosón de Higgs en 2012, los físicos han estado investigando de qué manera interactúa esta partícula elemental con las otras, analizando los resultados de los choques de pares de protones en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), en la frontera de Francia con Suiza. El 28 de agosto, los equipos Atlas y CMS, dos de los principales instrumentos del LHC, presentaron estudios que confirman que los bosones de Higgs se convierten (decaen) en un par de cuark y anticuark de tipo bottom, dos partículas elementales, que se unen para formar otras más complejas (Physics Letters B, 10 de noviembre). El bottom es el segundo más pesado de los seis cuarks conocidos. Los resultados confirman la predicción del Modelo Estándar de partículas elementales, que explica el funcionamiento de la materia a nivel subatómico. Esta teoría predijo que el decaimiento del Higgs en cuarks bottom ocurriría el 60% del tiempo en que se produce la partícula. Aunque es el decaimiento más probable, es difícil de observar. Hay otras formas de producir cuarks bottom en las colisiones de protones, lo que dificulta la detección de este decaimiento de Higgs. Los experimentos de LHC ya han visto al Higgs transformarse en cuarks top y bottom y leptones tau. Las observaciones son consistentes con la hipótesis de que la masa de estas partículas surge de su interacción con el Higgs. Ahora se espera ver si el decaimiento del Higgs en partículas mucho más ligeras, los muones, escapa de las predicciones.

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