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Julio fue el mes más caluroso de la historia reciente y batió récords de temperaturas

Sin freno, el calentamiento global provoca incendios forestales en el verano del hemisferio norte y atenúa el invierno por debajo de la línea del ecuador

A principios de agosto, los incendios forestales acarrearon fuego, destrucción y muerte en ciudades hawaianas como Lahaina, en la isla de Maui

Gonzalo Marroquin / Getty Images

Hay un dato climatológico que suele pasarles desapercibido a los habitantes del hemisferio sur, que representan alrededor del 12 % de los 8.000 millones de personas que componen la población mundial: el mes de julio, pleno invierno por debajo de la línea del ecuador, es comúnmente el más caluroso de la Tierra. Esto se debe a las características geoclimáticas que presentan las dos mitades del planeta. Al tener menos superficie oceánica y el doble del área continental que la porción situada por debajo de la línea del ecuador, el hemisferio norte, que a mediados de año atraviesa el verano, tiene mayor peso en la determinación de la temperatura media del planeta. El agua es un elemento moderador del clima, que mitiga los extremos de calor. Es por eso que cuando el verano en el hemisferio norte es muy tórrido, tal como viene sucediendo en los últimos años, la temperatura global aumenta.

Julio de 2023 ha confirmado esta tendencia con una intensidad alarmante y sin precedentes. Potenciado por el creciente calentamiento global causado por el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, el séptimo mes de este año batió varios récords históricos de temperatura, provocando incendios forestales y muertes, especialmente en el hemisferio norte. Hasta el momento, el episodio más grave de esta temporada abrasadora se produjo a principios de agosto en la isla de Maui (Hawái). Allí, una combinación letal de clima cálido y seco junto con fuertes vientos hizo que las llamas de los incendios forestales se propagasen hacia zonas residenciales, lo que dejó un saldo de más de 110 personas fallecidas. Los daños materiales fueron estimados en 5.500 millones de dólares y al momento de elaborar este artículo aún había 1.300 personas desaparecidas.

Las cifras finales en relación con la temperatura media global de julio de 2023 variaron algunas décimas, según la serie histórica y la metodología de monitoreo adoptadas por tres grandes servicios que realizan un seguimiento del clima terrestre. Todos fueron convergentes. En julio, la atmósfera del planeta registró temperaturas promedio en torno a los 17 grados Celsius (ºC).

El Servicio de Cambio Climático del Programa Copernicus (C3S), de la Unión Europea, informó que la temperatura media mundial en julio de 2023 fue de 16,95 ºC, la más alta que se haya registrado en cualquier mes desde el inicio de su serie histórica, en 1940. El récord anterior era de julio de 2019, con 16,63 ºC. Los datos registrados por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica Noaa, por sus siglas en inglés), de Estados Unidos, indicaron que el mes de julio pasado fue el más caluroso de los últimos 174 años, con una temperatura promedio de 16,92 ºC. Probablemente también haya sido el mes más cálido de la historia moderna. “Este mes de julio fue mucho más cálido que cualquier otro precedente y que cualquier otro mes según nuestros registros, que se remontan a 1880”, dijo en un comunicado a la prensa el climatólogo Gavin Schmidt, director del Instituto Goddard de Estudios Espaciales (Giss), de la agencia espacial estadounidense (Nasa), otra de las instituciones que monitorean el clima global.

La temperatura media mundial alcanzó los 20,96 ºc el 31 de julio, el día más cálido de la historia reciente del planeta

El calor reciente también ha batido récords incluso en el hemisferio sur atenuando este último invierno, una tendencia que se viene observando desde hace años. El 1º de agosto, la temperatura máxima en Buenos Aires, Argentina, superó los 30 ºC y fue la más alta que se haya registrado para ese día en los últimos 117 años, desde que el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) del país comenzó a registrar sistemáticamente este tipo de datos. En el norte de Chile, las máximas alcanzaron los 37 ºC, unos 15 ºC por encima de los valores normales para esta época, normalmente la más fría del año.

Con una temperatura media de 22,97 ºC, el mes de julio de este año fue el más cálido registrado en Brasil desde 1961, cuando el Instituto Nacional de Meteorología (Inmet) comenzó a realizar mediciones regulares en distintos puntos del país. La marca fue 0,2 ºC más alta que el récord anterior, de 22,77 ºC, medido en julio de 2022; y 1,04 ºC superior al promedio histórico para este mes. La temperatura media de Brasil se calcula a partir de los valores registrados por las más de 650 estaciones meteorológicas del Inmet distribuidas por todo el territorio nacional. Las estaciones automáticas captan la temperatura a cada hora, y las convencionales tres veces al día.

