En las dos últimas décadas, las selvas tropicales han perdido anualmente entre 30.000 y 40.000 kilómetros cuadrados (km2) –una superficie similar a la de los Países Bajos– debido a la tala de vegetación primaria para cederle espacio a las plantaciones y campos de pastoreo para el ganado. Con todo, hay una buena noticia. Cuando los campos agrícolas y las pasturas son abandonados, la selva es capaz de regenerarse a un ritmo relativamente veloz. Esta conclusión surge de una investigación coordinada por el ecólogo Lourens Poorter, de la Universidad de Wageningen, en los Países Bajos, que contó con la participación de investigadores de 14 instituciones brasileñas. El grupo analizó 12 características del suelo y de la comunidad vegetal en 2.275 puntos de 77 áreas de selva en regeneración (bosque secundario) en América y en África. Los resultados indican que las distintas características se recuperan a diferentes ritmos. En menos de una década, el suelo recupera el 90 % de sus propiedades originales. En tanto, la diversidad biológica y la composición de la comunidad vegetal consiguen lo mismo al cabo de seis décadas, un plazo que los investigadores consideran rápido (Science, 10 de diciembre).
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