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Anatomía

Pequeños notables

Los monos del continente americano emplean la vocalización para comunicarse

FABIO COLOMBINITitíes: gritos y silbidos activan áreas del cerebro vinculadas al lenguajeFABIO COLOMBINI

Los monos autóctonos de América suelen ser menores y más frágiles que las especies emparentadas que viven del otro lado del océano. Con cerebros anatómicamente más simples, son muchas veces considerados menos inteligentes y menos capaces de realizar tareas cognitivas complejas, tales como comunicarse voluntariamente con otros miembros del bando. Pero ahora han surgido nuevos argumentos en favor de una revisión de esa intelección.

Investigadores brasileños han reunido las primeras evidencias empíricas consistentes que apuntan que los monos del llamado Nuevo Mundo exhiben comportamientos iguales o más complejos que los de sus primos del Viejo Mundo, tenidos como más evolucionados. Experimentos que contaron con la participación de grupos de Río Grande do Norte, de São Paulo y de Brasilia demostraron que una especie de tití originaria del Bosque Atlántico y de zona agreste conocida como Caa¬tinga emite silbidos y gritos con el objetivo de comunicar informaciones elaboradas, y no solamente emociones primordiales más rudimentarias como las de dolor, miedo o excitación.

En los laboratorios del Instituto Internacional de Neurociencia de Natal Edmond y Lily Safra (IINN-ELS) titíes de la especie Callithrix jacchus pasaron por una batería de pruebas relativamente sencillas. Cristiano Simões y sus colaboradores pusieron a seis titíes a escuchar durante 45 minutos vocalizaciones grabadas de otros animales de la misma especie. Separaron a los simios en dos grupos -uno que respondió a los llamados emitiendo gritos y silbidos espontáneamente y otro que hizo silencio- y luego analizaron qué había sucedido con sus cerebros.

A través de una proteína que se acumula en las células cerebrales activadas, los investigadores constataron que el acto de vocalizar activa tres regiones importantes de la corteza cerebral, que es la capa de células más superficial del cerebro, asociada en los primates a la realización de tareas complejas tales como la atención, el lenguaje y la conciencia. “Estas áreas pasan por una transformación constante cuando los animales escuchan o emiten vocalizaciones”, explica Koichi Sameshima, neurocientífico de la Universidad de São Paulo y uno de los autores del estudio.

“Muchos investigadores creían que los monos del Nuevo Mundo solamente emitían sonidos cuando sentían emociones tales como las del miedo o del dolor, que involucran la actividad de áreas subcorticales, regiones más primitivas del cerebro”, dice Sidarta Ribeiro, coordinador de la investigación, publicada en Frontiers in Integrative Neuroscience.

El área de Broca
Lo que llamó más la atención fue el accionamiento de la corteza prefrontal ventrolateral. Ubicada cerca de la sien, esta región descrita en 1861 por el anatomista francés Pierre Broca está asociada en los seres humanos a la comprensión del lenguaje y al control del habla. “Las personas que padecen alguna lesión en dicha área emiten sonidos, pero no logran hablar de manera articulada”, explica Luiz Eugenio Mello, de la Universidad Federal de São Paulo, coautor del trabajo.

GUSTAV MüTZEL / WIKIMEDIA COMMONSA partir de la izquierda: Callithrix jacchus, C. argentata y C. penicillataGUSTAV MüTZEL / WIKIMEDIA COMMONS

“Pese a que tienen un área cortical mucho menor que la de los seres humanos y la de los monos del Viejo Mundo, con quienes compartieron un ancestro hace alrededor de 40 millones de años, los titíes tienen un circuito cortical relacionado con las vocalizaciones”, afirma Ribeiro, investigador del IINN-ELS y docente de la Universidad Federal de Rio Grande do Norte.

La sospecha de que la corteza cerebral estuviese implicada en la vocalización de monos del Nuevo Mundo no es nueva. En 1967, el investigador Uwe Jürgens, del Centro Alemán de Primatología, observó que había actividad en la corteza de los monos ardillas (Saimiri sciureus). Pero quedaban dudas. En las pruebas que realizó, Jürgens aplicaba estímulos eléctricos cerca de las áreas de la corteza vinculadas con la vocalización y no se sabía si los animales emitían los sonidos debido al estímulo eléctrico o espontáneamente. Al poner a los simios a escuchar la voz de sus compañeros, el grupo brasileño despejó esta duda. “Nuestro trabajo pone en claro que el sistema de control vocal voluntario existe en los simios del Nuevo Mundo”, dice Ribeiro.

No es posible aún saber si estos simios americanos tienen la intención de expresarse -y avisar que están perdidos o en peligro, o que encontraron alimento, por ejemplo- cuando emiten sus sonidos característicos. “Todavía tenemos que verificarlo, pero es posible que la vocalización de estos monos sea de naturaleza intencional”, comenta Mello. De comprobársela, dicha intencionalidad no sorprenderá a muchos investigadores. “La comunicación vocal permite superar barreras visuales y es una necesidad fundamental del ser humano”, explica Mello. “Es probable que no haya surgido de un momento a otro en nuestra especie, sino que debe haberse desarrollado en otros simios y evolucionó a lo largo de millones de años.”

Actualmente el grupo de Ribeiro investiga si los titíes son capaces de aprender y usar símbolos. “Si lo demostramos”, dice Ribeiro, “después intentaremos ver cuál es el proceso neurofisiológico inherente a este fenómeno”.

Artículo científico
SIMÕES, C. S. et al. Activation of frontal neocortical areas by vocal production in marmosets. Frontiers in Integrative Neuroscience. v. 4, p. 1-12. set. 2010.

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