STR / AFP via Getty ImagesEn China se registraron 52,2 ºC en julio, su temperatura más alta de la historiaSTR / AFP via Getty Images

“Un conjunto de factores ha contribuido al aumento de las temperaturas, desde los cambios en el uso del suelo, como la reducción de las áreas verdes y el aumento de las zonas urbanizadas, hasta la presencia de El Niño en este año [el calentamiento anormal de las aguas superficiales del Pacífico ecuatorial centro-oriental que tiende a alterar el régimen pluvial y el patrón de temperaturas en diversas partes del planeta]”, comenta la meteoróloga Danielle Barros Ferreira, del Inmet. “Pero en los últimos 10 años, el papel del cambio climático en el calentamiento de la Tierra es innegable”.

Un análisis divulgado a finales de agosto por el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe) indica que la actual temperatura máxima en la mayor parte de Brasil ya superó por 1,5 ºC el promedio histórico registrado entre 1960 y 2020. En algunos puntos del interior del nordeste y en el noroeste de la Amazonia, el calentamiento promedio está llegando a 2,5 y 3 ºC. En el Área Metropolitana de São Paulo, el incremento también oscila en ese rango. “A nivel regional, el calentamiento es a veces muy superior a la media global. Esto no solo está ocurriendo en Brasil, sino en varias partes del mundo”, dice el climatólogo Lincoln Muniz Alves, del Inpe, coordinador del estudio.

Alexandre Affonso / Revista Pesquisa FAPESP

Según los cálculos del Servicio Copernicus, el nuevo récord de calor indica que, durante prácticamente todo el mes de julio de este año, la temperatura media mundial se mantuvo en torno a 1,5 ºC por encima de los valores promedio registrados entre 1850 y 1900. El período comprendido entre mediados y finales del siglo XIX se toma como base para calcular cuánto ha aumentado la temperatura media mundial desde el inicio de lo que se conoce como la Segunda Revolución Industrial. El Acuerdo de París, suscrito por 195 países en diciembre de 2015, en el marco de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tiene como principal objetivo estimular acciones tendientes a limitar el incremento del calentamiento global – es decir, el aumento actual de la temperatura media de la atmósfera en comparación con los niveles de la era preindustrial – a menos de 2 ºC, preferentemente a menos de 1,5 ºC.

Cada 0,5 ºC de aumento en la temperatura media del planeta tiene una incidencia exponencial en la frecuencia y la intensidad de las olas de calor y los períodos de sequía o lluvias torrenciales. Parece una variación menor, pero a veces es suficiente para duplicar o triplicar la periodicidad o la intensidad de un fenómeno climático.

En teoría, el techo de 1,5 ºC de aumento de la temperatura aún no sería tan perjudicial para el planeta y dejaría cierto margen de maniobra para la adopción de medidas de mitigación y adaptación a la crisis climática. Sin embargo, esta meta parece cada vez más lejana. Las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de la quema de combustibles fósiles y de los cambios en el uso del suelo, como el dióxido de carbono (CO2) y el metano (CH4) solo disminuyeron levemente durante el momento más álgido de la pandemia de covid-19, entre 2020 y 2021, pero inmediatamente volvieron a crecer (lea en Pesquisa FAPESP, edición nº 323).

Léo Ramos Chaves / Revista Pesquisa FAPESPEl invierno en el hemisferio sur (como muestra la imagen de la capital paulista) fue bastante apacibleLéo Ramos Chaves / Revista Pesquisa FAPESP

“Difícilmente podamos mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 ºC”, comenta José Marengo, experto en cambios y riesgos climáticos del Centro Nacional de Monitoreo y Alerta de Desastres Naturales (Cemaden). “Pero esto no puede servir de excusa para no adoptar medidas inmediatas tendientes a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero”. Cuando observó los mapas del Noaa que mostraban las variaciones de temperatura en todo el planeta en julio de este año, el climatólogo se llevó una sorpresa. Se parecían bastante a los mapas divulgados en los últimos informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) con sombríos pronósticos para el peor escenario de calentamiento global hacia mediados de este siglo.

Los modelos climáticos actuales son más eficientes para predecir las oscilaciones térmicas y las olas de calor que la variación de las precipitaciones en distintas partes del globo. La formación de nubes de lluvia es un proceso complejo, mucho más complicado de simular virtualmente que el ascenso y descenso de la temperatura. Muchos estudios han señalado esta limitación, como un artículo publicado por Marengo y colaboradores en la edición de abril de 2022 de la revista International Journal of Climatology. En dicho trabajo, compararon la eficacia de 31 modelos climáticos para reproducir las variaciones de las precipitaciones y la temperatura que ya se han producido en Sudamérica y el grado de convergencia de sus proyecciones futuras para esos dos parámetros. Los resultados fueron más consistentes emulando la dinámica de la temperatura que la de las precipitaciones.

