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Buenas prácticas

La lista de retractaciones aumenta

Hace 10 años, el anestesiólogo alemán Joachim Boldt se involucró en uno de los mayores escándalos de mala conducta científica que se hayan registrado. Luego de ser acusado de falsificar datos en decenas de artículos científicos y de realizar ensayos clínicos sin autorización, perdió su empleo en un hospital de la ciudad de Ludwigshafen, en 2010, y su cargo docente en la Universidad de Giessen al año siguiente. El escándalo, con todo, sigue teniendo repercusiones hoy en día. Tan solo en lo que va de 2020, cinco artículos científicos de su autoría han sido retractados. Con ello, él llegó a una marca de 105 papers anulados. Eso no configura un récord, según la clasificación que consta en el portal Retraction Watch. Otro anestesiólogo, el japonés Yoshitaka Fujii, que falleció en 2017 y publicó artículos con datos inventados durante dos décadas, mantiene el primer puesto con 183 retractaciones.

Las retractaciones tardías de Boldt abarcan una serie de artículos de revisión de literatura publicados entre 2000 y 2010. El problema de esos artículos radica en que hacen mención en sus referencias bibliográficas a algunos de los papers del exinvestigador que fueron cancelados por sus datos fraguados. “Por ende, eso implica que el contenido de las revisiones no es fiable”, explicó Giuseppe Citerio, editor en jefe del periódico Intensive Care Medicine, porque están relacionadas con la retractación de un artículo de Boldt fechado en 2000. La lista todavía podría engrosarse. La revista científica Anesthesia & Analgesia, que anuló dos artículos de Boldt en el mes de junio, aún está evaluando el contenido de un tercer paper que fue publicado en 2003 y ya fue citado en 32 oportunidades.

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