En las selvas húmedas tropicales como la Amazonia y el Bosque Atlántico, la deforestación, la escasez de lluvias y las altas temperaturas propician el crecimiento de lianas, un tipo de enredaderas leñosas (con ramas de madera) que crecen rápidamente sobre los árboles. En los bosques degradados, pueden proliferar en exceso y perjudicar el crecimiento de los árboles. Un equipo científico internacional, encabezado por investigadores de Australia, con la participación del geógrafo alemán Christoph Gehring, de la Universidad del Estado de Maranhão (Brasil), examinó 651 muestras de vegetación que incluían 26.538 lianas y 82.802 árboles procedentes de 556 lugares de los cinco continentes, entre los cuales estaba comprendido Brasil. El estudio constató que el mayor ingreso de luz debido a los desmontes y el aumento de la temperatura media allanan el camino para el avance de las lianas. Las temperaturas promedio anuales superiores a 27,8 ºC son más propicias para el crecimiento de las lianas que de los árboles. En los próximos años, según las conclusiones del estudio, la intensificación del calor y las intervenciones humanas podrían desregular el equilibrio entre lianas y árboles, lo que reduciría la absorción de carbono en los montes y dificultaría la recuperación de los bosques degradados (Global Change Biology, 19 de enero).
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