Con la propuesta de hacer que el aprendizaje sea más estimulante para los jóvenes y adecuarlo a las necesidades del mercado laboral, además de reducir la deserción, entró en vigencia en Brasil un nuevo formato de la enseñanza media para los alumnos que ingresan a partir de este año, en el marco de las directrices de la Ley nº 13.415, promulgada en 2017. Entre los cambios principales figura el establecimiento de un modelo educativo organizado por áreas del conocimiento, y ya no por asignaturas, así como la posibilidad de que los jóvenes puedan cursar simultáneamente una formación técnica o profesionalizante. Un estudio que lleva a cabo desde 2017 la politóloga Gabriela Lotta, de la Escuela de Administración de Empresas de la Fundación Getulio Vargas (Eaesp-FGV), muestra que algunos estados brasileños están aprovechando la reforma para poner en marcha amplias modificaciones, como la expansión de las escuelas de jornada completa y la renovación de los planes de estudio, mientras que otros frenaron los procesos de renovación en curso desde hace una década para adaptarse a la nueva ley.
– Los desafíos de la juventud brasileña
De acuerdo con el censo escolar de la educación básica del Inep, en 2021 la enseñanza media contabilizó 7,8 millones de inscripciones de alumnos de 15 a 17 años a nivel nacional, lo que representa un incremento de un 2,9 % en comparación con 2020. En tanto, una investigación de 2021 realizada por la ONG Todos pela Educação indica que el porcentaje de adolescentes de 15 a 17 años que abandonaron la escuela antes de concluir la enseñanza media en 2019 era de un 7,1 %, y pasó a ser de un 4,4 % en el segundo semestre de 2021. Ese porcentaje representa un total de 407.000 jóvenes dentro de esa franja etaria que dejan de estudiar antes de completar la educación básica.
La Ley nº 13.415 establece que, de las 3.000 horas de carga horaria total de la enseñanza media, 1.800 estarán destinadas a un plan de estudios común, mientras que para las 1.200 restantes, los alumnos pueden optar por distintas asignaturas correspondientes a cinco áreas del conocimiento o itinerarios formativos: matemática y sus tecnologías, idiomas y sus tecnologías, ciencias de la naturaleza y sus tecnologías, ciencias humanas y sociales aplicadas y formación técnica y profesional. Algunos estados, como en el caso de São Paulo, han creado itinerarios formativos adicionales, alineados con las directrices de estas áreas principales. “Como no ha sido plenamente regulada por los estados y debido a que establece modificaciones que no han sido consensuadas, la reforma ha generado contextos de ambigüedades y conflictos”, analiza Lotta, de la Eaesp-FGV, quien realiza una investigación longitudinal para estudiar el proceso de implementación de la nueva ley en los 26 estados brasileños y en el Distrito Federal.
Un artículo publicado en 2021 recoge resultados parciales de este trabajo, los cuales muestran que entre 2017 y 2019, cuando se empezó a implementar la reforma, algunos estados ya habían puesto en marcha experiencias de renovación. En otros, todavía eran incipientes o directamente inexistentes. “En los estados con reformas en curso alineadas con las directrices de la nueva ley, el impacto fue positivo e impulsó una reformulación de esta etapa de la educación, como en los casos de Ceará y Pernambuco, al igual que en aquellos que no habían dispuesto cambios pero disponían de recursos, personal y capacidad de gestión adecuados”, relata Lotta. Según el Inep, Ceará contaba en 2021 con 293.000 incripciones en la enseñanza media, sumando escuelas públicas y privadas, mientras que, en Pernambuco, el número equivalente era de 312.000. Según datos de 2019 del IBGE, la tasa de asistencia escolar en la enseñanza media de Ceará, entre la población de 15 a 17 años, fue superior al 69 %, mientras que en Pernambuco se ubicó por encima del 66 %. Otros estados con experiencias no alineadas con la nueva ley tuvieron que poner un freno a sus iniciativas, mientras que en aquellos donde la capacidad atinente a recursos es escasa y que acumulan desigualdades y problemas estructurales, la reforma enfrenta mayores dificultades. “Esta situación tiende a aumentar las desigualdades educativas en el país”, analiza. “Un apartado que merece mayor atención de los agentes públicos lo constituyen las cuestiones de gestión. Incluso los estados que han podido avanzar en las cuestiones pedagógicas siguen siendo ineficaces a la hora de organizar la merienda en la jornada completa y el transporte de los alumnos que harán el itinerario formativo en más de una institución”, especifica. En conformidad con la regulación de la ley adoptada por el estado, las escuelas que no cuentan con docentes y estructura para ofrecer determinados itinerarios formativos pueden acordar colaboraciones con otras, a los efectos de permitir que sus alumnos asistan a diferentes instituciones.
