Un estudio realizado por la Universidad de São Paulo (USP) ha alertado sobre la influencia de las variables sociodemográficas y ambientales en la recuperación de quienes han tenido covid-19. Los investigadores evaluaron a 749 personas que habían sido hospitalizadas entre marzo y agosto de 2020 en el Hospital de Clínicas de la Facultad de Medicina de la USP y recibieron el alta. Seis meses después de haber padecido la infección, el 83 % presentaba al menos uno de los diez síntomas que se evaluaban, principalmente dolor (un 41 %), fatiga (un 38 %) y trastorno de estrés postraumático (un 35 %). Al marcar los lugares de residencia de los pacientes en un mapa del Gran São Paulo y analizar la densidad demográfica y la distribución de las áreas verdes, los investigadores notaron que los participantes en el estudio más expuestos a la contaminación del aire presentaban mayores índices de falta de aire (disnea) persistente, fatiga y limitaciones en la vida cotidiana. Por el contrario, la posibilidad de disfrutar de espacios arborizados resultó ser un factor protector de la salud. Otros estudios ya habían apuntado desigualdades sociales entre las personas con covid-19, con una mortalidad mayor entre los residentes de las regiones más pobres y populosas, pero aún no se habían caracterizado los efectos del ambiente en la recuperación de las personas con covid-19 largo (Journal of Global Health, 9 de agosto).
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