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Efemérides

La química del éxito

Con 120 años de trayectoria, la Facultad de Ciencias Farmacéuticas de la USP constituye una referencia en medicamentos, análisis clínicos y toxicológicos y también en alimentos

Laboratorio de Farmacognosia, en la época en que la escuela estaba en el barrio paulistano de Bom Retiro

Centro de Memoria de la FCF-USP

La Facultad de Ciencias Farmacéuticas cumplió en el mes de octubre 120 años siendo una de las más pujantes de las 42 unidades que integran la Universidad de São Paulo (USP). Durante los últimos seis años, la institución viene superando dificultades presupuestarias y manteniendo la inversión en la formación de recursos humanos, con nuevos convenios de investigación con empresas e instituciones educativas y de investigación de Brasil y del exterior, y en su infraestructura, modernizando laboratorios y construyendo nuevas instalaciones. “Alrededor del 89% de los alumnos de grado realizan pasantías en multinacionales de la industria farmacéutica ni bien inician el segundo año de la carrera”, resalta Primavera Borelli, la directora de la facultad. “Esto ha transformado a la institución en una de las facultades de ciencias farmacéuticas de mayor renombre en América Latina”, dice.

Pero no siempre fue así. Al comienzo de la década de 1920 la carrera estuvo a punto de cerrarse. La competencia con otras escuelas de farmacia y un escándalo que revocó la acreditación federal de la facultad provocaron que los alumnos se desbandaran y los docentes presentaran la renuncia, sin motivación para trabajar en una institución sin licencia para funcionar. El gobierno federal restableció la acreditación en 1933 y luego la institución fue incorporada al proyecto de creación de la Universidad de São Paulo, por entonces como Facultad de Farmacia y Odontología.

Centro de Memoria de la FCF-USP Grabado de la casona de la calle Brigadeiro Tobias de Aguiar, la primera sede de la instituciónCentro de Memoria de la FCF-USP

La Facultad de Ciencias farmacéuticas (FCF) fue fundada el 12 de octubre de 1898, en ese entonces con el nombre de Escuela Libre de Farmacia de São Paulo. Su creación fue el resultado de un proceso que la provincia venía gestando desde hacía tiempo. En Memória econômico-política da capitania de São Paulo, publicado en 1800 por el capitán general Antônio de Melo Castro e Mendonça, gobernador de la capitanía de São Paulo, se registra la propuesta de creación de las aulas de cirugía, farmacia, historia natural, botánica y química, que constituyeron la Academia Farmacoquirúrgica. La idea no prosperó. Casi 80 años después, en 1878, los diputados Cesário Motta Magalhães, Prudente de Moraes y Martinho Prado Júnior presentaron otro proyecto sugiriendo la creación del Instituto Paulista de Ciencias Naturales, compuesto por dos carreras específicas, una agrícola y otra farmacéutica. Tampoco se pudo concretar.

A partir de la segunda mitad del siglo XIX empezaron a aparecer las primeras boticas en la provincia de São Paulo. En ausencia de una escuela de farmacia, los dueños de esos establecimientos en la capital paulista debían recurrir a profesionales graduados en instituciones de otras partes del país para poder mantener sus negocios. “la enseñanza oficial farmacéutica en el Brasil de la época se restringía a las facultades de medicina y farmacia de Río de Janeiro y de Bahía, además de la Escuela de Farmacia de Ouro Preto, en Minas Gerais, fundada en 1839 como la única institución de enseñanza farmacéutica sin vínculos con la carrera de medicina en Brasil.

