El Departamento de Educación del gobierno de Estados Unidos está investigando a las universidades Harvard y Yale por no haber declarado que recibieron financiación de gobiernos extranjeros. Según un comunicado firmado por la secretaria de Educación, Betsy DeVos, Yale omitió contratos con instituciones extranjeras por valor de 375 millones de dólares, mientras que Harvard no habría dispuesto un control apropiado sobre el dinero extranjero ni declaró transferencias y contratos con el exterior, tal como lo exigen las leyes. El caso de Harvard derivó en un encarcelamiento. En el mes de enero, Charles Lieber, director del Departamento de Química y Bioquímica de la universidad, fue detenido y procesado penalmente por mentirles a las autoridades federales. Según el Departamento de Justicia, en 2011 Lieber se transformó en un “científico estratégico” de la Universidad de Tecnología de Wuhan (WUT), en China, y mantuvo un contrato entre 2012 y 2017 con el programa Mil Talentos del gobierno chino para reclutar científicos de alto nivel radicados en Estados Unidos y en Europa. El gobierno chino le pagaba a Lieber 50 mil dólares mensuales y recibió 1,5 millones de la misma moneda para instalar un laboratorio en la WUT. Él debería haberle informado de sus vínculos a Harvard y a las agencias que financiaban sus investigaciones en Estados Unidos, pero lo mantuvo en secreto. Hace ya un tiempo que los lazos de los científicos en actividad en Estados Unidos con colegas y gobiernos extranjeros son un tema sensible en el país y ocultar un vínculo se considera mala conducta. Una investigación que realizaron en 2019 los Institutos Nacionales de Salud (NIH) detectó a 180 científicos extranjeros que trabajaban en instituciones estadounidenses y habían omitido informar que recibían ayuda de gobiernos e instituciones del exterior (lea en Pesquisa FAPESP, edición nº 288).
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