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Ambiente

La muerte misteriosa de los baobabs

Un hombre (arriba, a la der.) arranca hojas de un baobab para alimentar al ganado

Noah Elhardt/ Wikimedia Commons

Los baobabs, árboles majestuosos que pueden hallarse en un área extensa de las sabanas africanas, están muriendo. Entre 2005 y 2017, investigadores de Rumania, Sudáfrica y Estados Unidos elaboraron un amplio inventario de los mayores baobabs (Adansonia digitata) conocidos. Los más voluminosos, que contienen 500 metros cúbicos de madera, y los más antiguos, con 2 mil años de edad, se encuentran en el sur del continente. Son los árboles más grandes y longevos del mundo. Sólo se pudo estimar sus edades sometiendo muestras de los troncos a una nueva técnica, la datación por radiocarbono realizada por espectrometría de masas con aceleradores (AMS, por sus siglas en inglés). El método tradicional, que requiere la extracción de una rodaja delgada y contar los anillos de crecimiento no funciona a causa del formato singular de su tronco, que ahora pudo ser dilucidada (Nature Plants, 11 de junio). El tronco del baobab no es único. El mismo se ramifica a partir de su base y forma un haz de troncos con distintas edades. Poco a poco ellos pueden llegar a fusionarse, dando origen a lo que aparenta ser un tronco único con una cavidad en el centro. Más allá del espacio vacío en la parte central del árbol, cada tronco suele ahuecarse debido al ataque de hongos, elefantes o del fuego. Se estudiaron 60 baobabs. Nueve de los 13 más viejos murieron durante el lapso en que se desarrolló el estudio. Uno de ellos, al cual se lo conocía con el nombre de Panke, un árbol sagrado en Zimbabue, tenía 2.450 años de edad. Cinco de los seis más voluminosos también murieron. Se descartó a las plagas como causa de muerte. La hipótesis más probable es la disminución del agua en el suelo como consecuencia de los cambios climáticos.

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