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HISTORIA

Los secretos de la selva

Con un abordaje multidisciplinario, un libro rescata leyendas y registros de naturalistas para revelar aspectos poco conocidos de la Amazonia

Araponga | Es la unión de los vocablos ará + ponga, es decir, pájaro sonante. Este animal, que habita en los estados brasileños de Pará y Amazonas, es conocido por su vocalización análoga a una campana, y por eso mismo se le llama campanero, o ferreiro, herrero en Brasil. También se lo encuentra en las guayanas y en Venezuela. El macho(a la derecha en la imagen) es completamente blanco. Sobre esta ave, escribió el naturalista Emílio Goeldi (1859-1917) en 1894: “También allí entona el araponga su cantinela de herrero, que se representa cual martillo manejado violentamente y muchas veces sin cuenta, pero con intensidad decreciente, repelido y atraído por el yunque”.

Reproducciones del libro Amazônia exótica: Curiosidades da floresta

Más allá de que la primera expedición “científica” a la mayor selva tropical del mundo tuvo lugar en el siglo XVIII, la Amazonia sigue estando envuelta en misterios. Y esto no podría ser de otro modo, si tenemos en cuenta entre otras cosas su dimensión. Son alrededor de siete millones de kilómetros cuadrados que cubren territorios situados en nueve países. El 60% de este bioma se ubica en tierras brasileñas, en las regiones norte, nordeste y centro-oeste del país. Si bien la ciencia no logra aún describir o explicar una buena parte de lo que existe allí, no es poco el conocimiento acumulado referente a la selva, tal como lo atestigua la colección de la biblioteca del Museo Paraense Emílio Goeldi. Fue en ella donde la biblioteconomista Olímpia Reis Resque escrutó las preciosidades que componen Amazônia exótica: Curiosidades da floresta (editorial Empíreo), libro que permite conocer un poco mejor esta región, considerada Patrimonio Natural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) desde el año 2000.

Esta obra es el segundo tomo de una trilogía que comenzó en 2011, y sus 57 entradas constituyen el resultado del empeño de la investigadora de la historia de la Amazonia por revelar detalles de especies muy utilizadas por la población local. “Fue la forma que encontré para difundir no solo nuestra fauna y nuestra flora, sino también nuestro colección”, comenta. Reis Resque fue bibliotecaria de la institución durante 35 años. Empezó su trayectoria profesional en el propio museo, como pasante, cuando aún estaba estudiando en la Universidad Federal de Pará. No tardó en darse cuenta de que allí no le faltaría información. Con sus 300 mil volúmenes entre revistas y libros disponibles para el público, y más 3.000 obras raras, la biblioteca Domingo Soares Ferreira Penna, fundada en el siglo XIX, reúne la mayor colección sobre la Amazonia existen en Brasil. “Al cabo de 40 años frecuentando diariamente el museo, sigo sorprendiéndome con la colección, que es riquísima. Entro en ella para buscar un libro y encuentro otro que nunca había visto”, comenta.

Múltiples puntos de vista
Tal como lo indican los breves registros que se ejemplifican en este artículo, en el libro puede leerse la información desde distintas perspectivas. La misma, organizada en el orden alfabético de las especies seleccionadas, revela la etimología de las palabras, prioriza los relatos de los naturalistas y reproduce leyendas y curiosidades de los habitantes de la selva. Aparte de la bibliografía consultada, que incluye rarezas como Pátria selvagem, a floresta e a vida, mythos amazônicos: os escravos vermelhos, publicado al comienzo del siglo XIX por Alexandre de Mello Moraes Filho (1844-1919), el libro contiene un glosario de términos regionales, tales como caruana (genio del bien) y paul (pantano), y breves biografías de medio centenar de viajeros que pasaron por la región, con relieve para una única mujer. Al leer la obra, se descubre que la artista botánica inglesa Margaret Mee (1909-1988) puso en marcha su primera expedición a la Amazonia a los 47 años de edad y entabló contacto con la población local durante las tres décadas siguientes.

Algunas de las imágenes que ilustran el libro se extrajeron de la colección del museo, y de su colección de obras raras. Algunas acuarelas fueron pintadas por artistas locales contemporáneos, y hay ilustraciones de sitios web como Plant Illustrations. Encantada con el espacio reservado a lo femenino en el imaginario de los pueblos indígenas y las comunidades ribereñas, en el último tomo de la trilogía, Reis Resque pretende explorar la figura de la madre. “En la Amazonia, existe una madre para todo”, dice. “Yací es la madre de la Luna, y Coarací es la madre del Sol. Para los pueblos del monte, la selva es la madre de los animales, y no se le puede faltar el respeto.”

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