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Fauna silvestre

Las rutas de los pumas

Los felinos logran trasladarse por zonas de ocupación humana, pero su obstáculo son las carreteras

eduardo cesar (foto feita na fundação zoológico de são paulo)El puma (Puma concolor), uno de los mayores predadores de América, aún resulta poco conocido para la ciencia brasileñaeduardo cesar (foto feita na fundação zoológico de são paulo)

Los análisis genéticos están revelando algo de la historia y de la ecología del puma (Puma concolor), uno de los mayores felinos brasileños, solamente menor al yaguareté o jaguar (Panthera onca). Estos tímidos animales son altamente adaptables y habitan incluso en zonas con pocas selvas. Pero se topan con problemas tales como la caza y las carreteras, según está revelando el trabajo simultáneo de dos investigadoras que nunca se han encontrado personalmente: Camila Castilho, actualmente en la Universidad de São Paulo (USP), y Renata Miotto, hoy en día en la Escuela Superior de Agricultura Luiz de Queiroz (Esalq), también de la USP, con sede en la localidad paulista de Piracicaba.

Ambas estudian aspectos genéticos en poblaciones locales de pumas, arribando mayormente a resultados similares, según muestran el artículo de Miotto publicado en la revista Conservation Genetics en 2011, y el de Castilho, publicado este año en Genetics and Molecular Biology. El primer aspecto importante consiste en que existe una escasa diferenciación genética en las áreas estudiadas, que evidencia una población no fragmentada. Ello indica que estos animales logran recorrer grandes distancias manteniendo el flujo del material genético, pese a que no haya continuidad de selvas. Es un caso muy diferente del que se registrar con el yaguareté, que se arriesga muy poco fuera de las áreas selváticas y acaba quedando aislado en fragmentos y generando poblaciones diferenciadas, según revelan otros estudios.

En la práctica, el puma establece poblaciones continuas a lo largo de áreas extensas. En el caso de Castilho, quien desarrolló su trabajo durante el doctorado en la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS), el área abarcaba gran parte de Santa Catarina, una porción del sur de Paraná y algunas muestras en el extremo norte de Rio Grande do Sul, con un total de más de 140 mil kilómetros cuadrados (km2). El estudio de Miotto, actualmente doctorando en la Universidad Federal de São Carlos (UFSCar), era más circunscrito, aunque nada diminuto: unos 1.700 km2 del interior paulista que incluyen 15 municipios, entre ellos Ribeirão Preto, Rio Claro y São Carlos.

Otro hallazgo común a ambos estudios revela que recientemente, en algún punto del último siglo, hubo una drástica reducción en el número de pumas, aquello que los genetistas de poblaciones denominan cuello de botella poblacional. Al sufrir uno de esos cuellos de botella, la población pierde parte de su diversidad genética, lo cual en ciertos casos puede generar problemas. “La pérdida de genes es aleatoria y es posible que no se pierda nada importante”, explica Castilho, “pero la probabilidad de que haya algún problema es mayor”. Una problema sería que el animal no pueda contar con algún gen esencial para afrontar las alteraciones del ambiente. Hay algo que es seguro cuando se detecta un cuello de botella: ha ocurrido algún desequilibrio en la población, ya sea una reducción importante en su tamaño o, más raramente, una alteración drástica en la proporción entre machos y hembras.

Cañamelar
Ahí es donde comienzan las diferencias entre ambos estudios. El interior de São Paulo, donde trabaja Miotto, se encuentra cubierto por plantaciones de caña de azúcar. “La mayor parte se plantó entre los años 1960 y 1970, en función del Proálcool [Programa nacional de Alcohol]”, informa la investigadora. “Los datos genéticos indican que el cuello de botella puede haber sucedido en esa época”. En ese caso, muchos pumas habrían muerto durante ese período de intenso desmonte, y luego, gradualmente, la población habría vuelto a aumentar, a medida que sus presas se fueron adaptando a vivir en los cañamelares. “La dieta de los pumas de la región consiste principalmente en armadillos, ciervos, carpinchos y otros roedores”, comenta. Son animales que aparentemente se están adaptando muy bien a la agricultura, algunos de ellos incluso consumen caña de azúcar. Al haber abundante alimento, los pumas fácilmente pueden vivir en la región, sin representar problemas para los dueños de las plantaciones.

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El gran problema que enfrentan actualmente esos animales son las carreteras transitadas, prácticamente infranqueables por pedestres –sean ellos humanos o felinos–, que atraviesan el estado. Esto puede bloquear el derrotero de los pumas y, con el tiempo, reducir su variabilidad genética.

Más allá de limitar el tránsito de estas felinos, los atropellamientos constituyen una importante causa de mortalidad. “Los machos jóvenes, que se desplazan lejos del área donde nacieron, son las principales víctimas”, dice Miotto. Entre los 23 animales atropellados de su muestreo, 16 son machos. El puma Anhanguera, apodado así en 2009, con el nombre de la carretera donde fue atropellado, en el interior paulista, era precisamente un macho joven. “Esa mortalidad diferencial puede alterar la proporción sexual, lo cual puede detectarse como un cuello de botella”. Esto sucede porque ellos son los emisarios del material genético, dado que se desplazan hacia una zona lejana donde finalmente se establecen y aparean.

