El avistamiento de una tangara de galones (Tachyphonus phoenicius), un ave a la que también se la conoce como frutero o parlotero de hombros rojos, en la isla de Marajó, en el estado brasileño de Pará, no es solo una bella escena. La presencia de este pájaro, típico de ambientes abiertos, participando activamente de la dinámica de dispersión de semillas al comer un fruto, constituye un recordatorio de la diversidad de las formaciones vegetales que forman parte de la Amazonia. Los datos de su localización, recabados por investigadores u observadores aficionados, ayudan al biólogo Leonardo Miranda a elaborar modelos que predicen dónde habitan las especies. El modelado es una herramienta útil para delinear estrategias de conservación y evaluar los efectos del cambio climático.
Imagen premiada en 2021, en el marco del concurso Amazoniar, promovido por el Instituto de Investigaciones Ambientales de la Amazonia (Ipam, por sus siglas en portugués), y enviada porLeonardo Miranda, profesor en la Universidad Federal de Roraima
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