Siempre se especuló que el Dinodontosaurus, uno de los mayores reptiles herbívoros que vivieron en el período Triásico, hace entre 250 y 200 millones de años, vivían en grandes manadas para protegerse del ataque de predadores, tales como los reptiles Prestosuchus y Decuriasuchus, antepasados de los cocodrilos y yacarés actuales. Esa sospecha cobra vigencia ahora con un hallazgo reciente realizado por científicos del estado de Rio Grande do Sul. En excavaciones en yacimientos paleontológicos cercanos a la ciudad de Santa Maria, en el centro del estado, los investigadores hallaron remanentes fósiles de al menos seis crías de Dinodontosaurus amontonados unos sobre otros. Había cráneos y restos de mandíbulas mezclados con los huesos de las patas, además de vértebras y costillas (Historical Biology, 15 de octubre). Esos reptiles medían aproximadamente 2,5 metros de largo y podían pesar hasta 500 kilogramos. También tenían colmillos similares a los del icónico tigre dientes de sable. De cualquier modo, esos grandulones eran bastante vulnerables al ataque de los predadores, de ahí la importancia de vivir en manadas, un hábito común entre los herbívoros actuales. La aglomeración posiblemente contribuía para la protección de los adultos de la manada y favorecía la supervivencia de las crías. Según los investigadores, los fósiles hallados refuerzan la sospecha de que ese comportamiento social habría surgido entre los reptiles, mucho antes del surgimiento de los mamíferos.
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