Imprimir Republish

Astronomía

Los primeros colosos del Cosmos

Hyperion, un supercúmulo de galaxias ubicado a 11.500 millones de años luz de la Tierra

ESO

Desde hace décadas, los cosmólogos plantean la idea de que en el Universo joven, con tan solo mil millones de años, la fuerza de la gravedad todavía no había tenido tiempo suficiente como para agrupar estrellas y galaxias en cúmulos. Esa creencia surgió con base en modelos matemáticos que simulan la evolución del Cosmos a partir del Big Bang, la explosión original que lo habría creado hace unos 13.800 millones de años. Sin embargo, dos hallazgos recientes revelan que algunas estructuras con dimensiones colosales ya existían en aquella época. El cúmulo cósmico en formación más antiguo fue descubierto por el grupo del astrónomo Linhua Jiang, de la Universidad de Pekín, en China (Nature Astronomy, 15 de octubre). Mediante el uso de un par de telescopios de 6,5 metros de diámetro ubicados en Chile, él y su equipo detectaron un protocúmulo de galaxias con un volumen mayor al de un cubo de 100 millones de años luz de lado. Ese coloso, al cual se lo conoce por la sigla SXDX_gPC está situado a 12.700 millones de años luz de la Tierra y lo que se divisa es una estructura antigua, dado que su luz tardó 12.700 millones de años en llegar hasta aquí. La estructura adquirió el prefijo “proto” porque las galaxias existentes ahí no se encuentran tan cerca unas de otras como en un conglomerado clásico. Pero ya se encuentran sujetas a la gravedad del conjunto y conformarán un conglomerado de gran masa. La astrónoma italiana Olga Cucciati, del Instituto Nacional de Física de Boloña, descubrió otra estructura aparentemente enorme teniendo en cuenta su edad estimada. Valiéndose del VLT, el mayor telescopio del mundo que está instalado en Chile, ella pudo entrever el proceso de formación de un supercúmulo –un conglomerado de cúmulos– de galaxias a una distancia de 11.500 millones de años luz: el Hyperion. Con una masa mil billones de veces superior a la del Sol, el mismo desafía las previsiones de los modelos cosmológicos para la región. Solo queda una duda: si esas estructuras no fueran tan raras como se piensa, será necesario alterar los modelos de formación de las galaxias.

Republicar