Un proyecto de investigación concluido en 2021 con el apoyo de la FAPESP estudió la política educativa y la calidad de la educación en la red del estado de São Paulo entre 1995 y 2018, centrándose, entre otros temas, en la nueva enseñanza media. La coordinadora del trabajo, la pedagoga Márcia Aparecida Jacomini, de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp), comenta que el estudio detectó que, entre 2007 y 2018, la enseñanza media de la red estadual paulista registró una merma de más de 176.000 matrículas. Según ella, el mayor descenso se verificó en el turno nocturno, con una disminución de un 43,6 % de las inscripciones. “Entre otros factores, el retroceso puede explicarse por el aumento de la cantidad de jóvenes de entre 18 y 25 años que optan por presentarse al Examen Nacional de Certificación de Capacidades para Jóvenes y Adultos [Encceja]”, comenta. El Encceja es un examen puesto en práctica por el gobierno federal para evaluar las aptitudes, habilidades y conocimientos de los jóvenes y adultos que no concluyeron la enseñanza fundamental o la enseñanza media a una edad adecuada. En el caso de la enseñanza media, ese rango de edad va de los 15 a los 17 años.
En relación con la nueva enseñanza media, una de las investigadoras que trabajaron en el proyecto, la socióloga Ana Paula Corti, del Instituto Federal de Educación, Ciencia y Tecnología (IFSP), considera que la reforma ha desregulado aspectos de la Ley de Directrices y Bases (LDB), como el que establece la necesidad de atender a públicos específicos como los jóvenes y adultos. “La única mención que hace la nueva ley a la EJA (Educación para Jóvenes y Adultos) es autorizar que esta modalidad se ofrezca en un 80 % en forma virtual, cuando precisamente está destinada a un segmento de la población que involucra a personas mayores y con escasa accesibilidad digital”, señala.
Si observamos a la enseñanza media brasileña desde una perspectiva histórica, dice la profesora Dirce Zan, de la Universidad de Campinas (Unicamp), vemos que la presión social para la expansión de la escolaridad se intensificó en la década de 1990, contribuyendo al proceso de crecimiento de las matrículas de la enseñanza media a partir del primer decenio del nuevo siglo. Zan es una de las coordinadoras de la Investigación Estadual de la Enseñanza Media, que desde 2018 monitorea la implementación de la Ley nº 13.415 en las redes de educación estadual y federal de São Paulo. Uno de los cambios detectados por el estudio involucra a las escuelas que comenzaron a funcionar bajo la modalidad de jornada completa y la progresiva extinción de los cursos nocturnos. “Hemos observado que quienes trabajan durante el día y no pueden asistir a clases con jornada completa no se han presentado a principios de este año, cuando se retomaron las clases presenciales. Es decir que están abandonando la escolaridad”, dice Zan. “Para asegurar la continuidad de los alumnos tras la ampliación del horario escolar, es necesario formular políticas de permanencia, tales como becas de estudio y otras disposiciones que eviten la necesidad de tener que trabajar desde temprana edad”, recomienda.
Otro aspecto complejo es el que se refiere a la elección de los trayectos o itinerarios formativos. Al recordar que los estados están regulando la ley de diferentes maneras, el investigador de políticas educativas Fernando Cássio, de la Universidad Federal del ABC (UFABC) explica que, en el estado de São Paulo, los alumnos de la enseñanza media cumplen 600 horas de trayectos formativos, además de las 1.800 horas obligatorias previstas en la Base Nacional Curricular Común (BNCC). “El estado dispone de un menú con 34 opciones de itinerarios formativos. Pero la tercera parte de las 3.200 escuelas estaduales ofrecen solamente dos posibilidades y alrededor del 80 % trabaja con dos a cuatro itinerarios. Gran parte de ellas no disponen de una estructura física, como laboratorios, ni con docentes con una adecuada calificación. Las instituciones que se encuentran en zonas vulnerables, como las de las áreas indígenas o aquellas que funcionan dentro del sistema penitenciario, tan solo ofrecen un itinerario y el alumno no tiene posibilidad de elegir”, informa Cássio, quien estudia los planes educativos de las escuelas públicas desde 2015. En 2020, según datos del Inep, el estado de São Paulo contaba con 1,4 millones de matrículas en la enseñanza media, sumando las redes pública y privada.
Cássio también sostiene que, en São Paulo, el itinerario que engloba a las formaciones técnicas contempla una carga horaria de 900 horas, lo que no habilita a la obtención de un diploma de formación profesionalizante, tal como ocurre en las Escuelas Técnicas Estaduales (Etec) y en los institutos federales. Desde el punto de vista de Jacomini, de la Unifesp, la reforma podría tomar como modelo a los institutos federales y a las Etec, que ofrecen una calificación técnica integrada a la enseñanza media. “Uno de los supuestos de la nueva ley debería ser la ampliación de esas redes”, comenta. En la edición de 2021 del informe Pisa para Escuelas, una evaluación internacional de los estudiantes realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la nota promedio de las Etec en lectura fue de 520, una calificación bastante superior a la media nacional, que fue de 413, superando incluso la nota promedio de países tales como Estados Unidos, el Reino Unido, Japón y Corea del Sur.
