La irregularidad de las precipitaciones resultó decisiva para la desarticulación de los centros urbanos del pueblo Maya, según surge del estudio de las estalagmitas de la gruta Yok Balum, situada en el sur de Belice. Estas estructuras minerales que se forman a partir del goteo continuo conservan un registro de las condiciones hidroclimáticas durante el llamado Colapso del Período Clásico, cuando se produjo la disgregación de esas sociedades, un hecho ocurrido entre los años 750 y 900 d. C. En este período, la inconstancia de la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), que se desplaza hacia el norte y hacia el sur a lo largo del año, generó patrones pluviales impredecibles, sin la estacionalidad de otras épocas. Para el equipo coordinado por Tobias Braun, del Instituto de Investigación de Impactos Climáticos de Potsdam, en Alemania, el cambio climático habría tenido un efecto dañino en las prácticas agrícolas y ampliado las vulnerabilidades socioeconómicas. “Las instituciones políticas simplemente no tenían forma de hacer frente a los cambios irregulares en el patrón de las lluvias de un año a otro, desencadenando problemas sociales y generando conflictos en la sociedad”, se argumenta en el artículo (Communications Earth and Environment, 17 de marzo).
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