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Entrevista

Peter Goddard: Los riesgos del conocimiento

El físico británico, exdirector del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton, dice que la investigación innovadora no es algo que pueda preverse

Los institutos de investigación avanzada intentan producir resultados innovadores, que modifiquen nuestra forma de pensar, dice Goddard

Léo Ramos Chaves

Con sus 73 años, el físico y matemático británico Peter Goddard acumuló una vasta experiencia en montar, administrar y asesorar institutos de investigación avanzada. Entre 1991 y 1994 fue el primer director asistente del Instituto Isaac newton de Ciencias Matemáticas, que funciona en la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido. Dicho instituto no cuenta con un cuerpo docente permanente o de investigadores y recibe a grupos de matemáticos o físicos teóricos de todo el mundo para desarrollar programas de investigación conjunta, de corta o media duración, con plazos de entre uno y seis meses, en torno a tópicos específicos.

Entre 1994 y 2004, Goddard ocupó el cargo de director del St. John’s College, una de las facultades de mayor prestigio de la Universidad de Cambridge, donde también dio clases. En 2004, resultó electo como el octavo director del Instituto de Estudios Avanzados (IAS) de Princeton, el famoso centro de investigación de Estados Unidos que fuera el último sitio en donde trabajó Albert Einstein (1879-1955), desde 1933 hasta su fallecimiento. Ocupó el cargo hasta junio de 2012. Actualmente es profesor emérito de física teórica en el IAS. Sus temas de investigación son la teoría de los campos cuánticos y la teoría de cuerdas.

En esta entrevista, que concedió durante una breve visita a São Paulo donde vino a presidir la reunión del consejo científico del Centro Internacional de Física Teórica/ Instituto Sudamericano para la Investigación Fundamental (ICTP/ SAIFR), Goddard se explaya sobre las diferencias de funcionamiento de los institutos de investigación en comparación con las universidades.

¿Cómo fue asumir el cargo en el IAS luego de su experiencia como administrador académico en el Reino Unido?
A diferencia del Instituto Newton, que no tiene un cuerpo fijo de investigadores, el IAS cuenta con alrededor de 30 docentes contratados y recibe a 200 profesores visitantes por año. El Instituto Newton está volcado a mi área de estudios, mientras que el IAS cubre la parte teórica de todas las disciplinas: historia, estudios sociales, matemática, física y biología. Ante de ir a Princeton, tenía alguna experiencia de trabajo con colegas y alumnos de áreas distintas a la mía. En realidad, todas las facultades de Cambridge son así. Pero en el instituto mis obligaciones iban mucho más allá de eso. Era el responsable del proceso de elección de los docentes, no a partir de mi conocimiento o de mi juicio personal. Era el responsable de velar para que ciertas directrices se cumplieran durante ese proceso. Era algo muy incitante.

¿Los institutos de investigación funcionan de manera diferente a un departamento o a una facultad de una universidad?
Inevitablemente, los departamentos implican cierta inercia. Se va un profesor y el próximo contratado tiene el mismo perfil, dado que debe sustituirlo. Los institutos de investigación no necesitan ser así. Ellos se enfocan en la investigación fundamental. Son casi como un ocio productivo, libres de las exigencias del día a día. En parte, los institutos de investigación proliferaron porque son, en cierto sentido, un oasis donde pueden mitigarse esas presiones. No se le puede exigir a un instituto que haga buena investigación, que no tenga fallas. Cuando se plantea ese requerimiento, la posibilidad de que esa investigación sea excelente prácticamente puede descartarse. Sé cómo producir buenos resultados. Por ejemplo, si cuento con dos posdoctorandos para un proyecto de investigación pero me dicen que debo obtener buenos resultados o de lo contrario nos echan, esa condición me impide correr riesgos. Lo que tendríamos que hacer en estos institutos es intentar producir resultados innovadores, que cambien nuestro modo de pensar. Intrínsecamente, ese tipo de resultados no puede preverse con antelación, caso contrario, no sería innovador. Se necesita contar con gente que no siga los caminos estipulados.

¿En los institutos hay mayor libertad para la contratación de investigadores?
Así es. Cuando se va un profesor, podemos sustituirlo por otra persona muy diferente, a veces ni siquiera se necesita que sea de la misma área de estudios. Voy a darle un ejemplo de algo que sucedió en Princeton hace algunos años. Un docente del área de estudios históricos se jubiló. Su área de investigación era la historia antigua, en particular, la medicina clásica. Se lo reemplazó por un profesor cuyos intereses son la física del siglo XIX y la genética del siglo XX. Ellos tenían algo en común, pero eran bastante distintos.

¿Es fácil obtener donaciones cuando se está al frente de un instituto famoso como el de Princeton?
Hay gente más rica en Estados Unidos que en el Reino Unido y el tema de la filantropía está más desarrollado. Cuando dejé la dirección del instituto, había siete multimillonarios entre los 30 miembros del consejo administrativo, del cual también forman parte académicos y personas con alguna expertise en particular, como en el caso de un abogado especializado en leyes laborales. No siempre resulta fácil lidiar con la gente si ellos en parte financian el instituto y también forman parte de su sistema administrativo. A veces, los donantes pueden querer dar un paso más allá de lo que se espera de ellos. Puedo brindar un ejemplo, sin entrar en mayores detalles. En cierta ocasión, le ofrecieron al instituto mucho más dinero del que era necesario para financiar una beca de estudios, siempre que la parte necesaria para la beca fuera destinada a un individuo en particular. Esa persona no era precisamente una mala elección. Pero estaría mal escogerlo bajo esas circunstancias.

¿Cómo conoció usted al ICTP/ SAIFR?
Ya conocía a Nathan Berkovitz [el director del ICTP/ SAIFR] y me asombró el ambiente con el que me topé aquí. Para ser honesto, no pensé que el instituto tendría tanto éxito como el que de hecho cosechó. Hay individuos excelentes en cargos fijos y el nivel de las actividades es muy bueno. El sitio en donde se instaló fue una elección óptima. La física y la matemática en Brasil exhiben muy buena calidad y el centro cuenta con el apoyo de la FAPESP, que es una de las mejores agencias de fomento que conozco. Es importante contar con un centro internacionalizado como el de Cambridge. El mismo atrae a muchos científicos de América del Sur y promueve colaboraciones con el exterior.

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