A pesar de reconocer los retos que plantea su implementación, especialmente en lo que respecta a las desigualdades presentes en Brasil, Ana Luiza Marino Kuller, coordinadora de educación del Servicio Nacional de Aprendizaje Comercial (Senac São Paulo), tiene una mirada positiva sobre la iniciativa. “La organización de la educación por áreas y trayectos formativos, dejando de lado las asignaturas, es una propuesta tendiente a evitar que el conocimiento quede desconectado de la vida de los jóvenes”, sostiene. Senac São Paulo puso en marcha su oferta de enseñanza media en 2019, ya adaptada a los parámetros de la nueva ley educativa. Al egresar del curso, el joven también recibe un diploma de educación técnica, a diferencia de las instituciones de la red pública que incluyen una formación profesional de corta duración, sin derecho a una certificación específica.
Almério Melquíades Araújo, coordinador de Enseñanza Media y Técnica del Centro Paula Souza, responsable de las Etec de São Paulo, analiza el tema de manera similar. “Para entusiasmar a los alumnos, es necesario superar el formato tradicional de asignaturas y clases expositivas y adoptar un proceso interactivo, basado en proyectos. Sin embargo, este nuevo formato exige una mayor preparación de los docentes, señala. “De nada sirve cambiar el plan de estudios de las escuelas si no se capacita a los educadores. Los profesorados siguen funcionando según el modelo tradicional, orientado por asignaturas”, culmina. Según él, el Centro Paula Souza ofrece periódicamente actividades formativas a su cuerpo docente.
Además de Brasil, Portugal, España y Francia, hay otros países que han resuelto implementar una reforma en la enseñanza media, basándose en las pautas que proponen la OCDE y el Banco Mundial. La socióloga Débora Goulart, de la Unifesp, desarrolla una investigación con el apoyo de la FAPESP sobre la reforma de los liceos franceses, que corresponden a la enseñanza media de Brasil. En Francia existen tres tipos de liceos: los de formación general, los tecnológicos y los profesionales. Los liceos de formación general y los tecnológicos tienen una duración de tres años y preparan al alumno para su ingreso a la universidad. En cambio, los liceos profesionales ofrecen dos tipos de formación. Una de tres años que habilita a continuar los estudios de nivel superior y una formación breve, de dos años, que proporciona una formación técnica, que no habilita el ingreso a una carrera superior. “Esos cursos permiten que el estudiante salga directo del liceo al mercado laboral, para trabajar como carpintero o iluminador”, explica. Según Goulart, a partir de la reforma, en 2018, los alumnos de los liceos de formación general y tecnológica deben indicar 10 opciones de universidades donde pretenden estudiar, que deben estar vinculadas a la elección de las asignaturas de profundización cursadas en el liceo. “Una vez concluido el curso, los estudiantes preparan un dosier, que es evaluado durante la selección de ingreso a la universidad”, explica. Goulart también detecta problemas en la oferta de itinerarios, señalando que solamente las instituciones más grandes pueden ofrecer múltiples trayectos, lo que ha contribuido para aumentar la desigualdad educativa.
En Alemania, un país considerado modelo en lo que se refiere a la oferta de enseñanza técnica y profesionalizante, los trabajadores con formación profesional no académica representan el 64,4 % del mercado laboral. En Brasil, corresponde al 8 %. Además, el 18,5 % de los profesionales tiene nivel superior, mientras que en Brasil el porcentaje es del 9,25 %. Marcio Weichert, coordinador del Centro Alemán de Ciencia e Innovación de São Paulo, explica que, en ese país europeo, cuando los niños tienen 10 años se los envía a diferentes escuelas, según su rendimiento. A aquellos que estudian en instituciones menos exigentes se los prepara para seguir una educación profesional, mientras que a los que muestran un mejor rendimiento se los capacita para buscar vacantes en las universidades. Según Weichert, al comienzo de sus trayectorias, los individuos egresados de la educación técnica suelen percibir casi el mismo sueldo que los graduados que actúan en los niveles iniciales de una trayectoria profesional. “Sin embargo, quienes cuentan con estudios superiores tienen mayores posibilidades de ascenso”, compara.
Proyectos
1. Política educativa en la red del estado de São Paulo (de 1995 a 2018) (nº 18/09983-0); ModalidadAyuda de Investigación – Regular; Investigadora responsable Márcia Aparecida Jacomini (Unifesp); InversiónR$88.583,16
2. La reforma del Liceo Francés (2017-2021) desde la perspectiva de los estudiantes: flexibilización y empleabilidad (nº 21/10659-6); Modalidad Becas de Investigación en el Exterior; Investigadora responsable Débora Cristina Goulart (Unifesp); Inversión R$97.881
Artículos científicos
LOTTA, G. S. et al. Efeito de mudança no contexto de implementação de uma política multinível: análise do caso da reforma do Ensino Médio no Brasil. Revista de Administração Pública. Río de Janeiro 55 (2): p. 395-413, mar-abril, 2021.
GOULART, D. C. et al. O currículo paulista etapa Ensino Médio: educação pública, interesses empresariais e implicações. Pensata. v.10, n. 1. Jul, 2021.