Centro de Memoria de la FCF-USP Escenas de una clase práctica de química industrial a mediados de 1908Centro de Memoria de la FCF-USP

Recién en 1891, con la reforma educativa que emprendió Benjamin Constant (1833-1891), la primera del régimen republicano, el proyecto de una escuela de farmacia en São Paulo cobró fuerza. La ley eximía al Estado del monopolio de crear y fiscalizar instituciones de enseñanza, permitiendo que las entidades no estatales fundaran sus propias escuelas. Eso fue lo que ocurrió. Con el advenimiento en 1894 de la Sociedad Farmacéutica Paulista, el primer gremio de esa clase en el estado, en enero de 1897 se propuso la creación de una cooperativa farmacéutica, incluyendo en su estatuto la fundación de una escuela libre de farmacia. El proyecto de la cooperativa no llegó a buen puerto, pero el de la creación de la escuela sí.

La creación
Con el médico Bráulio Joaquim Gomes (1854-1903) y el farmacéutico Pedro Baptista de Andrade (1848-1937) a la cabeza, la idea fue ganando cuerpo con la ayuda de la recién creada Sociedad de Medicina y Cirugía de São Paulo y de su publicación oficial, la Revista Médica de São Paulo. “La Escuela Libre de Farmacia de São Paulo adoptó el modelo de Minas Gerais en su carrera de farmacia, ya que aquella era una facultad de iniciativa privada, sin vínculos con la carrera de medicina, como era el caso de las facultades de Río y de Bahía”, explica el historiador José Luiz Santos Pereira Filho, de la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias Humanas (FFLCH) de la USP, quien estudia la historia de la FCF. Desde un principio, la unidad no se circunscribió solamente a la enseñanza, desarrollando importantes investigaciones en su campo. El propio Baptista de Andrade fue autor de investigaciones notables al respecto de sustancias tales como la caioponina y la abrucina. “La historia de la facultad siempre estuvo signada por su compromiso con la salud pública y con el desarrollo de investigaciones”, comenta la farmacéutica y bioquímica Maria Inês Rocha Miritello Santoro, directora de la unidad entre 1992 y 1996.

Centro de Memoria de la FCF-USP Docentes y estudiantes realizan análisis bacteriológicos a mediados de la década de 1950Centro de Memoria de la FCF-USP

La facultad funcionaba en una casona alquilada en la calle Brigadeiro Tobias, en el centro de la ciudad. En abril de 1900 el gobierno del estado le encargó la realización de los exámenes de habilitación para dentistas y parteras, mientras no existieran carreras especializadas en esas áreas en la región. Casi un año después, las carreras de odontología y obstetricia fueron incorporadas oficialmente a la institución, que pasó a denominarse Escuela de farmacia, Odontología y Obstetricia de São Paulo. Con el tiempo, esas dos nuevas carreras se escindirían. En 1911 se separó obstetricia, con la creación de la Escuela de parteras de São Paulo. En 1962 fue el turno de la odontología, que se transformó en la actual Facultad de Odontología de la USP.

En 1905 la escuela se trasladó a un edificio propio en la calle Marquês de Três Rios, en el barrio de Bom Retiro. La situación financiera de la institución era bastante precaria en esa época. Solamente se habían matriculado en la carrera 11 alumnos durante el primer año de funcionamiento de la escuela, en 1899. Para el año siguiente, esa cifra se redujo a seis. Los docentes, más allá de trabajar gratis, no era raro que tuvieran que sacar de su propio bolsillo para mantenerla. Por esa misma época la escuela tuvo que afrontar una maraña de líos burocráticos y casi tuvo que cerrar. La escuela estuvo alrededor de 15 años sin director, hasta que en 1932, el médico Benedicto Augusto de Freitas Montenegro fue designado como consignatario del establecimiento, restableciendo su acreditación con el gobierno federal y, al mismo tiempo, articulando con el gobierno paulista para incorporarla al proyecto de la USP, pasando a llamarse Facultad de Farmacia y Odontología.