Las hembras permanecen en las cercanías del sitio donde nacieron, según demostró Miotto mediante sus cinco años de monitoreo en la Estación Ecológica de Jatai, en el municipio de Luis Antônio, cerca de Ribeirão Preto. En el transcurso de ese período, ella recorrió sendas y recolectó excrementos frescos, de donde extrajo material genético. Los datos, que fueron publicados este año en la revista Biotropica, revelan que todos los pumas residentes son hembras.

Ganado
En la región sur, Castilho se topó con una relación más conflictiva entre los seres humanos y el leão-baio, tal como se lo conoce al felino en tierras catarinenses. Ahí se crían varios tipos de ganado –vacas, cabras y ovejas– en forma extensiva, con los animales siempre sueltos pastando. Más allá de las pacas, agutíes y venados, los animales domésticos acaban convirtiéndose en buenos bocados para los pumas, que enseguida se enfrentan con el ganadero armado. “Aunque su caza sea ilegal, sabemos que ocurre a menudo en esa región”, informa Castilho, que poco a poco venció la desconfianza y logró que los dueños de los campos le cediesen muestras de los pumas cazados, para extraer material genético. La zona de estudio de la investigadora se concentró en el sur de Santa Catarina, donde las propiedades se extienden por llanuras de montaña con vestigios de selva –denominadas capões– en medio de las pasturas. Es en esos montes, y en las selvas que bordean los ríos, que los pumas se refugian y donde a veces encuentran alguna cabra o ternero que también busca albergue.

Tal como en São Paulo, los datos aportados por Castilho revelan que el cuello de botella poblacional ocurrió durante el último siglo, coincidiendo con la gran tala de la selva de araucarias que caracterizaba a la región. Actualmente, la caza parece ser la responsable por la mayor parte de la mortalidad allí, y no la falta de hábitat. “La conectividad no parece constituir un problema”, comenta Castilho. Por medio de modelos ecológicos que analizan el paisaje, ella sugiere, en un artículo de 2011 en la revista Mammalian Biology, que no hay impedimento para que esos animales se desplacen por toda su área de estudio, que abarca buena parte de la región sur del país. Un dato genético que confirma esta idea es el bajo parentesco entre los individuos que logró analizar. “Tan sólo un 6,6% de los individuos que analizamos se hallaban emparentados”, comenta. Para ella, es necesario concientizar a los hacendados sobre la importancia ecológica de los grandes predadores y buscar soluciones, tales como la construcción de corrales donde el ganado pueda pasar la noche.

Aunque nunca hayan conversado, ambas investigadoras continúan por caminos paralelos. Ellas, actualmente en el posdoctorado, dejaron la genética de lado para concentrarse en el análisis del paisaje. “Son abordajes complementarios”, explica Castilho. Ante los informes recabados de la distribución de la variación genética, surgieron nuevas preguntas que las indujeron a intentar entender el ambiente por donde los pumas circulan, para detectar los problemas que enfrentan y proponer soluciones para mantener poblaciones viables de este gran felino que habita casi toda América, excepto buena parte de Argentina y la mitad este de América del Norte.

Actualmente ellas trabajan en São Paulo: Miotto está elaborando un banco de datos sobre la cobertura vegetal y la ocupación de la misma región que examinó hasta ahora, que incluye un mapeo minucioso de la red vial y del flujo de vehículos, que en conjunto con los datos genéticos formarán un modelo de dispersión. Simultáneamente compila datos de atropellamientos y, con la ayuda de la Policía Forestal, engrosa su colección de muestras genéticas. “A partir de esos modelos, pienso analizar las rutas preferenciales de desplazamiento de los pumas, para definir qué puede hacerse en términos de manejo del paisaje”, explica. Castilho concentra su proyecto en el mosaico de las sierras de Bocaina y Mantiqueira, en el nordeste paulista, que incluye la región de São José dos Campos. En esa región, evaluará el hábitat disponible y las posibilidades de desplazamiento de los pumas. “Determinaré valores de permeabilidad para detectar las áreas prioritarias en términos de conservación”.

En conjunto, los dos proyectos pueden contribuir para reducir el desequilibrio que existe entre América del Norte y Sudamérica en lo que respecta al conocimiento de este imponente predador. Tal vez también se logren propuestas para prácticas ganaderas que mejoren la convivencia entre productores y predadores, y pasarelas o túneles para la travesía de los pumas.

Artículos científicos
CASTILHO, C. S. et al. Genetic structure and conservation of Mountain Lions in the South-Brazilian Atlantic Rain Forest. Genetics and Molecular Biology. v. 35 (1), p. 65-73. 2012.
CASTILHO, C. S. et al. Landscape genetics of mountain lions (Puma concolor) in southern Brazil. Mammalian Biology. v. 76 (4), p. 476-83. 2011.
MIOTTO, R. A. et al. Monitoring a puma (Puma concolor) population in a fragmented landscape in Southeast Brazil. Biotropica. v. 44 (1), p. 98-104. 2012.
MIOTTO, R. A. et al. Genetic diversity and population structure of pumas (Puma concolor) in southeastern Brazil: implications for conservation in a human-dominated landscape. Conservation Genecits. v. 12 (6), p. 1.447-55. 2011.

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