Un artículo publicado en febrero en la revista Science Translational Medicine ha traído resultados alentadores provenientes de los ensayos clínicos de fase I de la HXP-GPOVac, la versión tailandesa de una posible vacuna contra el covid-19 desarrollada a partir de la plataforma tecnológica NDV-HXP-S, diseñada por la red de hospitales Monte Sinaí, de Estados Unidos. El compuesto inmunizante se probó en 210 personas en Tailandia y produjo una respuesta inmunológica contra el Sars-CoV-2 similar a la proporcionada por la vacuna basada en la acción del ARN mensajero (ARNm) fabricada por la empresa farmacéutica estadounidense Pfizer junto a la alemana BioNTech.
Sin embargo, hubo una diferencia en el perfil de los anticuerpos que produjeron los dos inmunógenos. La HXP-GPOVax generó más anticuerpos neutralizantes que la vacuna de Pfizer/BioNTech, pero menos no neutralizantes (ligandos). Los primeros les impiden a los virus invadir las células y multiplicarse dentro de ellas. Los del segundo tipo, los ligandos, son marcadores de los virus y le indican al sistema inmunitario que destruya las células ocupadas por el agente infeccioso. “Esto significa que la respuesta inmunológica estimulada por HXP-GPOVac está más enfocada en la neutralización”, explicó en una entrevista concedida a Pesquisa FAPESP el microbiólogo Florian Krammer, de la Escuela de Medicina Icahn, de la red Monte Sinaí de Nueva York y coordinador del estudio.
Las vacunas que producen gran cantidad de anticuerpos neutralizantes se consideran esterilizantes, debido a su potencial para bloquear la infección e impedir el desarrollo de la enfermedad. En tanto, las que producen una mezcla de esos anticuerpos no evitan la infección, pero protegen contra las formas más graves de la enfermedad. En el caso del covid-19, el efecto neutralizante lo confieren los anticuerpos que se adhieren a una zona muy específica de la proteína de la espícula (spike), que el virus utiliza para invadir las células, denominada dominio de unión al receptor (RDB, por sus siglas en inglés), una especie de talón de Aquiles del virus.
Los datos presentados en el estudio no constituyen solamente una buena noticia para los tailandeses. La fórmula evaluada allí, fabricada por la Organización Farmacéutica Gubernamental (GPO) de Tailandia, es prácticamente idéntica a las que se desarrollaron y están siendo probadas en Vietnam y Brasil. Aquí, la posible vacuna fue elaborada por el Instituto Butantan de São Paulo, en colaboración con el mismo consorcio internacional en el que participan estadounidenses, tailandeses y vietnamitas, y recibió el nombre de ButanVac. En Vietnam, se denomina CoviVac.
Las tres fórmulas, HXP-GPOVac, CoviVac y ButanVac, comparten una base común: utilizan una versión inactivada del virus de la enfermedad de Newcastle –causante de una infección respiratoria en aves, pero inofensivo para los seres humanos– a la que se ha añadido información genética para producir una forma más estable de la espícula del coronavirus. El equipo del virólogo Peter Palese, de la red Monte Sinaí, diseñó esta plataforma vacunal con miras obtener un producto barato que pudiera ser fabricado por países de bajos y medianos ingresos (lea en Pesquisa FAPESP, ediciones nº 302 y 303).
“Como originariamente infecta a gallinas, este virus se desarrolla óptimamente en huevos”, comentó Krammer. Ello habilita la utilización en la síntesis de este candidato a inmunógeno de la misma tecnología empleada en la elaboración de las vacunas contra el influenzavirus, el de la gripe, que varios países ya dominan, entre ellos Brasil.
En el estudio de fase I en Tailandia, el primero de los ensayos en humanos, destinado a evaluar la seguridad de la fórmula, 210 voluntarios fueron separados en seis grupos. Los integrantes de cinco de ellos recibieron dos aplicaciones de diferentes dosis del candidato a inmunógeno o del compuesto combinado con un adyuvante, una sustancia que potencia la respuesta del sistema inmunitario, separadas por un intervalo de cuatro semanas. El sexto grupo solamente fue tratado con dos dosis de una solución inocua (placebo).
Dos semanas después de completar el esquema de vacunación, Krammer y sus colaboradores extrajeron muestras de sangre de los participantes para comparar los niveles de anticuerpos generados tras la administración de HXP-GPOVac con los producidos por 20 personas inmunizadas con la vacuna de Pfizer/BioNTech y otras 18 que se habían recuperado naturalmente de la infección provocada por el nuevo coronavirus. Los anticuerpos que desarrollaron los tres grupos fueron capaces de neutralizar la cepa original del Sars-CoV-2, surgida a finales de 2019 en Wuhan (China) y, en menor medida, las variantes beta y delta.
Una evaluación preliminar, presentada en marzo de 2022 en la revista eClinicalMedicine, ya había demostrado que HXP-GPOVac era segura y causaba efectos adversos leves: dolor en el lugar de la aplicación en el 63 % de los casos, fatiga en un 35 % y dolor de cabeza o muscular en un 32 %. Un porcentaje algo menor de estos eventos, también leves, se observó en los 120 voluntarios que participaron en la fase I de los ensayos clínicos de CoviVac, en Vietnam. En el 58 % de los casos refirieron dolor en el lugar de aplicación, un 22 % fatiga, un 21 % dolor de cabeza y un 14 % dolores musculares, según los datos preliminares, publicados en junio de 2022 en la revista Vaccine.
En Brasil, ya han concluido los ensayos de fase I con ButanVac, en los que participaron 320 voluntarios, y los resultados han sido analizados por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa). Aunque no se ha publicado un artículo científico sobre la fase I, la Anvisa autorizó el inicio de la etapa siguiente. “La ButanVac ha demostrado ser altamente inmunogénica”, dice Érique Peixoto de Miranda, director médico de desarrollo clínico del Instituto Butantan. “Los títulos de anticuerpos ligandos y neutralizantes medidos en la sangre de las personas inmunizadas con ella son similares a los de las fórmulas hermanas que se están probando en Asia. Esto demuestra un efecto consistente”. Los efectos adversos observados en los ensayos de fase I de la ButanVac también han sido leves y similares a los observados en Tailandia y Vietnam.
Pese a utilizar la misma cepa vírica maestra y de producirse todas en huevos, las tres fórmulas siguen procedimientos de producción, control de calidad, pruebas de potencia y estabilidad diferentes. Por esta razón, Anvisa considera que se trata de fórmulas distintas y los datos de los compuestos en las pruebas realizadas en Asia no sustituyen a los de los ensayos clínicos con ButanVac.
Artículos científicos
CARREÑO, J. M. et al. An inactivated NDV-HXP-S COVID-19 vaccine elicits a higher proportion of neutralizing antibodies in humans than mRNA vaccination. Science Translational Medicine. 15 feb. 2023.
PITISUTTITHUM, P. et al. Safety and immunogenicity of an inactivated recombinant Newcastle disease virus vaccine expressing Sars-CoV-2 spike: Interim results of a randomised, placebo-controlled, phase 1 trial. eClinicalMedicine. mar. 2022.
DUC DANG, A. et al. Safety and immunogenicity of an egg-based inactivated Newcastle disease virus vaccine expressing Sars-CoV-2 spike: Interim results of a randomized, placebo-controlled, phase 1/2 trial in Vietnam. Vaccine. 9 jun. 2022.