Alexandre Affonso / Revista Pesquisa FAPESP

La ola de calor actual hizo que se batieran varios récords en distintas partes del planeta. El 16 de julio se registró una temperatura máxima de 52,2 ºC en China, una marca que jamás se había alcanzado en el país. De acuerdo con los datos del Servicio Copernicus, el 31 de julio de 2023 fue el día más cálido que se haya registrado en el planeta desde 1940. Ese día, la temperatura media global llegó a ser de 20,96 ºC. La Noaa subraya que julio de 2023 también fue el mes con las temperaturas más altas en tres continentes: Asia, África y América del Sur (en América del Norte fue el segundo mes más cálido de la historia reciente).

No hubo un paliativo ni siquiera en el mar. En julio, la extensión de la cobertura de hielo sobre la Antártida exhibió una retracción de un 17 %, una merma sin precedentes y, por cuarto mes consecutivo en 2023, la temperatura media de la superficie de los océanos fue récord. Marcó 0,99 ºC más que el promedio histórico, según datos de la Noaa. En el Atlántico Norte, este año se están registrando olas de calor que ponen en riesgo la vida marina. “Hay pronósticos que indican un 100 % de blanqueamiento [proceso de pérdida de color] de los corales del Caribe hacia el final del verano boreal, lo que podría causar una mortalidad masiva”, comenta la oceanógrafa Regina Rodrigues, de la Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC). “Con el calentamiento global, las olas de calor marinas se han vuelto más frecuentes, intensas y duraderas”.

Pedro SzekelyLa extensión de la capa de hielo de la Antártida fue en el mes de julio un 17 % inferior a la media históricaPedro Szekely

Rodrigues estudia el impacto de los océanos sobre el clima, particularmente en América del Sur. Además de El Niño, que calienta la región centro-oriental del Pacífico ecuatorial y altera los patrones de lluvias y temperaturas, la circulación de vuelco meridional del Atlántico (AMOC, por sus siglas en inglés) es uno de los temas recurrentes en sus trabajos. Esta corriente transporta aguas templadas superficiales de la zona meridional de este océano desde la Antártida hacia el hemisferio norte y trae aguas más frías y profundas del Ártico al sur. Existen indicios de que el calentamiento global provocará un declive de la AMOC, o acaso incluso su colapso, dentro de algunas décadas. Las consecuencias del declive de la corriente podrían alterar todavía más el clima global.

El contexto mundial en el que se batieron los récords de temperatura en el mes de julio pasado es preocupante. Nada indica que se trate de un fenómeno pasajero o que haya sido un hecho aislado. Al contrario. Los 10 años más calurosos de la historia reciente han tenido lugar de 2010 en adelante. En el año 2016, que marcó el final de El Niño más intenso que se haya registrado, las temperaturas alcanzaron las marcas más altas según la mayoría de los mapeos efectuados por los servicios climáticos. Los científicos de la Noaa estiman que 2023 tiene un 50 % de probabilidades de convertirse en el año más caliente jamás registrado.

Alexandre Affonso / Revista Pesquisa FAPESP

“El Niño no ha hecho más que comenzar y es poco probable que ya haya influido de manera significativa en el actual aumento de las temperaturas globales”, comenta el climatólogo Carlos Nobre, investigador sénior del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Sao Paulo (IEA-USP). Los mayores impactos del fenómeno, que presenta al menos un 80 % de probabilidades de ser de intensidad moderada a fuerte, tendrían lugar a finales de este año (lea en Pesquisa FAPESP, edición nº 330). Hasta marzo de este año, las aguas del Pacífico ecuatorial centro-oriental estuvieron más frías de lo normal, bajo la influencia de La Niña, un fenómeno con características inversas a las del El Niño. “La Niña duró tres años, el período más largo de este evento que hayamos vivido”, dice Nobre. En teoría, el enfriamiento de esa zona del Pacífico ecuatorial debería haber atemperado la intensidad del calentamiento global. Tal vez lo haya hecho, pero no ha sido suficiente como para que los últimos tres años no figuren en la lista de los 10 más calurosos de la historia.

A finales de julio pasado, cuando ya era casi inevitable que el mes terminara como el más tórrido de la historia reciente, António Guterres, ex primer ministro de Portugal y actual secretario general de la ONU, sentenció, quizá con cierta exageración: “La era del calentamiento global ha finalizado y ha comenzado la era de la ebullición. Todo coincide con los pronósticos y las reiteradas advertencias. La única sorpresa es la velocidad del cambio. El cambio climático está aquí. Es terrible, y esto solo es el principio”. ¿Hay salida? Sí, recortar de manera drástica y profunda las emisiones de gases de efecto invernadero y adoptar formas de mitigar los impactos de un clima más cálido.

Proyecto
INCT sobre Cambios Climáticos (nº 14/50848-9); Modalidad Proyecto Temático; Programa FAPESP de Investigaciones sobre Cambios Climáticos Globales (PFPMCG); Investigador responsable José Antônio Marengo Orsini (Cemaden); Inversión R$ 4.389.577,78.

Artículo científico
GOUVEIA, C.D. et alUncertainties in projections of climate extremes indices in South America via Bayesian inferenceInternational Journal of Climatology. v.42, n.14. 11 abr. 2022.

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