Centro de Memoria de la FCF-USP La Escuela Libre de Farmacia de São Paulo contaba con la presencia de muchas mujeresCentro de Memoria de la FCF-USP

Innovación
A partir de su vínculo con la USP, la Facultad de Ciencias Farmacéuticas se consolidó como referente nacional en educación e investigación. Actualmente la unidad ocupa un área con más de 23 mil metros cuadrados dentro del predio de Química de la Ciudad Universitaria. Con un cuerpo docente de 84 profesores, en ella ya se han graduado más de 7 mil farmacéuticos y se formaron también más de 1.880 magísteres y 1.125 doctores, contribuyendo al surgimiento de una generación de profesionales que más tarde se desempeñaron como docentes e investigadores en las áreas de medicamentos, análisis clínicos y toxicológicos, y alimentos en la propia USP y en otras instituciones educativas y de investigación de Brasil y del exterior. La FCF es, hoy en día, la tercera unidad de la USP en cuanto al número de patentes generadas. La principal de ellas es de un medicamento para el control de las náuseas y vómitos, cuyo nombre comercial es Vonau Flash, una creación del Laboratorio de Desarrollo e Innovación Farmacotécnica de la FCF, en colaboración con la empresa Biolab Sanus. El contrato de licencia se suscribió en 2005 y representa la mayor fuente de royalties de la universidad.

Una de las líneas de investigación principales de la unidad actualmente involucra el trabajo de la bióloga Silvya Stuchi Maria-Engler. Se trata del desarrollo de un modelo de piel artificial para el estudio de enfermedades y para la sustitución de los animales en los test de cosméticos y medicamentos. Entre sus trabajos más recientes sobresale la creación de una piel envejecida para su uso en test de cosméticos antienvejecimiento, la creación de una epidermis similar a las de los modelos comerciales y la producción de una versión 3D para estudios sobre cáncer de piel.

Léo Ramos Chaves Instalaciones del Laboratorio de Desarrollo e Innovación FarmacotécnicaLéo Ramos Chaves

En el Departamento de Tecnología Bioquímico-Farmacéutica, el grupo del ingeniero de alimentos Adalberto Pessoa Junior trabaja para hacer viable la producción nacional de la L-Asparaginasa, una enzima que se emplea para el tratamiento de leucemias linfoides agudas, un tipo de cáncer de la médula ósea que afecta a los glóbulos blancos. El proyecto piloto ya está en curso, con el desarrollo de la molécula y los primeros test a escala de laboratorio. En el Departamento de Farmacia, el equipo de la farmacéutica y bioquímica Elizabeth Igne Ferreira está abocado a estudios de nuevas fórmulas de medicamentos que se usan para el tratamiento de las denominadas enfermedades desatendidas, causadas por agentes infecciosos o parásitos y que se consideran endémicas entre las poblaciones de bajos ingresos.

La unidad también alberga en el Departamento de Alimentos y Nutrición Experimental al Centro de Investigación en Alimentos (Forc), uno de los Centros de Investigación, Innovación y Difusión (Cepid) patrocinados por la FAPESP. Otra innovación es la creación de la primera carrera de residencia en farmacia clínica y atención farmacéutica de São Paulo, en el marco de un convenio con el Hospital Universitario. “La carrera consta de un programa de dos años, en el cual el profesional tiene la oportunidad de pasar por diversas clínicas y Unidades Básicas de Salud [UBS], y después puede escoger una especialidad”.

Léo Ramos Chaves Laboratorio de Análisis Toxicológicos, uno de los buques insignias de la facultadLéo Ramos Chaves

Otra novedad en el ámbito de la carrera de grado clásica y del posgrado fue la creación de la Farmacia Universitaria (FarmUSP), cuyo objetivo es proporcionar un seguimiento a la atención farmacéutica. “El médico emite el diagnóstico y prescribe un medicamento, pero es en el consultorio farmacéutico donde el paciente recibirá la orientación del profesional de farmacia en relación con el uso de la medicación y su evolución terapéutica”, explica Primavera Borelli. “Hay un nuevo modelo de farmacéutico, más atento al paciente y más activo dentro de los equipos multidisciplinarios de salud, y la carrera de farmacia se está adaptando a eso”.

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